Muerte de un ciclista

Barañain 

Ocurrió a finales de diciembre, al poco de comenzada la intervención israelí contra Hamás en  Gaza. Sucedió en Mosul, en ese atormentado Irak del que estamos ya acostumbrados, hasta la saturación, a relacionarlo con el correr de la sangre, con la violencia sin fin, con el fanatismo que escapa a cualquier lógica.  Una de las numerosas manifestaciones de protesta contra el ataque israelí que se sucedían en el mundo árabe en esos días se vio brutalmente interrumpida cuando un hombre sobre una bicicleta se hizo explotar en medio de la multitud airada, correligionarios suyos, provocando su propia muerte y heridas a diez y seis personas.   

 

Esta espantosa técnica, legitimada por los dirigentes religiosos en el mundo árabe como arma contra Israel, se volvía así, de forma tan atroz como estúpida, contra los árabes que se manifestaban por los bombardeos israelíes sobre Gaza.

 

La autoinmolación de combatientes (entre sus enemigos, que no entre los propios) que tanto desconcierto creó entre sus potenciales destinatarios,  ha sido un recurso utilizado -de manera discontinua- por el terrorismo fundamentalista islámico, sobre todo en Israel y en Irak, tras la ocupación de ese país. Algo sólo posible en el caldo de cultivo de un fanatismo extremo que propicia y anima a «no descansar y no abandonar la senda de la yihad y del martirio”. Un empeño macabro de cuya inoculación  ni siquiera se han librado los niños; en una entrevista de la BBC (20/07/01) se jactaba de ello un consejero palestino del «Campamento del Paraíso»: «Estamos enseñándoles a los niños que las bombas suicidas causan pavor a los israelíes y que nos está permitido hacerlo…Les enseñamos que después de que una persona se convierte en un detonador suicida alcanza los más altos niveles del paraíso».

 

Este absurdo y trágico episodio  del suicidio del ciclista iraquí, empeñado en llevar al paraíso, presumiblemente contra su voluntad, a sus compatriotas que compartían con él la protesta contra infieles y sionistas llevó a la periodista árabe Mona Eltahawy, a escribir un artículo en Libèration con el título “Israel, opio del pueblo y otros tabúes árabes” (http://www.liberation.fr/monde/0101309467-israel-opium-du-peuple-et-autres-tabous-arabes).

 

Mona Eltahawy es una periodista egipcia residente en Nueva York, miembro de “Progressive Muslim Union of North America” y una de las pocas escritoras cuyos artículos aparecen tanto en medios occidentales como árabes (como el periódico egipcio Al Masry y el qatarí Al Arab). Un admirador dice de ella: “sus artículos son brillantes, remueven conciencias, producen altercados, generan discusión”. En el artículo al que me refiero ahora confesaba que hasta ese momento había resistido a las presiones de quienes le empujaban a escribir sobre lo que estaba ocurriendo: «Â¿Por qué tú, una árabe, no escribes sobre Gaza?”, le decían desde que comenzaron los ataques de la aviación israelí. “Implícitamente, se me presionaba a trazar la línea: Hamas, representa el bien, Israel, representa al mal. ¡¡ Cuéntalo!! Si no, no eres lo bastante árabe ni musulmana…. Pero qué decir de un conflicto que, desde hace sesenta años, alimenta a los árabes e israelíes de un sentimiento de víctimas. Los unos y los otros esperan que todo se detenga, exigen que se les preste atención a ellos, porque ¿qué vale un masacre en cualquier otro lugar, desde el Congo hasta Darfur, comparada a su suerte? ¿Es que ya no se ha dicho todo?”

 

Sin embargo, el suicidio del ciclista iraquí –expresión grotesca de un trágico círculo vicioso- desencadenó algo en ella, según contó, que le decidió a escribir, no para repetir las letanías al uso y lamer las heridas de las víctimas sino “para lamentar la derrota moral nacida de la amnesia que castiga al Oriente Medio”. Parafraseando a Marx, escribe: “Israel es el opio del pueblo. ¿Cómo explicar de otro modo la amnesia colectiva que golpea al Oriente Medio?…. Es Israel quién da un sentido a nuestra victimización. Los horrores que nosotros nos infringimos los unos a los otros no cuentan”.

 

Tras repasar muy críticamente el comportamiento de gobernantes árabes e israelíes que alimentan o explotan en su beneficio ese círculo vicioso se pregunta “¿Dónde está la cólera de los egipcios y de los demás, contra las violaciones de los derechos humanos y contra la opresión en su país? Si grandes masas se hubieran reunido cada semana en cada una de las capitales árabes, sus dictaduras habrían sido derribadas hace ya tiempo.”

 

He vuelto sobre ese interesante artículo de Etalhawy ahora que tanto vuelve a hablarse de víctimas y verdugos –aunque,  eso sí, con doble vara de medir-,  de “crímenes de guerra”,  de “hacer justicia a las víctimas civiles”, etc…

 

Porque me pregunto, como hacía ella, si será amnesia lo que explica que, por ejemplo,  Hassan Nasrallah, el líder de Hezbolá,  fulmine a Egipto por “contribuir al bloqueo de Gaza”, mientras él vive en un país, el Líbano, que guarda a varias generaciones de refugiados palestinos en unos campos que son verdaderas prisiones virtuales.

