El cambio climático en Catalunya

drodrialbert

Este mes de diciembre se celebra en Paris una importante conferencia internacional sobre cambio climático. La idea es alcanzar un compromiso vinculante y definitivo para la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera a partir del año 2020, con el objetivo último de limitar el aumento de la temperatura global en menos de dos grados centígrados.

Los sucesivos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el quinto de los cuáles fue publicado en 2014, alertan del impacto que el calentamiento global puede tener sobre el Planeta. En caso de inacción por parte de los gobiernos, el incremento de las temperaturas puede alcanzar a finales de siglo hasta los 4.8 grados, y la elevación del nivel del mar hasta los 82 centímetros. Los efectos serían dramáticos, en forma de más inundaciones, sequías, olas de calor, fenómenos meteorológicos extremos, enfermedades o extinción de especies, entre otros.

La zona mediterránea es una de las más susceptibles ante los efectos del cambio climático. Así, mientras el incremento medio de temperaturas en el conjunto del Planeta es de 0.76 grados en los últimos 150 años, en Catalunya está cifra alcanza los 1.5 grados, prácticamente el doble. El Servei Meteorològic de Catalunya publica anualmente un boletín de indicadores climáticos en el que se observa la evolución de algunas variables fundamentales durante las últimas décadas. Concretamente, entre 1950 y 2013 la temperatura media anual se ha incrementado a un ritmo de 0.22 ºC por década, acentuándose esté aumento en la estación veraniega.

Pero más preocupantes son las proyecciones de cara al futuro. En el año 2010 la Generalitat de Catalunya publicó el segundo informe de cambio climático, que ha sido el primero en incluir escenarios regionalizados para el siglo XXI. Las conclusiones en cuanto a temperatura es que los incrementos en 2100 pueden llegar a ser superiores a los tres grados respecto al período de referencia 1971-2000. Los valores pueden alcanzar los cinco grados en los Pirineos, y las oscilaciones en verano serán mayores que en invierno. Los efectos del calentamiento sobre el área mediterránea son un hecho, avalado además por otros estudios realizados por la Agencia Estatal de Meteorología para el conjunto de España.

Por lo que se refiere a las precipitaciones, los resultados muestran un descenso de los valores anuales, que podrían alcanzar el 15% para finales de siglo, con valores próximos al 25% en los Pirineos. Esto podría provocar mayores episodios de sequía, que paradójicamente se complementarían con una mayor probabilidad de precipitaciones más intensas. Esto es así porque la cantidad de lluvia anual será inferior, pero estará distribuida en episodios más virulentos.

Como puede observarse, estamos viviendo ya bajo la era del calentamiento global, que no hará sino reproducirse en el futuro más inmediato. Algunas de sus consecuencias se consideran ya irreversibles, pero no obstante la intervención política no puede centrarse únicamente en la adaptación a sus efectos, sino también a la disminución de gases contaminantes a la atmósfera, causa última de toda la problemática.  

Mención aparte merece el hecho de que Catalunya no haya previsto la elaboración de un tercer informe sobre cambio climático, hecho que pone de manifiesto que lamentablemente este tema tan crucial no se halla dentro de las prioridades políticas, cuando la afectación  hacia el conjunto de la población es más que evidente. Y no parece que en las negociaciones para formar nuevo gobierno de la Generalitat esté asunto esté sobre la mesa.

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