Juanjo Cáceres
El pasado domingo se celebraron elecciones en la comunidad castellana más añeja, justo en aquellos territorios situados al norte del río Tajo, por donde ya antes del siglo X avanzaba a todo gas la denominada Reconquista. Lo hicieron, curiosamente, en un clima prebélico, también de reconquista, porque Biden había anunciado un posible inicio de acciones guerreras en Europa, con Rusia y Ucrania como contendientes. Reconozco que cuando Biden habla no sé si me he de tomar en serio o no lo que dice, pero vista la lamentable experiencia afgana, supongo que siempre hemos de considerar preocupante oír a ese señor hablar de conflictos.
Puede que eso estuviera en la mente de los castellanos viejos que fueron a votar o puede que no. Al fin y al cabo, quién sabe lo que hay en las mentes de las personas que desaparecen poco a poco de la España vaciada, de toda esa gente que hoy ha sido convertida en constructo político de moda, pero que al mismo tiempo se encuentra tan lejos física y espiritualmente de los despachos de los spin doctors de la política de hoy en día. Quién puede imaginar, también, cuáles son sus anhelos y preocupaciones, o bien lo que supone tenerles todo el día oyendo hablar de macro-granjas y ganadería, cuando lo que desaparece a su alrededor son, además de los animales, la gente, los servicios y las oficinas bancarias. O quién puede ponerse en la piel de la realidad urbana castellano-leonesa, donde las masas juveniles son captadas por las fuerzas magnéticas del centralismo madrileño y, más allá de eso, por las propias fuerzas de esa globalización que les obliga a expatriarse si tienen suficientes talentos y competencias para ello o si no les queda más remedio. Por no hablar de esos falsos amigos que todos conocemos, llamados paro, bajo poder adquisitivo, pandemia, malestar personal y civilizatorio, etc.
No son nuestros queridos partidos políticos los más preparados para ponerse en la piel de toda esa gente. Es por eso que no es exagerado afirmar que en la tierra de Miguel Delibes, la suerte estaba echada mucho antes de empezar la partida, por mucho que el CIS jurase interesadamente lo contrario. La victoria del PP no es ninguna sorpresa, porque de cinco comicios autonómicos pandémicos celebrados desde 2020 (Galicia, País Vasco, Madrid, Catalunya y ahora Castilla y León), en todos ellos los partidos de gobierno han seguido adelante. El quiero y no puedo del PSOE tampoco lo es, porque con la excepción de Catalunya, donde las circunstancias son muy distintas, los resultados han ido siempre en una misma línea y han sido especialmente lastimosos antes en lugares como Madrid.
Respecto a Vox, pues bueno, aunque se pudo contener en Galicia y en Euskadi, solo la hegemonía de Isabel Díaz Ayuso impidió un avance más significativo del que ya tuvo en el Centro (subió 45.000 votos), y recordemos que en Catalunya ya había pasado de 0 a 11 diputados, con un 7,7% de los votos. Sabíamos que estaba creciendo y las encuestas de cierta calidad hace meses que ponen en evidencia que esa es la tendencia en todo el Estado, por lo que no cabía esperar que estas elecciones fueran una excepción. Lo que pasa es que esta vez ha sido a lo grande, con un 17,6%, pero ahí también hemos de ser sinceros: no hay ningún plan en el puente de mando de los partidos del otro lado del arco ideológico para frenar a Vox. Todo lo que encontramos son inercias discursivas, activar llamamientos antifascistas y proponer cordones sanitarios, lo que casi siempre revierte en polarización y acaba reforzando las posiciones más escoradas a la derecha.
Quien seguro que no tiene planes para frenar a Vox es Unidas Podemos, que sigue perdiendo posiciones y representantes a medida que avanza su profundo deterioro interno en lo discursivo y en lo organizativo, así como la fuga de cerebros y su apetencia creciente a parecerse a lo que siempre han sido las opciones a la izquierda del PSOE. Tampoco Ciudadanos, porque ni siquiera tiene un esbozo de estrategia para evitar una extinción que parece cada vez más inminente. Sí los tienen, en cambio, las candidaturas provinciales, que han vuelto a hacer una nueva exhibición de empuje en Soria, precisamente porque allí se daban las mismas condiciones que en su día se dieron en Teruel para dar forma a un actor político y también, porque se refieren a cosas realmente existentes, no a entelequias. No ha sucedido lo mismo en otras provincias, donde han faltado candidaturas y donde ha quedado igualmente claro, más allá de la peculiar excepción leonesa, que no basta con poner unas siglas sobre la mesa para que esas alternativas salgan adelante. Téngase en cuenta, más allá de modelos, que sin proyectos bien arraigados y liderazgos confiables, el voto no fluye.
Uno de los grandes estribillos de los analistas en el día después está siendo que la jugada le ha salido mal al PP o que le ha abierto la puerta de la institución a Vox por una maniobra táctica, entre otras mandangas parecidas. La realidad es que el PP pasa a ser la primera fuerza de la comunidad autónoma, cuando antes lo era el PSOE. Que eleva en 2 su número de representantes. Que su principal rival pierde 7. Y que todo ello sucede pese a que su líder nacional es el cachondeo de Twitter, porque se ha pasado la campaña entre vampiros y remolachas. Precisamente hace poco hacía yo una parodia sobre Twitter pero ya veo que algunas fuerzas se lo tomaron todo al pie de la letra y han priorizado como actividad los tuits, “retuits” y los “me gusta” a sus flamantes líderes, en parte también porque no les queda mucho más con que trabajar.
