LBNL
El «Gordo» es evidentemente el aluvión de miles de millones de euros que va a recibir España para mitigar el daño económico de la pandemia. 140 mil millones, uno detrás de otro, la mitad en subvenciones a fondo perdido. Para que se hagan una idea, el presupuesto total de España en 2019 fue de 472 mil millones. Es decir, de una tacada Europa le subvenciona el 15% de su presupuesto anual y le financia a bajo coste otro 15%, con la única obligación de dedicar su uso a preparar a España para las revoluciones digital y ecológica. Para que se entienda mejor. Imaginemos que a un hogar que gasta unos 30 mil euros al año (2.500 al mes) le llega una subvención de 5 mil y un préstamo bonificado de otros 5 mil, con lo que pasa a tener para gastar durante los próximos doce meses, 40 mil en vez de 30, es decir, un 25% más. Cuya utilización decide el pater o mater familias, porque a diferencia del presupuesto general que debe ser aprobado por las Cortes, estamos hablando de “proyectos” que la Comisión Europea aprobará siempre que se ajusten a los fines reseñados. Total que Pedro va a poder dejar Cuenca con el mejor 5G del mundo y Valladolid con emisiones de cambio climático neutras. O Castellón y Cádiz. O Tarragona y Zamora. O más bien todas ellas. Y más. Obviamente habría sido mucho mejor evitar el destrozo económico de la pandemia pero, habiéndolo sufrido, esta ayuda ingente nos va a venir muy bien para conllevarlo. Y a Pedro Sánchez todavía mejor porque va a ser él quién decida cómo y dónde se aplica. Yo le auguro mayoría absoluta…
Lo más importante es, evidentemente, la importante inyección de fondos que va a recibir nuestro país para sobreponerse al devastador daño económico del COVID. A nivel europeo, es también trascendental que hayamos por fin cruzado el rubicón de la mutualización de deuda y que se haya hecho para ayudar a los más golpeados por el virus, es decir, demostrando la solidaridad intra-europea con hechos, lo cual confirma de nuevo – para aquellos que llegaron a dudarlo – que a España le conviene siempre ser parte de la UE, incluso cuando no gusta lo que la UE decide o lo que tarda en hacerlo. Finalmente, también es muy relevante la decisión de imponer una serie de nuevos impuestos – sobre el plástico, sobre las importanciones provenientes de países que no se atengan a los estándares ecológicos europeos, sobre las operaciones digitales transfronterizas y sobre las operaciones financieras puramente especulativas. Todo ello es vital para una Unión Europea más sostenible – desde todos los puntos de vista: económico, ecológico, digital – a largo plazo.
Pero a corto plazo lo que cuenta es que a Pedro le ha caído el “Gordo”, que no la pedrea. Se lo ha currado. Mucho y bien, por mucho que remara a favor de la corriente porque tenía detrás el apoyo trascendental de Macron, Merkel y la Comisión Europea, además del Parlamento Europeo, que siempre está a favor pero que no cuenta demasiado en estas tesituras. Y ha tenido que sudar la gota gorda durante cuatro largos días con sus noches, en las que ha habido muchos momentos de tensión y de casi ruptura. A diferencia de muchos otros, no ha dado la nota con tweets o declaraciones intempestivas o agresivas contra algunos de sus pares. Y mira que ha habido motivos… En fin, al César lo que es del César: ha jugado bien sus cartas y le ha tocado la lotería.
El éxito europeo le va a venir también muy bien para poner orden en el corral: basta ver el recibimiento ayer de sus Ministr@s al llegar a la Moncloa, con los de Podemos aplaudiendo con igual fervor que el resto de gallinas al Gallo alfa. La reforma laboral seguirá su curso, como la renta mínima y demás medidas “sociales”, dentro de lo posible. La financiación que va a llegar de Bruselas no servirá para financiar ninguna de esas medidas y por tanto dichas medidas no serán fiscalizadas por ningún “hombre de negro”. Pero el dinero de Bruselas financiará gran parte de la reconstrucción, que será por tanto más “barata” para las arcas públicas españolas, lo que dejará más márgen para poder acometer la agenda social del Gobierno.
De remate, Paul Married no deja de ayudar con sus contradicciones continuas y avergonzantes pronunciamientos públicos. Su manual de oposición frontal hace aguas pero no ha aprendido nada de su doble derrota en Galicia – por la victoria del moderado Feijóo – y País Vasco. Pedro Sánchez es el demonio y seguirá acusándole de todo lo malo que pase, negándole cualquier mínimo reconocimiento por nada. Es normal, cabe aducir, que no se sume al aplauso de los ministros pero el timing es importante: mejor quedarse callado que intentar denostar al adversario cuando vuelve en loor de multitudes.