 

Y me pregunto si es amnesia lo que impide a los manifestantes árabes (o a sus defensores europeos) que claman por la “necesidad de acabar con la impunidad” recordar el “setiembre negro” de 1970 que provocó el exilio de la OLP  de Jordania a Líbano, donde en 1982 las milicias falangistas, de libaneses cristianos,  masacraron en cuestión de horas o días a 3.000 refugiados palestinos en los campos de Sabra y Chatila. Y si es amnesia, en fin, lo que impide recordar que ni un solo libanés  ha respondido de esa masacre.

 

En Israel, una comisión de investigación (la llamada Comisión Kahan, nombre del entonces presidente del Tribunal Supremo de Israel), reconoció el grado de “responsabilidad  indirecta” que correspondía al entonces ministro de Defensa, Ariel Sharon (no hace mucho, se recordaba en este blog ese ilustrativo episodio, tan poco conocido por  la opinión pública española), y se le impuso una sanción de inhabilitación (muchísimo más, por cierto, de lo que se consiguió en Holanda  –que fue nada-,  a propósito de la responsabilidad de sus cascos azules  en la matanza de bosnios en Srbrenica). Evocando las masacres de Sabra y Chatila escribía la periodista egipcia: “Ustedes pueden permanecer tranquilos: nunca habrá una investigación árabe”.

 

Merece la pena detenerse en esa historia porque en su dolorida ironía la periodista se ha quedado corta. Esta historia nos revela algo aún peor que la mera falta de exigencia de responsabilidades  o la complacencia de los ciudadanos  árabes con ello.  

 

Recordemos: la masacre de Sabra y Chatila fue cometida por milicianos falangistas cristianos bajo el mando de su dirigente Elie Hobeika, como venganza por el asesinato del dirigente maronita cristiano y otras cuarenta personas más, Bashir Gemayel.Cuando muchos árabes invocan el recuerdo de Sabra y Chatila no lo hacen por exigencia de justicia. Aquellas víctimas sólo interesan en la medida en que sirven para demonizar a Israel. En realidad, la misma existencia de los refugiados –su pervivencia, hecho insólito, en comparación con el resto de las decenas de millones de refugiados que diversos conflictos han ido generando en las últimas décadas-, ha sido siempre, en el mundo árabe, sólo un instrumento de su lucha contra el infiel. Las concretas condiciones de vida de esa gente no han sido objeto de interés alguno para ellos.

Pero lo significativo es que el máximo responsable de los asesinatos, el mencionado Elie Hobeika (que moriría en atentado en el 2002),  inició, apenas dos años después de los hechos, y siendo ya presidente de la Falange, un proceso de aproximación al régimen sirio. En 1985 firmó un Acuerdo Tripartito junto  con Nabih Berri, líder del movimiento chií Amal, y el druso Walid Jumblatt. Lo mejor de cada casa.

Poco después, en un Líbano ya totalmente desestabilizado, al perder el apoyo de las Fuerzas Libanesas,  este tipo creó entonces el Partido Wa’d, que se alió con facciones libanesas prosirias. ¿Me siguen?  En enero de 1990 Hobeika fue nombrado ministro del gobierno de Omar Karami; desde entonces, además de pasar por varios ministerios, Hobeika  mantuvo una actividad política relevante como representante de la comunidad cristiano maronita.

Es decir, la matanza de palestinos dentro de la órbita libanesa y siria, no sólo no llevó a que nadie de ese entorno –tan solidario con la «heroica resistencia palestina»-, pidiera cuentas a su máximo responsable sino que ni siquiera le supuso un perjuicio en su provechosa carrera política en el propio Líbano, y eso con los sirios como amos y señores del país. En el caso que se siguió en Bélgica contra Sharon,  Hobeika iba a ser citado ¡como testigo de la acusación!

 

 

“Es Israel quién da un sentido a nuestra victimización”, escribía Mona Eltahawy. Edward Said decía que era una desgracia para los palestinos ser las «víctimas de las víctimas». El poeta palestino Mahmoud Darwish llevó esta observación un paso más allá, y tuvo la valentía suficiente para afirmar que esa desgracia de los palestinos era también su mayor suerte: «Â¿Ustedes [los judíos] saben la razón de por qué los palestinos son famosos? Porque ustedes [los judíos] son nuestros enemigos. El interés por nosotros [los palestinos] se deriva del interés por la cuestión judía. El interés está en ustedes [los judíos], no en nosotros [los palestinos]. Así que tenemos la desgracia de tener a Israel como enemigo, y que goce de un apoyo ilimitado. Y tenemos la suerte de tener a Israel como nuestro enemigo, ya que los judíos son el centro de atención. Ustedes [los judíos] nos han traído la derrota y el renombre».


 

Versión española del artículo:

http://blogs.periodistadigital.com/totalitarismo.php/2009/01/08/israel-opio-del-pueblo-y-otros-tabues-ar

42 comentarios en “Muerte de un ciclista

  1. Algunos apuntes rápidos antes de entrar en materia. El tono de Polonio para con Barañain ayer me parece completamente absurdo, con independencia de quién lleve razón.
    Lo de Nadal en Australia simplemente impresionante y lo del Boss dentro de un rato en el intermedio de la Superbowl promete ser todavía más impresionante. Vamos a ver que medley monta: le dieron 12 minutos y parece que ha decidido tocar 23. Veremos.

