LBNL
Lo digo a cuenta de un titular de El Mundo de ayer que rezaba “Bruselas insiste en la presión y pide la reforma del sistema de elección del CGPJ que rehúye Sánchez”. Que los medios titulan como les viene en gana, lo sabemos, y que algunos más que otros, también. Y El (in)mundo destaca. Porque lo que pide Bruselas es que se proceda sin dilación a la renovación del CGPJ y, a continuación, a la mayor brevedad posible, a renovar el sistema para su elección. Y el orden de los factores sí altera el producto. Porque el PP se niega a aceptar dicha secuencia, insistiendo en no renovar el CGPJ pese al imperativo legal para hacerlo, hasta que, con anterioridad, se modifique la fórmula para su renovación, lo cual es posible, incluso deseable y recomendado desde Bruselas, pero no imperativo.
La Unión Europea tiene pocas competencias – o más bien ninguna – sobre el funcionamiento de la Justicia en España y mucho menos sobre la renovación del organismo de gobierno de la judicatura. Sobre lo que la UE sí tiene competencia es sobre el buen funcionamiento del Estado de Derecho, para lo cual es fundamental la independencia judicial, principalmente de los otros dos poderes y señaladamente del Ejecutivo. De ahí que en este momento haya entablados dos expedientes contra Hungría y Polonia. Pero no porque no se renueven sus organismos de gobierno judiciales sino porque los respectivos gobiernos han puesto y quitado jueces y tomado medidas que cercenan la libertad de prensa.
Desde Bruselas no se observa con ninguna preocupación que el Gobierno de España esté tomando medidas contra la independencia judicial o la libertad de prensa, como tampoco tiene dudas sobre el buen funcionamiento de los sistemas de adjudicación de contratos con fondos comunitarios y su ejecución (sí las tiene con Hungría, por ejemplo). De ahí que Bruselas se limite a constatar – no hace falta ser un genio – que es una anomalía democrática seria – y por tanto a evitar – que el CGPJ funcione en prórroga desde hace tanto tiempo, afectando al sistema de provisión de puestos judiciales importantes como en el Tribunal Constitucional y el Supremo. Y por eso caen en saco roto las cartas y protestas del PP a Bruselas denunciando los supuestos abusos anti-democráticos del Gobierno o el PSOE, por mucho que El (in)mundo se empeñe en titular lo contrario.
Bruselas, como no podía ser de otra manera, no puede basar sus juicios en la presencia en el Gobierno de peligrosos comunistas bolivarianos que pretenden acabar con la democracia. Ni en que la jefatura del Gobierno la ostente un cínico oportunista superficial. La Comisión Europea solo puede basar sus juicios en la ley y en la práctica. Y la ley es muy clara: los dos partidos mayoritarios tienen que acordar el reemplazo del CGPJ. Y la práctica también: los jueces españoles ejercen su oficio sin interferencias gubernativas, ni represalias.
A Bruselas no se le escapa que el PSOE quiere renovar y que el PP se niega hasta que no se cambie la ley. Todo lo más, acepta el argumento del PP – solo cuando está en la oposición – de que sería conveniente aumentar la proporción de miembros del CGPJ nombrados por los propios jueces. Pero esa conveniencia es un desiderátum y la necesidad de renovar el CGPJ un imperativo legal urgente.
Si me preguntan a mí, lo lógico sería un pacto por el cual ambos partidos se pusieran de acuerdo en la composición de un nuevo CGPJ trufado de jueces de reconocido prestigio y probaba independencia política, más allá de su talante más progresista o más conservador. Y a continuación acordaran un sistema de renovación que implicara cierta intervención de los propios jueces en la designación de los colegas que van a gobernarlos. Una opción sería que los principales partidos eligieran entre los propuestos por los propios jueces. Otra que los jueces tuvieran voto sobre los candidatos propuestos por los dos partidos mayoritarios. Y hay otras fórmulas. Ninguna es perfecta ni garantiza nada pero tampoco lo es el sistema actual, ni cuando nos lleva a un bloqueo continuado porque el PP se niega en la oposición – siempre ha sido el PP – ni cuando desemboca en un reparto de cromos consensuado de jueces “afines”.
Pero no tergiversemos: Bruselas le pide al PP que cumpla con la ley y renueve el CGPJ ya. Y luego vamos con lo otro, que puede ser quizás más importante pero menos urgente.
Pues va a ser que no ; tanto “ progresistas ” como “ conservadores ” rechazan la propuesta del divino Lesmes y además no es verdad el concepto de imperativo aplicado a lo que debe ser una obligación acordada -como manifiesta el procedimiento .
El titular es indiscutiblemente : SÁNCHEZ SE BAJA DE LA BURRA porque no ha dado resultado sus maniobra por persona interpuesta ; vamos , que esto no es la Fiscalía General ( recuerden siempre : « ¿ de quién depende la Fiscalía ? » , (…) , « pues entonces » )
La desconfianza es máxima , y si fuera lo que usted dice , hace tiempo que la hoja de acero de Pedro hubiera sajado el poder judicial en sus carnes .
Porque el Poder Judicial se le resiste , los Barones socialistas , también ; su diseño de impuestos , no digamos.
Y por eso , y solo por eso , se ha bajado de la burra el caballero Don Pedro Sánchez ; porque no quiere comprometer su cabalgadura en la presidencia europea .
Y así es si así os parece.
Que yo sepa Pedro Sánchez no se ha bajado de ninguna burra pero en todo caso el artículo va de lo que pide Bruselas y de lo que no pide, asunto que Usted prefiere ignorar, quizás porque algunos puntos sobre algunas íes incomodan.
Jo, lo lejos que llega el bolivarianismo https://www.huffingtonpost.es/entry/pedro-sanchez-es-noticia-en-el-diario-mas-importante-de-italia-y-hasta-en-instagram-lo-destacan_es_634568f0e4b0281645391509
Caerse del burro y caerse del caballo se usan como reconocimiento del error en las posiciones del aludido ; se prefiere al burro siempre que se quiere destacar además la rudeza y el poco entendimiento de los protagonistas.
Por otro lado , en Bruxelas han tomado buena nota de ese carácter instintivo de Pedro , cuando la Comisión Europea “ exigió al Gobierno de Pedro Sánchez que retirara definitivamente su polémica propuesta de reforma del sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que rebajaba de tres quintos a mayoría absoluta el umbral para elegir a los 12 miembros procedentes de la carrera. Una reforma que según Bruselas iba en contra de las recomendaciones de la UE, que reclaman reducir la influencia del poder legislativo o ejecutivo sobre el poder judicial para acabar con la imagen de politización del órgano de gobierno de los jueces.”
Estos también pertenece , si acaso, a los puntos sobre las íes que incomodan.