Aguas de Marzo

Arthur Mulligan

Con Sánchez no cabe el gradualismo, el matiz, las normas de tráfico de la lengua, la entrevista espontánea ni el debate cultural. Su sola presencia altera todo lo noble, bueno y bello que los siglos hayan podido decantar en el Norte de Italia; sus risotadas siniestras en las Cortes Españolas, son en su aspecto práctico, la bocina náutica alertando del banco de niebla que se aproxima y oculta un desastre, aunque venga envuelto en ese inglés del que presume, un fluido glacial más que le protege.

Pertenece al nuevo prototipo de liderazgo que consiste en saltarse las reglas poniendo a su servicio a petimetres de usar y tirar, cuyo mejor ejemplo acabado es el superministro Bolaños, ridículamente pagado de sí mismo en la interpretación de las conclusiones del Informe de la Comisión de Venecia.

Contrariamente, el proyecto de Ley de Amnistía no encuentra acomodo en nuestra Constitución, violentando la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, por su arbitrariedad e indeterminación, todo lo cual genera inseguridad jurídica, un valor superior del ordenamiento jurídico al Oeste de Putin.

El informe es contundente y examina uno a uno los escasos artículos de la ley cuya exposición de motivos es más larga que la propia ley y plantea también los problemas interpretativos y de aplicación que se van a ver comprometidos en su choque frontal con la normativa y con el derecho.

La redacción de los preceptos, la amplitud en el espacio temporal de aplicación de la norma, la vinculación en ocasiones a la convocatoria o no de las consultas prohibidas, pero también a la intencionalidad de las acciones para conocer si están o no están orientadas a la consecución de la Independencia de Cataluña.

Esa indeterminación en la graduación de los artículos la hace extraordinariamente confusa; además, la Comisión, advierte por otra parte, de que no existe ninguna razón para hacer la tramitación de la Ley de forma urgente (salvo, lógicamente, el Pacto de Investidura melodramáticamente rubricado por el Gran Cerdán en representación del PSOE).

No hay razones de justicia en esta Amnistía porque se pretende únicamente obviar que se cometieron delitos de malversación – posiblemente también de terrorismo – y desobediencia, entre otros, para que hagamos tabla rasa y se perdonen estos delitos, pero solo a un selecto número de ciudadanos mientras que el resto deberá cumplir la ley como es debido.

Afortunadamente y dentro de lo malo, hemos tenido precedentes de la entereza del Poder Judicial, singularmente con la llamada Ley del “solo sí es sí”, estableciendo barreras de contención en su interpretación para su inmediata reforma aunque no pudo evitar los efectos perversos que llevaba inscritos en su molde: la inmadurez e indolencia del Gobierno por los deseados efectos autoritarios que se perseguían y que al menos tres de sus miembros, todos ellos magistrados de carrera, no impidieron.

Lo han vuelto hacer, y como la ley hay que aplicarla con todos los principios constitucionales, que por definición ni se estorban ni se apelotonan en el ordenado cerebro de Bolaños, aunque a veces lo parezca, resulta que el conflicto está servido.

Ningún español bueno o malo se cree la motivación de la Ley de Amnistía y en especial no se lo creen sus beneficiarios por el mero hecho de serlo. Como diría Tom Hagen, el abogado de la familia Corleone en El Padrino, «son solo negocios».

Por el camino de la infamia han dejado perlas como los delitos de terrorismo a la carta o las ya señaladas malversaciones, que serán amnistiables dependiendo únicamente de la buena fe en la persecución de sus finalidades, sustituyendo los mamotretos leguleyos de la editorial Aranzadi por el fervor hacia las aventuras de Robin Hood.

El Gobierno, que lo es todo en el caso que nos ocupa, legisla mal y legisla contra sus propias posiciones, reiteradamente expuestas antes de las elecciones de Julio a bienintencionados ciudadanos, una conducta que lo deslegitima a los ojos de los españoles que les creyeron, ante los otros poderes del Estado y también, como muchos esperamos, en el pronunciamiento final del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Según Junts «lo volverán a hacer mejor»; para ERC «habrá referéndum» y el PSOE cree que «la amnistía ayuda a la reconciliación». Pero el más grande, el mejor en su estilo, el nuevo oráculo de Delfos, el tornasol Zapatero no se reprimió al decir que «la Amnistía entrará en las páginas de la Historia, un hito en la convivencia española».