  2. Chapeau Barañaín por el artículo, que suscribo. Un par de matizaciones. En la masacre de Sabra y Chatila no murieron 3.000 palestinos indefensos. La cifra documentada por la Cruz Roja era más bien de 800, creo recordar, en todo caso muchos menos de 3.000.
    No explicitas que quién mató a Gemayel fue precisamente Siria, como también había matado muchos años antes al padre de Jumblat, el lider druso miembro de la Internacional Socialista y que ahora es otra vez enemigo ferviente de los sirios, después de haber sido uno de sus principales aliados durante años.

  3. Lo único que no me gusta del artículo es que los repetidos errores de los líderes árabes y sus continuas traiciones a los palestinos no deben ser en modo alguno excusa para que Israel no haga frente a sus obligaciones. El tema de los refugiados palestinos es peliagudo. Fueron unos 700.000 los que se fueron pero ahora son casi 4 millones, incluyendo descendientes de segundo, tercer e incluso cuarto grado. Generalmente se olvida que a resultas de la creación de Israel y las sucesivas guerras de Oriente Medio unos 700.000 judíos tuvieron que salir de los países árabes en los que vivían. No comparto el punto de vista de aquellos israelíes que resuelven teóricamente el problema de los refugiados palestinos afirmando que 700.000 por 700.000 y que tienen muchos estados árabes donde vivir. Pero tampoco que tengan necesariamente derecho a retornar a sus casas originales con toda su descendencia. Y sobre todo lo que no puedo entender es por qué a tanta gente le interesa este tema mucho más que el retorno de los bosnios musulmanes a sus casas en República Serpska, o de los hutus a Rwanda, por poner sólo dos ejemplos. Alguien organiza manifas en Madrid para exigir el retorno de los varios millones de desplazados y refugiados colombianos a sus hogares de los que han sido desalojados, en tiempo muy reciente, por la violencia paramilitar y de la guerrilla? Por qué esa pasión con los palestinos? Palestinos, aclaro, por cuyos derechos yo me he fajado en repetidas ocasiones y en mil sitios. Pero siempre mirando a izquierda y derecha y lamentando que demasiados de los que decían también defender sus derechos no lo hacían necesariamente por las «buenas razones»: con amigos así para qué quiere uno enemigos… Por cierto que lo mismo pasa cuando uno trata de argumentar a favor de Israel y salta un César Vidal cualquiera a apoyarle… Tan difícil es tratar de ser ecuánime, que no equidistante?

  4. Muy mal artículo, Barañain. No otra cosa cabía esperar del ecuánime comentarista que llama a «El País» «Hamas News». Todo lo que dices es sesgado, cuando no falso o moralmente repugnante. Comparar la pasividad de los cascos azules de Srebrenica con la acción del Tsahal durante la invasión del Líbano es grotesco. Te refieres a la bestialidad de la «autoinmolación de combatientes»… ¿te suena lo de «Mueran Sansón y los filisteos?». ¿De dónde salen la desesperación, la ceguera que conducen al suicidio? ¿Cuántas bombas humanas han fabricado los crímenes de guerra perpetrados por Israel en el último mes? ¿Tanto cuesta exigir que Israel abandone los territorios sirios y palestinos que ocupa ilegalmente desde hace más de 40 años, que deje de humillar sistemáticamente a un pueblo, que deje de asesinar indiscriminadamente -también, por cierto, discriminadamente? ¿Cómo podéis creer, los israelíes y quienes les apoyáis, que a través del terror vais a conseguir la seguridad?

    Por su parte, el putativo sigue en su linea: «Fueron 700.000 los que se fueron», dice de los refugiados palestinos. ¿Cómo es eso de que «se fueron»? ¿Se marcharon, tal vez, de vacaciones? Esta gente fue expulsada de sus casas por la violencia, y lleva 60 años de vida miserable. Ahora, «no tienen necesariamente derecho a retornar a sus casas originales», dices… porque sí lo tienen los judíos del mundo, expulsados en el siglo I, que continúan colonizando tierras ajenas para hacer definitivamente inviable el Estado palestino. Vamos, anda.

    Se puede caer más bajo, pero no mucho.

  5. Las matanzas de civiles son intolerables, en Irak, Gaza o la estación de Atocha. Quien las perpetra es un criminal. A partir de ahí, que cada cual tenga las simpatías que quiera, pero que nunca le nublen el entendimiento tanto como para buscar argumentos que justifiquen el asesinato.

    Por cierto, gran habilidad la de los que se «autoinmolan», yo, para no ser menos voy a «autolavarme» los dientes.

    El gobierno ya sólo tiene consignas, tras el «compre español», el melodramático «hay que arrimar el hombro» pidiendo a los bancos que renuncien a sus beneficios para devolvernos el crédito. Por pedir que no quede. Enfín, grotesco.

  6. ¿veremos a Zapatero llorando de impotencia, como Federer? No creo que tenga tanta sensiblidad.

