Carlos Hidalgo
Que la política española suele estar tensa no es ninguna novedad. La llamada “crispación” lleva presente en la política española desde mediados de los años noventa del siglo pasado, si no antes. Pero esta crispación, basada en el pernicioso principio de que todo vale para lograr el poder, va calando de otras maneras, con argumentos manidos y aparentemente razonables, pero que llevan en sí mismos la semilla de más crispación aún.
Hay uno que no es nuevo, sino que viene desde los tiempos de Franco, en los que la política y la democracia eran una cosa muy fea. Y el poder había que dejárselo a la gente de bien y de buena familia. Y es el argumento de que todo aquel que se mete en política es sospechoso, que es un inútil sin méritos, que no tiene ideales en realidad y que es un aprovechado.
Otro es el de la “coherencia” y la “firmeza”. Que se vea como algo virtuoso no ceder jamás. Considerar cada línea del programa como algo escrito en piedra y reprochar a los demás que lleguen a acuerdos, en lugar de batirse en duelo al amanecer. De esto presumía particularmente Julio Anguita, tal vez, decían otros con maldad, porque nunca gobernó nada más allá de la alcaldía de Córdoba.
Ambas cosas me horripilan. Porque en las democracias se vota, se respeta lo votado y los representantes electos se reúnen en un sitio llamado Parlamento donde, oh, sorpresa, se parlamenta. Y parlamentar es llegar a acuerdos, dialogar, negociar y, eventualmente, acordar cosas en común.
Con la caída del Muro, intelectuales como Fukuyama salieron a decir que la historia había tocado techo, que las democracias habían ganado al resto de regímenes de la Tierra y que ahora sólo había que sentarse a esperar que estas democracias terminaran de extenderse a lo que quedaba del globo. Pero el caso es que ahora parece que las democracias están a la defensiva. Y los regímenes autoritarios (ahora se ve especialmente) a la ofensiva. Las dictaduras suelen ufanarse de su fortaleza, frente a las democracias, a las que definen como blandas, inconstantes, hipócritas y amorales.
Y es que no hay nada más coherente, fuerte, constante y con férrea moral como un dictador. He ahí a alguien que llevará sus principios hasta el final, cueste lo que cueste.
En las democracias los gobiernos cambian por la voluntad del pueblo. Y en las dictaduras, el gobierno intenta cambiar al pueblo para que se adapte a su voluntad. Pero, según señala la ciencia política, resulta que las democracias, con sus defectos, sus políticos, sus inconstancias, su supuesta inmoralidad y su supuesta hipocresía, son los regímenes donde mejor viven sus ciudadanos y donde más oportunidades tienen en la vida. No de manera perfecta, claro está. Pero si mejor que un régimen donde has de servir a una clase extractiva que no dudará en privarte de tus posesiones, tu libertad y hasta tu vida, si le supone alguna clase de ganancia.
Y como dijo Maquiavelo en sus “Discursos”, en los que reflexionaba sobre su experiencia con príncipes, repúblicas, dictaduras y asambleas, resulta que no hay nadie mejor gobernado que los pueblos que se gobiernan a sí mismos, que suelen ganar en virtud al mejor de los monarcas.
Así que gobernémonos a nosotros mismos y hablemos. Sin gritos, si puede ser.
El articulista no lo dice, pero una cosa muy española que detesto (y hay por supuesto muchas otras que me encantan) es esa incapacidad para discrepar sin enemistarse. El «agree to disagree» inglés para el que no tenemos traducción. Y eso es en gran parte lo que preside – y debe seguir presidiendo – el debate callejero: discrepar, completamente si hace falta, desde el respeto al otro, discutir hasta la saciedad si es necesario, los argumentos del otro, pero sin ofender, sin recurrir a descalificaciones personales. Eso es también la democracia, ser demócrata.
Muy de acuerdo . Hechos y argumentos. « Y es que no hay nada más coherente, fuerte, constante y con férrea moral como un dictador. He ahí a alguien que llevará sus principios hasta el final, cueste lo que cueste.»
Pues adelante con Venezuela ,Nicaragua, Cuba , etc…
La discrepancia en sí no significa nada , apenas una interjección ; argumentos , razones , encaje histórico , eso es lo importante .
Pero cuando se dice que ERC es un partido democrático porque está y ha sido votado y nos da un hostia en el morro sin comerlo ni beberlo pues hay que decirlo y , mejor aún , combatirlo , a pesar de que les joda a los de ….
Si ya nos conocemos , también los argumentos .
Todos los partidos que se presentan a las elecciones son partidos democráticos,sean cuales sean sus reivindicaciones políticas.
Otra cosa es quienes defienden la profundización en derechos sociales y los que intentan eliminarlos a toda costa.
No es lo mismo apoyar y conseguir nuevos derechos que impedirlos .
No es lo mismo ser un misógino,que luchar contra la violencia de género.
Y tú lo sabes.
Saltarse a la torera los modos democráticos y decidir por su cuenta sin contar con la oposición ni el Parlamento, no es de recibo, por muchos derechos sociales que se pretendan defender, cosa que también está por ver si es eso lo que se pretende.
Si Sánchez no se da cuenta que el cambio producido con la salida de Casado le va a obligar a cambiar el paso y dejar de despreciar a la oposición tachando a toda ella de ultraderecha a la que no hay que dar su sitio, se equivoca totalmente. Y se va a ver.