Todo el esfuerzo histórico de Zapatero y Sánchez es liquidar la alternancia y sus discursos fundamentales no son producto de la ingenuidad o de la ignorancia son solo pura mala fe, por el traslado de la fractura catalana al conjunto de España.

Hoy la atmósfera es irrespirable, ha llevado a su partido a mimetizarse con su voluntad, todo voluntad y nada más que voluntad. Las principales figuras socialistas de la transición aborrecen su desempeño y reniegan de sus propósitos de gacetillero sensacionalista y de sus parejas de baile.

Es un mal gobierno, débil y en descomposición; un gobierno que nos miente y con un gravísimo problema de corrupción cuya investigación sigue en curso.

Un gobierno que no responde jamás a lo que se le pregunta en las sesiones de control; un gobierno de excepción y capaz de hacer un referéndum, romper la unidad fiscal del país, endeudar al estado, y abanderar consignas reaccionarias contra la pornografía o la prostitución sin ofrecer otra cosa que decretos y represión, como previamente ha hecho con ese bodrio de ley trans, verdadero hazmerreír iconoclasta.

En lo que concierne a los vascos ha logrado la cuadratura del círculo facilitando alianzas con los asesinos de sus predecesores, elevando su respetabilidad ante los electores sin preocuparse y ocuparse de su bienestar empezando por lo más básico: el derecho a poder instruirse en la lengua de sus padres que es en la que consumimos los productos culturales mayoritariamente en Euskadi (libros, revistas, periódicos, radio, cine y teatro).

Niego que esa autodenominada izquierda sea depositaria de un proyecto emancipador, original y solidario. Al contrario, es radicalmente divisivo, aventurero y autoritario. No sabe gobernar. Es indolente, falso, descuidado y un promotor de conseguidores lobistas.

Se ha puesto de moda amenazarnos con su permanencia mediante la sentencia de «nos guste o no», una trágala propia de los peores de entre ellos.

De momento pierden elecciones y carecen de Presupuestos porque temen a sus socios progresistas.

Y no, no nos gustan nada.

 

6 comentarios en “Aguas de Marzo

  1. Bueno, a mí si me gustan. Y los de enfrente me disgustan mucho más.
    Me sorprende la referencia al Tribunal de Luxemburgo. Cuándo habría de intervenir y a santo de qué? En todo caso el TC, ¿no? ¿O es que se pretende que la amnistía viola el derecho comunitario? Ni siquiera cabe que se pronuncie el Tribunal de Estrasburgo del Consejo de Europa sobre la compatibilidad con la Convención Europea de Derechos Humanos. ¿O es que se pretende que la amnistía viola la Conveción? Se puede pretender lo que se quiera pero cualquiera de ambas demandas sería inadmitida. En fin, no conviene creerse todo lo que se publica.

  2. Especialmente si proviene de Bolaños cuando afirma que un texto es impecable . O la manipulación grosera del documento de la Comisión de Venecia .

    La UCO y el Poder Judicial nos salvarán .

  3. Pues para lo malo,malísimo que es Pedro Sánchez,la economía va como un cohete sideral,llueve en España y los cristianos lloran porque la lluvia que tanto le pedían a La Virgen María,les impide sacarla en procesión a las cofradías.
    Nunca llueve al gusto de todos y hay quienes ven chuzos de punta ,cuando nos están dando de beber.
    Por eso me complace ver a Mr Mulligan con los mismos argumentos de siempre,que no van a ningún lado,ni impiden su úlcera intelectual.
    Hay ateos que se parecen más a Jesucristo que muchos «españolazos» que viven del rencor y que van a ir al infierno,fijo… Jajaja…que nervios.

  4. Solo puedo recomendarle una vez más tranquilidad y buenos alimentos ; hoy por ejemplo , pruebe las torrijas y después infórmese . Es usted víctima de un espejismo pero no le culpo ; la responsabilidad última es de la maquinaria de propaganda de Moncloa a la que es adicto como millones de españoles en una mezcla de acto de fe y la barbarie de la ignorancia que nos flagela . ¿ Qué deberíamos esperar de la calidad de ministros y ministras que me resisto a citar ?

