LBNL

Yo debo ser muy simple pero hay algunas cosas que me parecen obvias de toda obviedad y, sin embargo… Se me ocurren tres cositas así a botepronto. En primer lugar, no hago más que leer y oir multitud de críticas a la Unión Europea por la falta de vacunas cuando debería ser evidente que el responsable es la empresa que solo ha entregado una cuarta parte de las vacunas que se comprometió a entregar. Segundo, Junts va a frustrar la investidura de Aragonés porque Esquerra se niega a aceptar que Puigdemont y su Consell sigan manejando el cotarro pero ha pactado el apoyo de la CUP, que exige una nueva temporada de soberanismo unilateral que Esquerra no está dispuesta a protagonizar. ¿No deberían tener claro que su única opción factible de hacer algo bueno por Cataluña es pactar con los Comuns y el PSC? Y finalmente, el rosario de ex dirigentes del PP que vienen declarando no haber estado al tanto de la contabilidad B del partido… ¿No se dan cuenta de que la estrategia, desde el principio cuando declararon todos juntos que había una campaña contra el PP, ha fracasado?

Empezando por el principio, durante el primer cuatrimestre del año, Pfizer-Biontech ha entregado 66 millones de vacunas, uno por encima de los 65 a los que se había comprometido por contrato. Moderna ha entregado los 10 a los que se había comprometido. Y la anglo-sueca Astrazeneca ha entregado solo 30 millones de los 120 que se había comprometido a entregar. Peor aún, para el segundo cuatrimestre, Pfizer-Biontech promete entregar los 200 millones a los que se ha comprometido, Moderna los 35 millones comprometidos y, novedad, Johnson and Johnson, los 55 millones contratados tras su reciente autorización para el mercado europeo. Astrazeneca, en cambio, lamenta solo poder entregar 70 millones de los 180 contratados. Es decir, a final de marzo nos faltan 90 millones de vacunas prometidos por Astrazeneca y a final de junio está previsto que nos falten 110 más, 200 millones en total, todas de Astrazeneca.

La estrategia de la UE, dirigida por la Comisión Europea encargada por los 27 países de la Unión, de pre-financiar la investigación y producción de las vacunas por parte de hasta seis compañías, no debería ser puesta en cuestión. Las compañías han contado con los fondos para investigar y producir las vacunas en tiempo récord, las están produciendo a marchas forzadas y las están entregando según lo previsto. Excepto Astrazeneca. Los demás contratos fueron negociados correctamente y se están cumpliendo. El de Astrazeneca no. Se habrán comprometido a mucho más de lo que podían servir por un error de cálculo, fumarán cosas raras o serán unos piratas. No lo sé. Lo que sé es que son ellos, que hasta la fecha no han tenido problema para cumplir con sus compromisos contractuales con Reino Unido, los que son responsables de la falta de vacunas que nos acucia.

EE.UU. va por delante de Europa en población vacunada. Lógico: Pfizer y Moderna son americanas y tienen más fábricas allá. Y Estados Unidos no permite la exportación de una sola vacuna al exterior: en EE.UU. se han producido 164 millones de vacunas hasta la fecha de las que se han exportado cero. En Reino Unido, también por delante de la UE en vacunación, al menos de la primera dosis, se han producido 16 millones y también se han exportado cero. En la UE, por el contrario, se han producido 110 millones de los que se han exportado 46, principalmente a Reino Unido. ¿Por qué? Porque es un mercado libre en el que las empresas tienen capacidad para servir sus contratos al mundo entero sin interferencias políticas. Siempre y cuando también cumplan con los compromisos adquiridos con los países de la UE, lo que Astrazeneca no está haciendo.

Por cierto, en China se han producido 229 millones de vacunas de los que se han exportado 109 y en India 125 de los que se han exportado 55. De Rusia no tengo los datos más allá de que su producción es muy limitada, razón por la cual buscan con ahínco socios en Europa, España incluida, para producir su vacuna Sputnik, si bien son incapaces – o se niegan – a dar la información necesaria para que su vacuna Sputnik pueda ser autorizada por la agencia europea de los medicamentos.

Pasemos a Esquerra. Le ha costado dios y ayuda ganar a Puigdemont y Junts en las urnas. Ahora que lo ha conseguido, aunque Illa le pasara por la izquierda – o por la derecha si prefieren – han optado por la reedición del tripartido indepe con ellos al frente. Pero la CUP quiere guerra, más madera, y Puigdemont quiere seguir al mando desde su exilio dorado; para algo es el “mártir”. Debería ser evidente que su plan no tiene ningún futuro. La CUP no va a ser domesticada y va a seguir exigiendo soberanismo unilateral – pacífico, eso si – cada lunes y cada miércoles. Y que Junts va a querer seguir mangoneando; al fin y al cabo son los herederos de Convergencia.

No sé si el martes Junts hará bueno su farol de tumbar la segunda votación para la investidura de Aragonés. No importa demasiado porque, de hacerlo, bien podría ser que en un par de semanas alcancen el acuerdo necesario para que la faciliten, lo que no dejaría de ser pan para hoy y hambre para mañana. Cataluña necesita un Govern, que se ocupe de la gestión de los muchos problemas que la aquejan – pandemia, crisis económica, pobreza, educación… – como al resto de España, sin dejar de lado pero sin ocuparse en exclusiva de la cuestión política del encaje de Cataluña en o con España. Esquerra no ha renunciado en absoluto a su objetivo independentista pero sí ha reflexionado sobre la necesidad de anteponer la democracia a la independencia. Junts y la CUP no. Con tales socios no van a ser capaces de cuadrar el círculo. Tienen la opción alternativa de los Comuns y el PSC. Cuanto antes se atrevan, mejor para ellos. Y para Cataluña.

Finalmente, el PP y la Gurthel. Me parece entendible que Aznar, Rajoy y los demás nieguen haber recibido sobre sueldos, que nadie puede demostrar entre otras cosas, probablemente, porque nadie los declaró a Hacienda. En todo caso, los posibles delitos fiscales individuales, estarían prescritos. Lo que no tiene pase es que, contra toda evidencia, sigan afirmando que el PP no tenía contabilidad B y que, en todo caso, era una contabilidad personal de un tesorero corrupto. Eso no se sostiene aunque solo sea porque el supuesto tesorero corrupto financió la reforma de la sede de Génova a cargo de su supuesta contabilidad privada.

Quizás hayan llegado a la conclusión de que la corrupción institucionalizada y sostenida en el tiempo del PP ya está descontada políticamente y que lo mejor es escurrir el bulto. Pero el proceso de la operación Kitchen está en marcha y hay muchas grabaciones de Villarejo que todavía no han salido a la luz. Difícilmente ninguna de ellas, como ninguna prueba que Bárcenas pueda sacar después de que se las robaran, podrá probar que Rajoy autorizó contrataciones públicas a cambio de donaciones al partido o que recibiera sobres con billetes. Pero si yo estuviera en su piel optaría por algo más de humildad y discreción: todos sabemos lo que pasó y todavía pueden salir muchas cosas a la luz que lo evidencien más todavía.