  7. Teoura, parecería como que alguien te ha suplantado, o al menos eso quiero creer porque me consta que la inteligencia no te falta y en el post 4 la echo de menos. Aunque sobre todo echo de menos la ecuanimidad. No creo que ni Barañaín ni nadie sensato, desde luego yo no, crea que el terror va a traer a Israel la seguridad. Debo considerarme entre los que apoyan a Israel en ese párrafo? Lo digo porque yo he dicho sin ambajes que la operación de Gaza fue completamente desproporcionada, como el asesinato de Shehadeh, por ejemplo, y supongo que Barañaían, por mucho que desprecie una cultura política que permite e incluso incita al suicidio como forma de lucha, también suscribiría una mayor moderación israelí con independencia de las razones, o no, que le asistan.
    Pero es en tu segundo párrafo donde más echo de menos el escuchar en vez de meramente oir, el de dar una oportunidad en tu cabeza a la idea contraria antes no ya de rebatirla sino de rechazarla de plano por no coincidir con tu esquema previo. Hay un debate bastante intenso entre los historiadores sobre las circunstancias que rodearon la marcha de 1948, quiero decir entre los historiadores israelíes: los árabes no se ocupan del tema porque ya está establecida la verdad oficial: los judíos expulsaron a los palestinos a sangre y fuego. En cambio, en las últimas dos décadas, algunos historiadores israelíes han cuestionado el mantra oficial contrario afirmando que los que se fueron no lo hicieron voluntariamente sino como producto de actos de violencia que no eran tan aislados como se les había dicho. En fin, yo he utilizado una fórmula neutra pero es evidente que salieron de sus casas por efecto de una guerra, y no debilita su causa el hecho de que tal guerra la empezaran los líderes árabes o que, algunos de los huidos lo hiciera confiando en que la derrota israelí le permitiera volver victorioso.
    Y no, no he caido bajo, perdona que te diga. Cae bajo el que acusa de caer bajo al que dice cosas que no le gustan demasiado pero que están argumentadas y no son ofensivas, por ejemplo. Cae bajo a lo peor quien, en vez de contestar a las interpelaciones (por qué te preocupan más los palestinos que los de Serpska o Rwanda?) recurre a algo tan facilón como comparar la imposibilidad de volver de los refugiados palestinos con que el estado israelí acepte a cualquier judío del mundo mundial. Qué tiene que ver una cosa con la otra? España no dictamina libremente las condiciones de otorgamiento de la nacionalidad? No ayuda a los palestinos caer en los mismos errores en los que caen sus menos eficaces defensores. Aceptas al menos la doctrina de los dos Estados? Porque en tal caso lo mejor es que cada uno de ellos pueda determinar libremente quién tiene su nacionalidad. Pero a lo peor no la aceptas, a lo peor piensas que la creación de Israel fue un error que es posible desandar, que la cerrazón de muchos israelíes debe ser corregida con el desmantelamiento de su Estado, que allá donde han estado los judíos la han armado, etc, etc. Yo no, yo soy igual o más pasional que tú, pero cuando se trata de analizar aplico la mayor dosis de objetividad posible, como me consta que haces tú también. La diferencia es que yo lo hago también sobre este tema. Lo cual, además, presenta una ventaja adicional, que es al mismo tiempo la prueba de dicha objetividad: no me cabreo ni caigo en la ofensa a quien opina diferente.

  8. Vamos a ver, Padre de familia:

    – Me parece que se autocalifica el supuesto analista ecuánime que afirma que los palestinos «se fueron» de sus tierras. La utilización de este término supone falsear la realidad y, una vez más, tomar partido.

    – Tu supuesta ecuanimidad en este asunto no existe. Tu enfoque al abordar las noticias de la última guerra, desde la matanza del colegio hasta la «investigación» por el uso de las bombas de fósforo blanco, ha sido constante y sistemáticamente parcial.

    – Hoy por hoy no es el momento de volver sobre si la creación del Estado de Israel en 1947 fue un error. Muchas decisiones fruto de la II Guerra Mundial (la división de las esferas de influencia, el apuntalamiento de algunas dictaduras, las transferencias masivas de poblaciones) fueron sin duda errores, y ese acto de fundar un Estado sin consultar a quienes vivían en ese territorio debe inscribirse en su época. La cuestión es que Israel existe, hecho incontrovertible que no tiene marcha atrás. Ya sabes, porque lo he escrito aquí, que pienso que los dos Estados podrían ser una solución: el esquema está ya establecido en los Acuerdos de Ginebra. Lo que pasa es que Israel se esfuerza con todos los medios desde hace décadas por frustrar el Estado palestino. Ésa es la cruda realidad.

    – Me preocupan los palestinos, me preocupan los refugiados de la Srpska, me preocupan los ruandeses. Todo en función de su escala y proximidad, de la complejidad de las situaciones, de la desproporción de las fuerzas en juego. Reivindico mi derecho a preocuparme por lo que me da la gana y a denunciar los asesinatos de inocentes cuando los veo con mis propios ojos. El único conflicto que nos ha estallado a los españoles en la cara, provocando dos centenares de muertos, ha sido una derivación del cáncer primigenio originado por la ocupación israelí de tierras palestinas.

    – Claro, como Israel es un Estado determina quien puede vivir en Israel y, ojo, en las tierras ocupadas ilegalmente por Israel: así, un cuarto de los judíos que viven en Israel y en las colonias ilegales, que siguen hoy creciendo, son rusos que han llegado a la zona en los últimos 20 años. Como Palestina no es un Estado, que se joda; no puede determinar quien vive en Palestina. Otra vez más, la ley del embudo.

    Aparte, me parece muy mal tu reproche a Polonio por sus intervenciones ayer. Él hizo un esfuerzo notable por clarificar un asunto confuso, y lo hizo con acierto, de manera didáctica. Frente a ese esfuerzo serio, se utilizaron tácticas de diversión propias de un sofismo de tercera regional. Es natural que Polonio se harte.