    La apariencia de prosperidad se debe a que se adoptan como referencia los valores económicos derivados de la crisis de la covid, cuando se produjo una fuerte retracción de la economía española. Un ejemplo: si parto de un nivel 100 y bajo a 80 para luego subir a 90 no puedo decir que voy muy bien porque he mejorado 10 puntos; en realidad, he bajado 10 puntos porque ni siquiera he llegado a recuperar los 20 que bajé. Lo cierto es que España se ha limitado a recuperar el nivel de PIB previo a la pandemia.

    Vamos mal y los diagnósticos son todavía peores si analizamos el origen del rebote económico. Los datos no engañan: el crecimiento en 2023 se debió esencialmente a un desbordado gasto público que no estaba sustentado en la economía productiva. El truco: un incremento considerable de la deuda pública. Además, ese gasto público no ha ido destinado a inversiones, sino a subir las pensiones y los sueldos, lo que ha permitido el incremento del consumo familiar. En resumen, no estamos produciendo bienes, sino consumiendo de prestado con el Estado como mediador del trampantojo. De hecho, en ese período se han reducido las inversiones y la exportación de bienes. Solo los ingresos por turismo han crecido verdaderamente.

    Hay que insistir: a partir de 1995 la economía española creció en valores reales, pero la crisis inmobiliaria detuvo esa positiva evolución. Los datos no engañan: la renta per cápita española está estancada desde hace dos décadas y la productividad global ha disminuido un 7,3%. La previsión del OCDE es que España pasará del puesto 24 al 34 del mundo en poder adquisitivo familiar, quedando por detrás incluso de Portugal y Grecia. Y el aumento del empleo se ha debido en buena medida al falseamiento de los datos por el nuevo modo de medir los parados y a la contratación masiva de empleados públicos.

    Ahora el 37% de los trabajadores sostiene a una legión de subsidiados, pensionistas y funcionarios, lo que acarrea una presión fiscal fuerte sobre los trabajadores y los autónomos, que no sobre las empresas transnacionales y los bancos, cuyos beneficios se han disparado en 2023. Los únicos ingresos protegidos y estables ahora son los de los pensionistas y los funcionarios, lo que es positivo, pero insuficiente. Hay que mejorar los salarios de los trabajadores por cuenta ajena y los ingresos de los pequeños autónomos. De lo contrario iremos hacia una España empobrecida, improductiva, subsidiada, endeudada y desigual. De hecho, el índice de desigualdad ha crecido con el Gobierno … ¿ de izquierda ?

    La economía española no va bien por más que nos engañemos con el placebo del endeudamiento. Es preciso impulsar un cambio de modelo productivo,

    Seguimos sin invertir en Investigación y Desarrollo, fuentes a largo plazo de la innovación y la competitividad. Digan lo que digan los voceros del Régimen, las perspectivas de la economía española no invitan a la autocomplacencia. Es preciso un cambio de rumbo, que debe empezar por dejar de mentir a los ciudadanos.

    .

  5. Curioso: Mulligan considera que AC/DC mira un espejismo, y al revés. Yo lo de que Sánchez es Satanás y lo peor que ha habido nunca y tal y tal, no lo compro porque la realidad no lo sustenta y tampoco lo sustentaba cuando se decía lo mismo de ZP. Es decir, que esa misa ya la he oído, lo cual ayuda a no creérsela.
    Pero no veo contradicción entre lo que dice AC/DC sobre la economía y lo que dice Mulligan. Pero AC/DC tiene razón en que los datos de España son bastante mejores que los de nuestro entorno, que también bajó a 80 pero no ha subido a 90 sino que se ha quedado en 85. No todo el mérito es del PSOE, sin duda, pero cuando el barco va bien, el piloto por lo menos no lo está estropeando.
    Y en cuanto a lo otro, muy de acuerdo en casi todo. Lo malo es que pareciera – no lo dice – que fuera cosa de Sánchez y el PSOE y es mucho peor: nuestros gobernantes se centran mucho en el corto plazo económico y lo superficial y poco en lo verdaderamente profundo. PP también. O peor.

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