Sobre la posición española en la reforma de la UEM

Lluis Camprubí

Tradicionalmente, el planteamiento del gobierno español en lo referente a los cambios requeridos para la Eurozona era: alta exigencia y ambición propositiva en mancomunar riesgos; aumentar la capacidad fiscal; generar instrumentos anticrisis; y dotar la UEM/UE de una institucionalidad comunitaria que lo legitimara democráticamente. Lo que es un planteamiento lógico tanto en perspectiva europea para asegurar que la UEM adquiere la resiliencia necesaria a nuevas crisis y se impulsa la funcionalidad y convergencia del área, como en perspectiva estatal teniendo en cuenta su posición de economía periférica y deudora.Así pues, la última posición española sobre el fortalecimiento de la UEM del pasado abril ha sido recibida con cierta decepción por su falta de ambición.

Claudi Pérez en su primicia de recomendable lectura situaba ya el marco del documento: “Mariano Rajoy pedía hace meses un presupuesto anticrisis del euro, un superministro europeo y eurobonos. Las dos últimas propuestas de España en Bruselas pasaban por modificar el mandato del BCE, crear un seguro de paro y mutualizar deuda. El Gobierno ha sacrificado este lunes ese nivel de ambición y ha presentado una propuesta menos afilada. España se conforma por ahora con completar la unión bancaria y crear una capacidad fiscal anticrisis. Madrid se alinea a grandes rasgos con París, pero el documento del Ministerio de Economía adopta el lenguaje de Berlín en varios debates esenciales para el futuro del euro”.

De forma parecida el centro de análisis EuroIntelligence opinaba al respecto: “Our initial reaction is one of disappointment because Spain is dialling down its ambitions. Spain no longer even mentions eurobonds, a common treasury, or the expansion of the ECB’s mandate to include growth and employment. But the Spanish document is refreshing in that it takes the German stonewalling arguments head-on, and attempts to construct a concrete argument for European deposit insurance now, not at an unspecified future date. Finally talking sense about risk reduction in the banking union may be Spain’s most important contribution to this debate”.

La priorización planteada por el gobierno español también es caracterizada de la misma manera por el Instituto R.I.Elcano en su informe de perspectivas para el año 2018 al afirmar: “Por lo que se refiere a las prioridades temáticas, el debate más importante sigue siendo el de la reforma de la gobernanza del euro, donde España apuesta ahora más por priorizar la consecución de la Unión Bancaria o la transformación del MEDE en algo más parecido a Fondo Monetario Europeo sobre propuestas más ambiciosas como la mutualización de la deuda”.

Intentar explicar el porqué de ese viraje es relevante. Xavier Vidal-Folch en una tribuna reciente señalaba el gran error que supone abandonar los eurobonos. Y apuntaba que es propio de un gobierno sumiso.

Sin voluntad de ser exhaustivo creo que hay algunos factores explicativos a este retroceso: a) la no voluntad de confrontación con Alemania (por muy distintas razones) y con los otros países aún más refractarios a mancomunar riesgos; b) la disminución de la percepción de riesgo y de la urgencia de la necesidad por haber superado las fases críticas de la crisis; y c) la confusión entre lo que debe ser una plataforma negociadora (la posición propia) y el dibujar lo que podría ser una zona de acuerdo transitable.

La posición española debería recuperar la ambición tanto en la de mancomunar riesgos y capacidad fiscal (y sí, también responsabilidades), como en la profundización y legitimación democrática. Da la impresión que a veces el elemento de disponer de una institucionalidad responsable y democrática de alcance comunitario y que responda a la voluntad de la mayoría se relativiza o se deja sin concretar. Y de hecho debería ser el factor de partida para construir sólidamente capacidad fiscal y dispositivos que permitan combatir mejor futuras crisis. Si vemos que hay que avanzar en la unión fiscal, disponer de la unión política que la oriente debería ser igual de relevante. Para ello el posicionamiento español sería deseable que fuese una posición de país-parlamento y no tanto de gobierno o ministerio, tanto por ganar en fuerza de la posición como en legitimidad.