  9. Lo siento,tiro la toalla….no porque la situacion en Oriente Medio sea un bucle infinito de desesperacion,si no porque ninguna de las religiones que se enfrentan sea merecedora de mi respeto…aunque yo sea un «mequetrefe».

  10. Como era de esperar, artículo sesgado que más parece haber salido del entorno de una sinagoga -¿toca ahora lo de antisemita?-que de una pluma inteligente y pretendidamente objetiva como sin duda suele ser la de Barañain para otros temas.

    Lo de Padre de Familia más preocupante:
    ¿Fórmula neutra cuando se dice poco menos que cientos de miles de palestinos se fueron de vacaciones?
    Cuestionar el derecho de los palestinos a su propio terrotirio, de todos los palestinos, por aquello de los 700.000 es, sin duda, un modelo de objetividad.
    Con el mismo brioso estilo argumental habrá quien siga adfirmando el archiconocido «y tú más» o «y tú menos» para los judios que llegaron a las tierras que hoy constituyen su Estado desde distintos puntos del mundo. Fantástica forma de ser objetivo y no equidistante…casi que mejor la equidistancia.
    ¿Y eso de las preocupaciones…más por estos, menos por aquellos?: Palestina si, Rwuanda no…es también parte de la objetividad analítica? o un ejercicio de simple demagogia sacado de texto y de contexto?….en fín…

    Comparto que Don Polonio trató de hacer un esfuerzo serio por aclarar el asunto relativo al juez Andreu y se lo agradezco. No tengo nada claro que la AN tenga que intervenir ern asuntos de estas características, pero ello no merma ni un milímitro la legalidad de su actuación.

    Y un ruego a Teoura y al resto de blogueros: aunque se haga casi cotidianamente, me parece muy poco apropiado comparar situaciones de violencia más o menos cronificada, con el cancer, primigenio o no. Razones?, parecen obvias, aunque si no lo son, las daría.

  11. Hoy soy un hombre feliz,un mequetrefe,que esta satisfecho con que la pelicula «Camino» haya recibido los mayores galardones otorgados por nuestros «titiriteros»…comicos para los amigos.

    El Opus, ese engendro sectario del cristianismo catolico,ha sido juzgado por «la fantasia real» de 25 imagenes por segundo.

  12. .no porque la situacion en Oriente Medio sea un bucle infinito de desesperacion,si no porque ninguna de las religiones que se enfrentan sea merecedora de mi respeto

    Religiones? Qué religiones se enfrentan? O se refiere AC al reparto de hostias no consagradas entre armenios y griegos ortodoxos en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalem. Yo creo que es más exacto para lo que nos ocupa, el bucle infinito de desesperación de la guerra entre el estado de Israel y el de Palestina (o conflicto, o como quieran llamarlo)

    Por lo demás, totalmente de acuerdo con Teoura, Polonio y Lezo. Poco puedo añadir más que aplausos.

    Y aparte de Camino, Goya para Jess Franco. Con un par!

  13. Bueno, pues habiendo ya dos grupos, por un lado Teoura, Polonio, Lezo y Pratxanda, y por otro lado Padre de Familia y Barañain… (más o menos, me equivoco?) ahora, ¿cómo llegamos al acuerdo para conseguir la paz? no lo dejeis a medias…jeje

  14. Permafrost, ok, cómo llegar a un acuerdo por la paz, por orden de aparición:

    Punto nº 1: devolución por parte de Israel de los territorios ocupados en Cisjordania y desmantelamiento de los asentamientos.
    Punto nº 2:
    Punto nº 3:
    Punto nº 4:
    Punto nº 5:
    Punto etc:

    ¿¿¿?????

  15. Agradezco el artículo, con el que se puede diferir, pero que incita a la reflexión. Sobre todo a la reflexión sobre las reacciones emocionales que suscita este tema tan peliagudo, reacciones comprensibles, pero que pueden nublar las entendederas si falta el necesario desapego para observarlas. Como tanto tema en política, las opiniones sobre Israel y Palestina suelen alinearse en campos preferenciales con los que se está emocionalmente condicionado a aceptar como propio, sesgo primario tras el cual se estructuran las argumentaciones. Por ejemplo: quien se identifique con la izquierda (que se considera casi siempre bienpensante) de la mayoría de paises europeos, se pondrá inevitablemente del lado de Palestina, dada su condición de víctimas de un estado opresor. Alternativamente, no pocas personas que dicen llamarse de derechas (consideradas malpensantes por el bando bienpensante) matizarán fuertemente su apoyo a Palestina o apoyarán decididamente a Israel. Hay posiciones intermedias, por supuesto, pero en general las tendencias de opinión oscilan entre estos dos campos. Entretanto, quienes realmente tienen poder de decisión en el conflicto actuarán casi siempre guiados por motivaciones de orden más venal y pragmático, al mismo tiempo que siguen manteniendo la ilusión de una contienda ideológica, moral, política, bíblica, cabalística o como quiera llamársela. Y los que sufren, allí siguen, hacinándose, ajenos a nuestras inteligentes opiniones. ¿Qué se puede hacer? No tengo más opiniones que dar que las que ya existen y llenan las páginas de los periódicos y los libros, de un lado y de otro. Tengo amigos palestinos y judíos y abomino de los fundamentalismos. ¿Sirve de algo a alguien el que diga esto? Lo dudo. Si fuera Bill Gates o un premio nobel quizá, e incluso en ese caso es difícil imaginar que el deletéreo proceso que se inició en Palestina hace ya tantos años vaya a depender de opiniones o argumentos, como el comunismo soviético no cayó por opiniones o argumentos, y como Fujimori o el camarada Gonzalo no cayeron sólo por opiniones o argumentos. La Unión Soviética cayó porque ya no podía sostenerse económicamente, y Fujimori por la imbecilidad de su lugarteniente, y el camarada Gonzalo por acción de la policía. Quizá existan algunas leyes desconocidas aún que deban seguir su curso en el caso de Palestina antes que el conflicto se resuelva, no sé. Pero dar opiniones me da simplemente verguenza.

