Sombras de nihilismo y destrucción

Arthur Mulligan 

 

Dejamos atrás el 2023 pero no los sombríos augurios cubiertos con las vestimentas galácticas de las parejas presentadoras de televisión. Nadie puede sentirse satisfecho con los intentos continuados para la demolición de las bases políticas de nuestro Estado en la que se superponen las crisis y sus bases económicas, sociales y de representación en medio de una formidable transformación digital en los medios de producción. Inquietud e incertidumbre que resume la desconfianza en las ideologías que nos han acompañado hasta aquí y cuyo reflejo en los medios – inmersos en un ciclo transformador poco virtuoso – vive en continuo stress.

 

Empecemos por lo inmediato, la segunda derrota importante de un gobierno que sangra por las heridas de su debilidad, que no solo es numérica sino conceptual. La estadística de las opiniones bien informadas y de especialistas en derecho constitucional expresan claramente la inconstitucionalidad de una amnistía negociada con sus beneficiarios para suplir las carencias del PSOE en la formación de gobierno. El problema surge, precisamente, del hecho de que no haya en la Constitución referencia explícita a la amnistía, como sí la hay respecto al indulto.

 

«Ninguna de nuestras anteriores constituciones utilizó la denominación de “Poder Judicial”. La opción del constituyente por ese título revela de por sí la especial significación que se quiso atribuir a ese poder en el marco de la Constitución en sus relaciones con los demás poderes. En los artículos 117 y 118, la Constitución determina quiénes son los integrantes del poder judicial (los jueces y magistrados), su posición respecto de los demás poderes; su función, que les atribuye en exclusiva, y el valor de que dota a sus sentencias y demás resoluciones firmes.» No cabe introducir excepciones a lo dispuesto en el artículo 118, que debe entrar en juego como obstáculo insalvable de una ley de amnistía

 

Y ahora lo más bonito: «El alcance de la obligación establecida en el art. 118 CE genuina expresión constitucional del efecto de la cosa juzgada, llega hasta el punto de que incluso sentencias dictadas sobre la base de leyes que, con posterioridad, puedan haberse anulado, al haberse declarado inconstitucionales por el Tribunal Constitucional, mantienen su fuerza de cosa juzgada. Lo que equivale a decir que se mantiene respecto a ellas la obligación de cumplirlas que establece el art. 118 CE.» 

 

(artículo de Vicente Conde Martín de Hijas. Socio del despacho Cremades Calvo Sotelo y magistrado emérito del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo)

 

¿No es maravilloso el mundo del Derecho Constitucional? ¿No es impecable como dice nuestro animado ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños?

 

Parece que Pedro Sánchez no piensa de este modo y mira con recelo al todopoderoso poliministro que reúne el peso de los tres poderes en su mente.

 

¿En qué piensa nuestra izquierda? En el terrorismo de baja intensidad y el otro; en la defensa de la tradición apelando a la identidad; en la relativización de la democracia y la justicia dependiendo de los compromisos con los secesionistas; en la protección de los irredentismos fomentando la gestión de las emociones renunciando acríticamente al libre examen que exige el debate. También piensa en el hundimiento de un populismo mediocre en lo populachero peor, sin freno estético alguno, la democracia que predica en su mítines, alejada de la razón y la deliberación haciéndose fotografiar como Sánchez, sin ningún pudor con Jorge Javier Vázquez, el de Sálvame! un programa que compromete la dignidad humana.

 

Y su más grave pecado, la propagación de las bondades de los nacionalismos patrios, con el seco argumento de que es apoyado por mucha gente y no reconociendo los problemas que provocan, además de falsear la historia y la ruda moralidad de su presencia.

 

Frente a esta realidad mutante, se han rebelado entre otros Savater, Félix de Azúa y Javier Cercas, este último cuando afirma: «he visto que el PSOE y un partido con el 1,6% de los votos dirimen el futuro de todos en secreto, en Suiza y con un mediador internacional (como si dialogaran Rusia y Ucrania), mientras el resto aguardamos temblando el veredicto de la superioridad…» o «Yo he visto cosas que nunca creí que vería. He visto cómo un partido progresista, a quien voté durante décadas, ha hecho justo después de unas elecciones lo que siempre dijo que nunca haría. He visto cómo ese engaño colosal suprimía a millones de personas, que políticamente ya no existimos o sólo existimos como papel higiénico: la prueba es que, en el acuerdo firmado por el PSOE y JxCat, Cataluña se identifica sólo con los secesionistas, lo que quiere decir que los no secesionistas, que ya sobrábamos en Cataluña, también sobramos ahora en España».

 

Y qué pensar sobre la relativización de ETA y los pactos que se suscriben al amparo de su blanqueamiento. ETA no mata, pero pervive la cultura del odio que alimentó y no hay más que mirar los datos que Covite, con paciencia, recopila cada año: solo en 2023 ha consignado más de 50 homenajes a etarras fallecidos o en prisión, así como cientos de pintadas, pancartas y manifestaciones por la amnistía de los presos de ETA. El total es mucho mayor, es un mínimo lo que se denuncia: uno de cada cuatro estudiantes de Secundaria en Euskadi y Navarra sigue defendiendo la legitimidad de la violencia en política. 

 

En consecuencia con este ambiente, la Secretaria General de CC.OO de Euskadi denuncia cómo se quiere incrementar el valor como mérito de los perfiles lingüísticos en oposiciones a médicos u operarios de oficios varios en clara conculcación de la legalidad.

 

Afortunadamente cabe un rayo de esperanza con el rechazo de la ley de Amnistía y en todo caso ha sido un placer ver la mandíbula de Sánchez expresar la dureza de su humillación por la querencia fabuladora al contarnos cuentos chinos.

 

Pero en fin, los jueces que instruyeron las causas del procés, los fiscales que acusaron, y los magistrados que condenaron a los responsables de la declaración unilateral de independencia y el referéndum del 1-0, estaban sentados en las primeras filas del acto en el que Felipe González censuró gravemente la Ley de Amnistía y los ataques contra los jueces en la tribuna del Congreso por parte de Junts. 

 

Cuando les corresponda, es esperable que hablarán con la misma contundencia que Felipe González.

 

Hará bien Puigdemont en desconfiar observando como el pueblo de fallas y chirigotas interpreta su amistad con el presidente de esa nación a la que maldice.

2 comentarios en “Sombras de nihilismo y destrucción

  1. Ejem…les pediría a todo el mundo y no sólo al universo de «La Fachoesfera» que se tranquilicen,que las cosas tienen unas explicación más sencilla que las elucrubaciones mentales que se han disparado a cotas más altas que los esforzados alpinistas que suben al Everest.
    Quizás me equivoque o sea un iluso.
    Pero al fin y al cabo la respuesta está en el
    «Tiempo al tiempo»
    Aunque parece que hay muchos que le quieren robar el tiempo al tiempo.
    Ante mi doy fe,tila y tranquilidad.
    AC/DC.
    .¡¡Viva Ziluminatius!!..JAJAJA ..que nervios.

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