Desprestigiando la profesión

Millán Gómez

El “todo vale” se ha instaurado silenciosa e inalienablemente en los medios de comunicación de nuestro país. No hay filtro. No hay el más mínimo rigor ético. Lo hemos podido comprobar con el mediático caso de la niña onubense Mari Luz, asesinada hace tres años presuntamente a manos de un hombre que había eludido la cárcel a pesar de tener una condena por pederastia. Ya saben, estas cosas que pasan con la Justicia de este nuestro país. Hay muchos más ejemplos que conocemos todos.

La emisión de una entrevista a la esposa del presunto asesino ha sido la gota que ha colmado el vaso. En ella, esta señora reconoce que al autor del crimen es su marido. Por supuesto, el canal emisor de esta “entrevista” (sic) era Telecinco. No creo que sea sorpresa para ninguno. Esta mujer tiene un 47 % de coeficiente intelectual y en el juicio había negado que su marido hubiese asesinado a la niña de cinco años. Según han informado diversos medios de comunicación, Telecinco utilizó todo tipo de malas prácticas para conseguir que esta mujer reconociera lo que posteriormente confirmó en directo. Llegado a un punto, incluso la mujer pidió que dejasen de grabar y la redactora, sin contemplaciones, exigió a su cámara que continuase grabando. Es decir, el todo vale llegado a su máxima expresión. Sin miramientos. Un nuevo juicio paralelo en abierto.

Ana Rosa Quintana, presentadora del programa en cuestión, plagiadora profesional y amiga íntima de Ana Botella, mostró su orgullo en un programa posterior y no se retractó de sus malas artes. Lo esperado dicho sea de paso. ¡Cómo tienen que estar algunos de la cabeza para que esta señora sea un ejemplo periodístico y se levanten cada mañana con ganas de verla y escucharla! Habla muy a las claras del nivel de valores de este país.

Este tipo de acciones no deben quedar impunes. El periodismo es un gremio profundamente dividido y que es incapaz de unirse para defender sus intereses. No sé si la solución es un Estatuto, lo que sí está claro es que la mejor de las situaciones posibles no es la actual. El intrusismo laboral, las humillantes condiciones en las que viven algunos profesionales, el nivel de paro en el sector que ronda el 30 %, etcétera son situaciones más que suficientes como para que alguien tome cartas en el asunto. Hacer cada uno la guerra por su cuenta no es un camino válido. Hay supuestos profesionales que con sus malas artes están humillando al resto de periodistas que sí pretenden trabajar con honestidad y responsabilidad. La mala praxis de algunos es el desprestigio para otros.

El ejemplo de Telecinco con el “Caso Mari Luz” es una muestra más, ni la primera ni la última. Día tras días produce verdadera vergüenza ajena leer un periódico, un digital, escuchar la radio o ver la televisión y comprobar la cantidad de faltas de ortografía o de expresión. Y más cuando en plena Sociedad de la Información tenemos a nuestro alcance todos los recursos posibles para no cometer esos errores. Podríamos decir incluso que es muchísimo más fácil realizar una información correctamente que elaborarla con algún error de cualquier tipo. La opinión pública también ha perdido en parte su confianza en los medios y algo debemos hacer para honrar lo que Gabriel García Márquez calificó como “el mejor oficio del mundo”.

12 comentarios en “Desprestigiando la profesión

  1. Por lo que veo pierdo poco con no ver la TV.

    La prensa es más jugosa y ahora con todas las vías de corrupción abiertas, más.

    Parece raro que haya tantas posibles empresas defraudadoras, como se da a entender en la noticia. No creo que tantos empresarios, como se podría entender a raiz de la información, se presten a un juego tan fácil de esclarecer y por tan poco beneficio. O la cosa es menor de lo que se habla, o es que van a aperecer tambien «intrusos» en las empresas, que ni ellas mismas lo saben. Ya no se sorpernde uno por nada en esta comunidad Andaluza…… Habrá que ver en que queda todo.
    http://www.abcdesevilla.es/20110305/andalucia/sevi-fraude-ayudas-roza-millones-201103042132.html

  2. Pues sí, Fernando, no te pierdes nada. Excepto TVE 24 horas, Buenafuente, El Club de la Comedia, alguna serie y las retransmisiones deportivas no te aconsejo nada más. Es una verdadera pena.