  16. Buenas tardes a todos.

    Compruebo ahora el escaso entusiasmo provocado por el tema elegido para hoy. Puede que se deba a la torpeza con que lo haya planteado, o al clima un tanto crispado en el que se ha desarrollado la discusión de los útlimos días o, simplemente, a la saturación que provoca el asunto. O a que esté muy extendida esa convicción sobre la inutilidad de cuanto podamos decir, que tan agudamente expresa F. van den Broek en´su post. ¡Otro día habrá más suerte!

    En cualquier caso, agradezco sus aportaciones a cuantos han opinado sobre el artículo. Lo agradezco incluso a los críticos que consideran todo lo escrito «sesgado», «falso» o «moralmente repugnante». Incluso a quien el artículo le parece como si hubiera salido del entorno de una sinagoga y no de una pluma inteligente y objetiva (aunque no sé por qué contraponer «sinagoga» con «inteligencia»). E incluso, en fin, a quienes sólo añaden «aplausos» a tales aportaciones.

    Y lo digo muy en minúscula escala de este Debate Callejero, de la percepción que en España existe sobre el conflicto de Oriente Medio.Percepción a mi juico muy distorsionada.

    …………….

    Unas pocas observaciones:

    Tiene razón Padre de Familia en lo del número de víctimas de Sabra y Chatila.

    También comparto su apreciación sobre el llamado «problema de los refugiados». Un asunto que daría para mucho. Y en el que, a mi juicio, la responsabilidad de Naciones Unidas ha sido y es enorme. Y no para bien precisamente.

    No sé que tiene de «grotesca» (4) la evocación, en el contexto de lo que es una exigencia de responsabilidades, del episodio de los cascos azules holandeses (los que incumpliendo su misión expresa de proteger a unos miles de bosnios musulmanes, permitieron con su pasividad su exterminio). Podría admitir que quede algo confusa, pero me interesaba resaltar lo especificamente «europeo» de aquel drama, para situar en su justo término ciertos rasgamientos de vestiduras. ¿Quizás hubiera sido más clarificador evocar las decenas de miles de libaneses asesinados por los sirios o por otros árabes en los años previos y posteriores al asalto a Sabra y Chatila y la nula respuesta que en el mundo árabe y en occidente provocaron?

  17. Fe de errores

    Donde digo:

    «Y lo digo muy en minúscula escala de este Debate Callejero»

    Quería decir:

    «Y lo digo muy en serio porque este conjunto de reacciones, incluidas las más emocionales o viscerales, reflejan mjuy bien, aunque sea en la minúscula escala de este Debate Callejero.»

  18. Aunque estoy de acuerdo con FVdB 21,reivindico la necesidad de desahogarnos ,emitiendo opiniones que no sirvan para nada…..tampoco sirve para nada tener verguenza,cuando nadie te ve ,ni sabe,quien eres realmente….ya se, ya se…soy un mequetrefe…a mucha honra…jeje.

  19. Muchas gracias a Barañain por su artículo. Me ha gustado mucho el artículo que comenta de la periodista egipcia Mona Eltahawy.

    Pero no voy a comentarlo, ni voy a hablar más por el momento del conflicto palestino-israelí. Solo quiero mostrar mi sorpresa y desagrado por el mal rollo que ese tema ha creado entre algunos participantes en el blog. A mí no me cabe la menor duda de que todos los que escribimos aquí nos horrorizamos cada vez que un niño o un civil no niño, de cualquier país, incluidos los palestinos, es asesinado en un ataque militar de cualquier ejército, o de cualquier banda de cualquier tipo. Ponerlo en duda de alguien me parece insultante.

    Pero una cosa es horrorizarse y otra no poder tener diferentes puntos de vista sobre un tema tan peliagudo, retorcido y maldito como es el conflicto entre un pueblo que quiere tirar al otro al mar y hacerle desaparecer, y el otro que abusa brutalmente de su poder superior para defenderse. Creo que en un foro de debate, sea callejero o no, y entre personas civilizadas como presumo que somos las que estamos aquí, se debería poder exponer diferentes puntos de vista sobre este tema y sobre cualquier otro, sin que ello diera lugar a enfrentamientos ni acusaciones personales.

    Me recuerda esto a lo que ocurría cuando estaba vigente el mal llamado mal llamado proceso de paz para acabar con eta. Había personas que consideraban que estar a favor de ese proceso era incompatible con hororizarse cada vez que eta mataba o intentaba matar a alguien. A los defensores del proceso se les consideraba poco menos que defensores o casi cómplices de eta. Yo tengo la certeza de que a todos los que escribimos regularmente en este blog nos produce tanto sufrimiento o más que a los que tanto lo vocean, el asesinato de cualquier persona por esa banda. Pero eso no debe ser obstáculo para poder discutir de modo objetivo y desapasionado, y sin personalizar, sobre cual será la mejor forma de acabar definitivamente con eta. Y de hecho aquí se ha discutido.