¿Cuál debería ser en rol en la negociación de cara a la hoja de ruta para la eurozona que puede concretarse en la cumbre de junio si hay cierto consenso franco-alemán? Habermas en una entrevista resumía en una respuesta al rol de España en la construcción europea: “España simplemente tiene que respaldar a Macron”. Más allá de la consigna (que requeriría matices), España debería asumir cuál es su posición, y cuál es el campo de batalla: “partidarios de la unión fiscal versus partidarios de la unión de estabilidad”. En este terreno su rol debería ser empujar y acompañar en todo lo necesario al motor de la unión fiscal y estirar los posicionamientos hacia el máximo de ambición. Y no, en cambio, intentar dibujar hipotéticos consensos que debilitan el avance en esta fase de la discusión-negociación. No sabemos el grado de concreción de la hoja de ruta para la reforma de la UEM que saldrá en junio, pero habrá que presionar para que las premisas de la unión fiscal y política avancen lo suficiente. Y post-junio seguir estirando en el aterrizaje de los detalles, o en las orientaciones generales si aún no se han cerrado las grandes orientaciones

2 comentarios en “Sobre la posición española en la reforma de la UEM

  1. Excelente artículo de Campubrí a través de las laberínticas galerías subterráneas en donde se juega el ser o no ser de la UME/ UE ; es de agradecer al autor las valiosas referencias con las que hila un discurso de alto nivel , en especial la entrevista a J Habermas -su retrato de Macron y su liderazgo mueve a la esperanza a pesar de las incertidumbres del momento – con ese sabor de la filosofía envolviendo la conversación con las palabras exactas.

  2. Gracias por el post que trae un tema muy interesante.
    Primero, me van a permitir que incluya dos link el primero es un informe del Instituto Elcano sobre el futuro de Europa y un esbozo de posición española. Es largo, pero si se le echa un vistazo al resumen ejecutivo y tal…
    http://www.realinstitutoelcano.org/wps/wcm/connect/1305c333-9ff8-44f6-9a8e-ae1b55d3c6de/informe-elcano-23-el-futuro-de-la-union-europea.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=1305c333-9ff8-44f6-9a8e-ae1b55d3c6de

    El segundo link es un manifeisteo de varios economistas y algun que otro cientifico social al tema de la reforma de la UME, es decir, lo que sería otra version de otros autores del mismo post de hoy. El inconveniente (quizás) es que está en inglés, por otro lado es mas breve que el informe previo.

    http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_en/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_in/zonas_in/spanish-view-emu-reforms

    Y ahora, ya , la opinión del que suscribe:
    Coincido con el sentir general y del autor en que el nuevo Ministro de economia a procedido a una rebaja muy acusada en cuanto a las perspectivas de integracion respeto a la anterior. ¿En un deseo de complacer a Alemania? ¿En una compensación a esta por al VP de De Guindos en el BCE?. El malévolo que llevo dentro me hace pensar en lo segundo.

    Europa no se puede construir ni integrar ni avanzar mientras impere , a lo largo de los paises, la posición del «yo no doy un duro a estos», «si tengo una posición mejor es porque soy mejor», «si otros tienen problemas lo que tienen que hacer es ser como yo». Comprensible, de venta excelente ante los propios electorados, pero básicamente falsa y de casi imposible compatibilización con un proceso de unión. por cierto, básicamente óptica liberal de arriba a abajo, «lo mio es mio, lo tuyo es tuyo, y si me junto es porque me conviene a mí». Como cada formación politica, o cada lider porlitico articule la contradicción entre el «yo yo y yo y nosotros lo primero y tal» y «oye que bien cuanto me gusta ser euroep y compartir riesgos y asociarme», es cosa de cada uno, pero anticipo quee s complicado presumir de «liberal» en tu casa y a la vez, pedir compartir muchas cosas de los demás, o sea «socialdemocratear» en Europa.

    Para llevar a cabo el programa de unificación por el que España aboga, España tiene que empezar a liderar posiciones, intentar construir consensos y empezar a boxear en su categoria. Sin que esto suponga un desprecio a ls grandes «cachas» de la Euro Area, una cosa es artcular posiciones y llegar a acuerdos y otra babear un poco patéticamente por migajas de atención.

    Para llevar a cabo el programa de unificación por el que España aboga hacen falta presencia en el consejo Europeo de posiciones socialdemócratas, visto que la CDU, gran bastion de la democracia cristiana, en esto no esta interesada. Las posiciones liberales a este juego no juegan, y menos aún los Orbanes, Kacinskys -para que hablar de RU- y las coloristas listas de los países del Este.

    Por mucho que Parlamento y Comision europeos nos encanten (que lo hacen), el poder duro para avanzar aun esta en los estados miembros. Es en cada país donde hay que ganar para que luego en el Consejo se llegue al acuerdo que hay que llegar. Voten en 2019 y voten listas socialdemocratas

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