Lo cual es una tragedia porque sería muy conveniente poder contar con una oposición fiable y sensata, que presionara para que las ayudas se empleen bien, en función de criterios técnicos solventes y no allá donde más le convenga al barón territorial del PSOE de turno. Pero es lo que hay. Así las cosas, habrá que contar con que Ciudadanos consolide su vertiente moderada y actúe como socio constructivo, cediendo sus apoyos a cambio de enmiendas que mejoren las propuestas del Gobierno antes que seguir instalados en la opción Rivera contra la “banda de Sánchez”.
Aclaro y repito. Yo no soy de Sánchez. No soy fan y no me inspira demasiada confianza. Ojalá sea cosa mía. De momento así lo parece porque los resultados le avalan. Tras ser defenestrado por el aparato, asaltó la Secretaría General del PSOE cuando nadie daba un duro por él – yo tampoco – y se llevó el gato al agua. Luego asaltó la jefatura del Gobierno en el momento oportuno y pese al descrédito generalizado – también de mi parte – salió investido. Cuando no le quedó más remedio que convocar elecciones, las ganó pero se negó a pactar con Podemos, por lo que hubo que repetirlas, tras lo cual, no tuvo problema en desdecirse y formar el primer gobierno de coalición de nuestra corta singladura democrática. Corta vida le auguraron muchos – yo ya había aprendido la lección – y ahí sigue. Los mismos muchos pensaron que el COVID acabaría con él y apostaron fuerte pero pese a la imprevisión, la falta de mascarillas, los miles de muertos, el confinamiento despiadado y sus interminables ruedas de prensa, Pedro salió indemne, si no reforzado. Y ahora le ha tocado el “Gordo”. Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar si no vuela, un Pedro bergantín.
Ahora le toca a España. Veremos si estamos a la altura de Europa. Lo diga Rutte o su porquero este país tiene cuestiones pendientes que son muy urgentes. El clima político y la debilidad del gobierno, como vimos ayer, no ayudan. La euforia es comprensible pero por el momento solo es del poder. Veremos en los próximos meses si se transmite a los millones de parados, miles de empresas en suspensión de pagos, comerciantes y autónomos arruinados y otras víctimas sociales de esta pandemia. Yo sería prudente de momento. Pero sin el acuerdo de Europa hubiera sido imposible un mínimo de esperanza.
Buenos días LBNL,caballeros callejeros,cabelleras al viento sin coletas y a lo loco y cazadores de bulos varios,con más varilla y guardando las distacias:.
Ya le adelanto que este artículo le causará urticaria a Mr Mulligan y sobre todo a aquellos que están más pendientes de caso Diana y del Rey Emérito.
En beneficio de su sinceridad y credibilidad demostrada en cada un de sus intervenciones, creo que hasta Guridi estará de acuerdo con su artículo,para más irritación de Mr Mulligan…jeje.
Ayer en El Congreso de los Diputados cada vez que el presidente empleaba la palabra «extenuante» refiriéndose a las negociaciones para conseguir lo aprobado,la bancada saltaba desencajada burlándose de el.
Pero lo más gracioso de todo fue cuando Pablito Casado «El Holandés Errante» le dijo al presidente que gracias a las tres mujeres del PP en la UE ,se consiguió lo que se consiguió……un manantial de lágrimas recorren mis mejillas todavía con el recuerdo de tal hazaña histórica….JAJAJA…que nervios.
Ya lo dije en su momento,,la estrategia de dialogo, negociación Y acuerdo del Gobierno de Sánchez y de el grupo socialista del Congreso,que tantos logros políticos le está dando ,es hacerles creer a los demás que han conseguido algo a lo que no estaban dispuestos a dar,negociar o transigir.
A las pruebas me remito.
Gracias por el artículo y siga así ,siendo objetivo,Que eso cura ciertos resquemores y dudas existenciales..jeje.
Ante mi doy fe.
AC/DC
firmado…
¡Que alegría cuando me dijeron..!!
..JAJAJA…que nervios.
A ver cómo lo invertimos. También ojo con los grandes planes tecnológicos, lo difícil es que no se quede solo en trabajo de técnico y especialista, si no que llegue al mismo tipo de trabajador que estaba en una cadena de montaje en Nissan o en la construcción. Ahí el reto.
La ayuda europea no es un subsidio a los que se han quedado sin trabajo o la fábrica ha cerrado. Pero permite que el gobierno, al no tener que costear la reconstrucción, o una gran parte de ella, pueda atender la necesaria agenda social con muchas menos estrecheces. Y por otra parte la digitalización y la verdificación de la economía subsidiadas redundarán en grandes inyecciones de capitales que generan trabajo y riqueza indirecta.
El tiempo dirá.