    Un poco de cordura, por favor.

  20. De mequetrefe nada, Amistad. Según mi modesto entender, eres una de las personas más inteligentes y ecuánimes que pululan por esta callejuela.

  21. Me preocupa después de haber leído ayer (1 de feb.) y hoy los posts sobre la cuestión palestino-israelí, el grado de fuerte enfrentamiento entre blogueros sobre este tema. Hay que evitar personalizar la discusión. Me ha gustado más el post 18 de Permafrost que con una educación británica califica como «una noticia perturbadora» el artículo de El Pais en que salen a la luz documentos isralíes en que se admite que se han ocupado territorios palestinos con asentamientos en gran escala. Pero no señala para quién puede ser perturbadora.
    Sigo su ejemplo: Tambien en El País de hoy hay un excelente artículo en las páginas de opinión del anterior Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, en el que, sin insultar a nadie, insiste en algo que otros comentaristas han dicho antes y es que la solución de dos Estados es fundamental, pero que » intentar liberar a palestinos e israelies del callejón sin salida estratégico en que se encuentran sólo será posible desde fuera. Si una solución impuesta desde fuera falla, toda la región empezará a caer en una confrontación peligrosa durante los primeros años de la presidencia de Obama.» Y yo lo siento por Obama, porque los extremistas palestinos e israelies (o judíos en EEUU) tienen cogida la sarten por el mango (en este caso 2 mangos), y los extremismos necesitan la guerra para justificar su extremismo.
    Creo que los blogueros deberíamos no volver a hablar de este tema durante una temporada. «Doctores tiene la Iglesia»; estamos cayendo en el ataque personal y nosotros no vamos a resolver el problema.

  22. El diario «Público» abre hoy con una encuesta sobre Galicia que viene a ratificar lo que dicen el resto de medios, es decir, el PP bajaría un par de diputados y se quedaría a dos o tres de la mayoría absoluta. Pero lo que subrayo de toda la encuesta es que la materia que más apoyan los gallegos de la Xunta bipartita es la política lingüística. Qué cosas. La sociedad gallega dice que hay que apoyar el gallego y que no existe tal conflicto, como pregonan Galicia Bilingüe, UPyD y la ex-alcaldesa de Vigo, Corina Porro (PP).

    Un saludo.

  23. Eso AC, a otra cosa: como el video que Intereconomía ha colgado en la red acerca de lo malísimo que es Wyoming. Fantástica publicidad gratuita para El Intermedio y La Sexta. Son más panchitos que sectarios.

  24. Hastaloscojones.com

    Me parece acertada la propuesta #27 de PMNQ. Punto. Podría aplaudirse, pero parece que tampoco es algo sensato, ni inteligente. Me explico: hoy he leído el artículo, y he decidido pasar del tema. Pero leyendo los comentarios de Teoura y Lezo, me parecía un poco… no se… cobarde, mi actitud. Dios, o el director de contenidos del universo, no me ha dado el don de la retórica de Frans, y sin pensar he escrito «aplausos». Error. La idea principal era que estaba de acuerdo y no podía añadir más. Pero Barañain no olvida… y ahí está para escarnecer al que «aplaude» simplemente.

    Paso. Cuando empezó el «intercambio de disparos» entre Palestina e Israel, dijé que era propalestino. Por resumir. Y medio en broma me advirtieron que avisara si tiraba «algo» en el campo del Depor. Me froté los ojos. Jamás podía haber imaginado una respuesta parecida.

    En fin, de momento tenemos una baja, que es la de Salaberria. Y podrían aumentar. Un alto el fuego sería recomendable

  25. En los años de mi juventud, interpreté el conflicto entre Israel y Palestina desde un prisma que filtraba las noticias que me llegaban de Oriente Medio a través de la prensa y de las cadenas de televisión españolas. Vi tanques arramplando con todo lo que se les ponía por delante, disparando ráfagas de ametralladora frente a jóvenes -algunos niños- palestinos, armados tan solo con una honda y con un kefie, como el de Arafat, anudado al cuello. También recuerdo la imagen de soldados israelíes destrozando el brazo de un campesino a golpes de la culata de un fusil o humillando a mujeres en los puestos de control de tránsito. También busqué datos en un libro que describía el conflicto desde una perspectiva histórica y que, releyendo estas navidades, descubrí muy sesgado en favor de la causa palestina. Me impregné, en definitiva, de una doctrina que resaltaba la asimetría de una lucha entre un Estado ocupante frente a un pueblo ocupado. Así que no pude más que alinearme con los débiles, como en tantas otras disputas.

    Hace unos años tuve la fortuna de conocer a algunos israelíes que me explicaron una versión de los hechos a la que no había tenido acceso, quizás por falta de miras pero, en resumen, por no tenerla tan a mano como la contraria. Y me descubrí matizando mis opiniones en una dirección que me habría sorprendido pocos años antes.