  3. Naturalmente es preocupante la situación de los medios de comunicación en este momento. Es lamentable tambien que estando en el que están miles de periodistas con sus carreras terminadas y tantas horas dedicadas e ello, para que ahora se sienten en las televisiones gentes con tantos meritos como las veces que se hayan acostado con un famoso y tambien la capacidad de mentir, esparcir M y en definitiva a denigrar la profesión.
    No se donde estará la formula para atajar semejante tropelía, en manos de los ciudadanos está gran parte, si estos programas se les acabase la audiencia seguramente tendrían los días contados, pero tambien es cierto que en las leyes tambien debe recaer parte de la responsabilidad. Bien es cierto que se debe respetar la libertad de expresión, pero una cosa es libertad de expresión y otra saltarse a la torera todas las normas de ética habidas y por haber. Para ocupar un asiento en ciertos programas solo se exige estar en posesión de la desvergüenza, el descaro y la facilidad de calumniar, mentir y esparcir el ventilador de la M.
    Es lamentable que con el mismo sistema tambien hay cadenas que se afanan cada día en desprestigiar a las instituciones, a los políticos, a las fuerzas de seguridad del estado y al Gobierno, a la oposición y a quien se ponga por delante, tengo que decir al igual que lo digo de Tele cinco que INTERECONOMIA y las cadenas J. RAMIRES me causan el mismo rechazo y vergüenza. Cuando se pierde el respeto se pierde la vergüenza y cuándo se pierde la vergüenza ya vale todo. No se las medidas que deban tomarse ni por quien se deban tomar, pero lo que mas me preocupa es que los ciudadanos no sepamos separar la paja de con el trigo y se mezclen churras con merinas, así nos va a crecer el pelo. Tiempo al Tiempo.

  4. Por cierto Fernado buena es tu informacion de ABC de Sevilla, pero debes poner tambien el caso GURTELL, la que sea PPPPPPPPPPTA que suene, no importa del burdel que venga.Tiempo ql Tiempo

  5. Gracias, Millán.

    Que las cosas en el periodismo están muy malamente parece obvio, aunque lo mismo se podría decir de casi todo. Donde no te sigo mucho es en uno de los supuestos males que denuncias: el «intrusismo profesional». Me parece a mí que en el campo de la difusión de información y opinión lo del intrusismo tiene perfiles muy difusos: vamos, que no creo que la licenciatura o el carné nos libren de los plagios o difamaciones de las Ana Rosas que en El Mundo son.

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    Me angustia seriamente Libia. Los casos son, por supuesto, muy distintos; pero no dejo de percibir ecos de nuestra Guerra Civil en la confusión que allí reina, en la clara diferenciación del peso específico moral entre los dos bandos y en el debate sobre si deberíamos o no intervenir. Este último aspecto está sistematizado (más o menos) en el artículo de Garton-Ash que saca hoy El País. ¿Debemos permanecer impasibles ante la barbarie? ¿Con qué título o legitimidad podrían las democracias intervenir? ¿Qué hacemos en Herat, cuando lo importante de verdad está pasando en Sirte, en Ras-el-Lanuf?

    Abrazos para todos.

  6. 6

    No relaciono el intrusismo con la mala praxis. Simplemente me refiero a que se ha extendido en el sector la idea de que para ejercer el Periodismo no se necesitan estudios y, muy especialmente, en lo que vulgar y despectivamente se llama «ciudades de provincias» (como si las otras ciudades vivieran sin provincia que les administre) es mayoritario la presencia de no titulados que ejercen como supuestos periodistas.

    Un saludo.

  7. 9

    No sé si lo dices irónicamente o en serio. Si lo dices en serio yo te digo que no relaciono pero sí creo que es fácil la mala praxis en quien no es titulado que en quien sí lo es.

  8. Yo soy responsable de lo que digo, no de lo que otros entienden que yo dije.

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