La realidad suele llegar sin avisar, pero esta vez está avisando. Hace unos días la reforma laboral estuvo a punto de caerse por la borda por factores que no se vieron venir. El domingo quedó meridianamente claro quiénes movilizan electores y quiénes no, y la abstención también dio un paso al frente. Hoy el líder regional del PP se sitúa en posición que podríamos llamar “chiraquiana”, en honor de Jacques Chirac: puede gobernar con Vox o puede gobernar con cordón sanitario, pero su papel es clave e ineludible. Esa es la enseñanza que algunos deben extraer para imaginar el futuro, en concreto el día después de las elecciones generales de 2023, y para pensarse bien sus decisiones y estrategias. No es la única lección, pero esta es muy importante.
Buen recuerdo nos trae el articulista al nombrar a Miguel Delibes. A quien hubiese votado Lorenzo, o se habría ido de caza y no votó? Iguel ya hebía emigrado y no pudo venir a ejercer ese derecho. En fin, el Dr. Cayo silo hizo ….. pero a quien?
Lo repito para que mi escritor favorito y compañero en jornadas de caza no se enfade leyendo mis erratas.
Buen recuerdo nos trae el articulista al nombrar a Miguel Delibes. A quien hubiese votado Lorenzo, o se habría ido de caza y no votó? Igual ya hebía emigrado y no pudo venir a ejercer ese derecho. En fin, el Dr. Cayo si lo hizo ….. pero a quien?
Perdón Miguel ….. había.
Yo tengo una duda.
No se si los votantes de VOX han querido darle una patada al gobierno de Sánchez o coger por » los 0y0 » a Casado…jeje.
Como diría aquel:
¡¡¡Manda huevos,esto es la guerra!!!
…JAJAJA….que nervios.
Hoy escuchaba al diputado Sicilia , un tanto estólido y plúmbeo , quien al parecer no estaba autorizado a decir nada consistente , pero señalaba responsabilidades : si el PP quiere algo debe decirlo , señalar fronteras, establecer rayas ( rojas , por supuesto) y toda esa parafernalia ; en ningún momento asumió algún tipo de responsabilidad , algo inteligible para el paquete prodigioso gubernamental , porque el paquete se mueve en un mundo hostil , anti progresista .
Este tipo de problemas solo lo tiene la derecha porque el PSOE puede pactar con cualquiera , incluso con la extrema extrema izquierda que rompe con ronca tempestad el marco constitucional ; si en la derecha esto es moralmente sancionable en la izquierda es una virtud .
A mí me encantaría romper este juego perverso , empezando por expulsar a Tezanos de la vida política. Ya vale de sus jilipolleces seniles .
También las majaderías lanares de Vox .
Se nota que Mr Mulligan no ha recibido ninguna llamada de Tezanos para pedirle su opinión y que sea registrada en la proxima encuesta .
Espabile AC , espabile . Las fuerzas regeneradoras han fracasado a derecha e izquierda. El PSOE no puede depender de fuerzas disolventes del Estado : Bildu , PNV , ERC , etc.
El PP tampoco de VOX , una emoción retrógrada sin programa.
Pues eso.
Pues será que no lo vemos con las mismas gafas, yo veo que esas fuerzas «disolventes» de las que hablas lo único que han disuelto han sido las iniciativas politicas del Partido Popular y las pretensiones involutivas de VOX.
Y con ellas hemos logrado mas derechos ,negados por la carcundia popular voxiferantes.
Me pregunto si el votante de Ciudadanos ha pasado de ahí a votar a VOX, o ha pasado al PP y alguno al PSOE, y han salido otros del PP a VOX.
A ver en qué piensa Mañueco y su PP, tiene más diputados y por tanto es el primero en jugar sus cartas.
UP, ahora mismo poco juego tiene en Castilla y León.
Por cierto, me llamó la atención que tanto Teodoro y Santiago hablasen de castellanos y leoneses y no de castellanoleoneses.
No sé pero conseguir que las fuerzas politicas que pretenden «disolver» nuestro estado de derecho,estén de tu lado ,para conseguir mas derechos de ciudadanía y en beneficio de todos los españoles,debería ser un motivo de orgullo para los que defendemos nuestra Constitución.
Vamos digo yo….
Senyor G…hablar de castellanos y leoneses y no de castellanoleoneses.,es para poder respirar y no quedarse sin aire…jeje.
Que … ¿ se da cuenta de lo que ha dicho ? Yo creo que no .
Si que me doy cuenta,el que no se da cuenta de lo que dices eres tú.
No hay mayor derrota del que ha luchado contra nuestro Estado ,con malas artes durante años de democracia creando un dolor inmenso .
Y que conste en acta,entre «esos» no incluyo al PNV que ha demostrado tener más sentido de estado que el Partido Popular.
Esto es una jugada bastante puñetera e inteligente. Un poco como una llave de judo.
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El PNV perdió el poder gracias a la generosidad del PP que apoyó al PSE de Euskadi cuando aquel ser infame llamado Ibarretxe se alió con los amigos de Ternera.
Insisto , AC desconoce el País Vasco , su historia y en concreto el papel del PNV .
Este párrafo
« No sé pero conseguir que las fuerzas politicas que pretenden «disolver» nuestro estado de derecho,estén de tu lado ,para conseguir mas derechos de ciudadanía y en beneficio de todos los españoles,debería ser un motivo de orgullo para los que defendemos nuestra Constitución.» , se resume en las dos primeras palabras , NO SE .
Bien , no sabe , y si no sabe debemos aceptar sus carencias . No sabe .