    Lamento no haberme percatado antes de que una buena parte del apoyo que reciben los palestinos lo reciben de forma incondicional, con independencia de lo que ocurra, por parte de sus «hermanos» árabes o musulmanes de cualquier parte del mundo. Quizás no fui consciente hasta que, paseando por las calles de Lavapiés, vi unos carteles de una asociación marroquí de amistad con Palestina incitando a la destrucción de Israel en nombre de una supuesta nación musulmana, junto a una secuencia de imágenes que retrataban el asesinato de un niño, al que su padre trataba de cobijar, a manos de fuerzas del ejército israelí. Por su parte, los argumentos de los judíos de todo el mundo en favor de Israel suelen ser impolutos en las formas, muy alejados de las consignas que escuchamos en las manifestaciones de árabes en favor de Palestina, pero están tan viciados en el fondo como la defensa a ultranza de la pannación musulmana que promovían los carteles de Lavapiés.

    Me sirve de poco comparar el grado de civilización de Israel con el de las sociedades árabes o de mayoría musulmana, si este hecho, que es indiscutible, se enarbola para justificar actuaciones abominables. Porque al final todo se reduce a lo mismo, a tratar de buscar los argumentos, los datos o cualquier elemento que sugiera que el enemigo -porque en esos términos se define al adversario- es el culpable último de todos los males. Ni un sólo minuto dedicado a la introspección, o a tratar de entender los argumentos del que se sitúa enfrente.

    No creo que se pueda ser ecuánime, equidistante o neutral al tratar un conflicto con tanta carga emocional como éste. Pero sí podríamos intentar reconocer la virtud en los que opinan de forma diferente a nosotros, o en los que hacen un esfuerzo de autocrítica con el objetivo de poder llegar un poco más allá en el tortuoso camino a la paz.

    Hace unos días fui a ver «Vals con Bashir» con dos de mis mejores amigos, un judío argentino y una israelí, también judía. La película me pareció muy buena. Muy entretenida también, a pesar del recelo que tenía hacia un film de animación. Pero, sobre todo, me alegró ver la valentía de Ari Folman, judío, israelí y sionista convencido, al retratar el horror de Sabra y Shatila, del que su pueblo -y él mismo, como participante en aquella invasión- fue cómplice.

    Me gustaría poder decir que me quedo sólo con los argumentos y que nunca recurro a la autoridad de quienes los presentan cuando trato de aproximarme a una cuestión. Pero tengo que reconocer que en infinidad de ocasiones no lo consigo. Fui a ver la película invitado por mi amiga, que quiso mostrarme los horrores cometidos por su pueblo -al que ella defiende con insistencia-, quizás porque entiende que su pueblo no será nada el día en que se mantenga impasible ante el horror, o quizás porque tiene la rara capacidad de querer interesarse por lo que opina hasta su enemigo más irreconciliable. Para mí, sus opiniones, las de mi otro amigo judío, las de Ari Folman, así como las de otros, como Amos Oz o David Grossman, tienen la ascendencia de venir expresadas por gentes capaces de abstraerse de un conflicto que les golpea hasta lo más profundo de sus seres, gentes capaces de pausar sus emociones durante un instante para poder escuchar al enemigo, o para mirar dentro de sí mismos y tratar de no perder la cordura en medio de tanto horror.

  26. Me apunto al armisticio, sin resquemores. Y hago votos laicos por la vuelta de Salaberria.

  27. Quería hablar del Publiscopio, que señala que Turismo y política ling¨çistica son los itemas que más valoran los gallegos de la Xunta, pero Millan se me ha adelantadeo.

    Quería hablar del vídeo de Wyoming que le ha coladao a «Más se perdió en CUba» de Intereconomía, pero Lezo se me ha adelantado.

    Quería tuenar la letra de esta canción, pero Popota se me ha adelantado

    http://www.lapaginadefinitiva.com/weblogs/popota/2009/02/02/rock-in-madrid/

  28. Disculpas:

    Leí el artículo esta mañana y he escrito el comentario anterior (#34) mientras venía a la universidad en el metro (con 6 horas de diferencia horaria con España). He colgado lo que había escrito sin haber leído la mayor parte de las reacciones, en particular las aportaciones que sugieren que un alto el fuego bloguero sería aconsejable. Releyendo lo que he escrito, me he dado cuenta de que quizás no he contribuido demasiado al cese de hostilidades. Mis disculpas.

  29. ¿Pero cómo pueden ser tan cerriles los de Intereconomía? No se cree si no se ve. Nada más enterarme esta tarde del vídeo que circulaba de Wyoming gritándole desaforado a una becaria que le interrumpía mientras grababa su programa, con cientos de putas, hostias, coños y demás palabrejas, no tuve la menor duda de que era un montaje del propio Wyoming. Hoy en el Intermedio lo han confirmado y demostrado muertos de risa. Lo grabaron ellos y se lo mandaron de forma anónima por correo electrónico a Itereconomía. Y, oh los grandes profesionales del periodismo, sin la menor gestión para comprobar la procedencia, veracidad, etc. del vído, les dieron las gracias inmediatamente, lo colgaron en Youtube y se dedicaron a poner a parir a Wyoming durante todo el día. Ellos y montones de gentes del mismo pelaje desde diferentes blogs y foros de todo tipo. Serán memos…

  30. Me ha encantado el post 34 de Antesala. No tienes que pedir disculpas por su contenido que me parece muy mesurado. Esmuy interesante que hayas podido alternar con israelíes que saben salir de su bloque nacional y ponderar mejor lo que está pasando. Grosman perdió un hijo en el ataque al Libano y escribió en El Pais un artículo impresionante y alejado del bloque nacional unipensante.

  31. Perdon, Lezo. Ni siquiera la excusa típica («no sabía») es válida. Gan torpeza la mía. Mil disculpas.

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