Si Sánchez se cree que trasladando a la población la imagen de estadista involucrado en las altas misiones de País, moviéndose por Europa, lo llamen o no, mientras los problemas de la población y las dificultades que las actividades desarrolladas por la misma no parecen afrontarlas con la urgencia requerida, es que no conoce a la población que preside.
En algún momento el Presidente se dará cuenta que nos vamos enfrentar a problemas sin fácil solución y que van a requerir de la complicidad de una gran parte de los partidos políticos. Convendría que les vaya facilitando el camino para compartir el marrón, o se lo comerá solo.
Vaya,vaya….ahora resulta que el problema de que el PP haya sido incapaz de llegar a acuerdos con el Gobierno es que Casado no era el líder idóneo para ello.
Presentan a Feijóo,No como el líder del PP que tiene la oportunidad de sentarse con sentido de estado con el Gobierno,si no como el líder que logrará eliminar del panorama político a las políticas desarrolladas por el Ejecutivo de Sánchez.
Hemos visto como Feijóo hacia sus arengas para conseguir ser el líder del PP,acusando al Gobierno de forrarse con los impuestos en la factura de la luz y los carburantes y ninguna palabra para poner en evidencia a las eléctricas y a las gasolineras por los pingües beneficios derivados del precio del gas y del petróleo,sin exigir que estas empresas paguen más impuestos,no sólo para contrarrestar la bajada de impuestos del estado que exigen diariamente para bajar los precios ,ni tan siquiera para pedirles a estas empresas que tengan un mínimo de empatía con sus clientes y con nuestro estado.,para aliviar y fomentar la productividad de las empresas y ciudadanos que viven con su espada de Damocles cotidiana.
También hemos oído las justificaciones que ha vertido en olor de multitudes el candidato Feijóo comparando la violencia vicaría con la violencia intrafamiliar,poniendo en tela de juicio La violencia de género,para dar valor a los acuerdos de gobierno en Cy L con VOX.
Ayer Feijóo fue votado por una mayoría aplastante por su militancia para ser el presidente del PP.
¡Enhorabuena!.
Ahora tiene que demostrar que los mítines que dio estos días para movilizar a su militancia para lograr su respaldo,le permitirán desarrollar y llevar al PP a posturas más europeas y no supeditada al insulto sistemático al que le ha llevado VOX.
Y sobre todo si va a demostrar su sentido de estado sin dejar de pensar
. «Que caiga España que ya la levantaremos nosotros».
Me pregunto si están tan seguros de que están ganando las calles o que le están dando la calle a VOX y no quieren ser menos.
Pareciera que en España y en el resto de la UE no hemos tenido una pandemia mundial y que estamos inmersos en una guerra provocada por Putin con todas las consecuencias económicas que está trayendo.
Parece ser que nadie conoce que sólo a las huelgas de los trabajadores se le reconoce el derecho a emplear piquetes informativos.
Esto es un paro patronal de pymes y autónomos y «falsos autónomos» que empezaron su paro con piquetes violentos y sabotajes,perjudicando descaradamente al transporte de productos perecederos fundamentales
para la alimentación.
No dudo que sus reivindicaciones sean necesarias,pero me pregunto que sentido tiene perjudicar al que mas se encuentra supeditado a la necesidad de usar el transporte para mantener su producción al día.
Ahora se dedican a gastar la gasolina que tanto les cuesta ,para realizar «marchas verdes» por toda España ,poniendo en solfa la productividad de las empresas .
Y ahora reivindica que no son de ultra derecha…no lo serán,pero eso parece reivindican en tiempos duros,lo que no supieron defender en situaciones de «bonanza de la mayoria absoluta parlamentaria del Partido Popular»…JAJAJA…que nervios.
Fuese el gobierno que fuese el que hubiese tenido que afrontar esta crisis energética poco hubiese cambiado en la calle. Le ha tocado al de Pedro Sánchez. El problema es su estilo que no le ayuda ni a èl mismo
Ya…y ahora me comentas la ultima ocurrencia de quien ha calentado la calle diciendo que el gobierno se forraba con los impuestos de los carburantes.
Feijóo pide que el Gobierno garantice el suministro de productos perecederos como la leche y sus derivados,la carne y la pesca sacando al ejército a las carreteras para garantizar el transporte.
Es decir le está pidiendo que Active «El Estado de alarma «…como hizo Ziluminatius con la huelga de controladores.
Vaya tela,Vaya tela…JAJAJA…que nervios.
Que la subida de casi un cien por cien en el precio del carburante duplica también los ingresos del estado no hace falta que nadie lo diga para que todos lo sepamos.
. del estado y para los gobiernos autonomicos que se llevan mas del 50%
y que ya veras si bajan esos impuestos,como el lumbreras de Feijóo pedira que se compense a las comunidades el dinero que perderán de los impuestos que ha pedido bajar…es decir..
Popularichadas.
No tardará Ayuso en sumarse a la propuesta de Feijóo de que intervenga el ejército ,mandando un comboy humanitario escoltado por tanquetas para que Madrid pueda celebrar en paz unas buenas mariscada para celebrar el nuevo liderazgo del PP de Feijóo.
Feijóo tiene que honrar a los soldados de Ayuso.
¡¡Madrid está en peligro de desabastecimiento por culpa del invasor de La Moncloa.!!