LBNL
No me refiero tanto a la situación epidemiológica sobre la que sobran análisis, sino a la situación constitucional en las que nos sitúa el Estado de alarma, de momento por 15 días, sin embargo prorrogables por el Congreso de los Diputados si es necesario. En tal caso el Congreso define el alcance y condiciones vigentes durante la prórroga, que no tiene una duración máxima fijada en la Constitución. Dado que es prácticamente que en 15 días hayamos conseguido domeñar la pandemia, cabe anticipar la prórroga. Tanto ERC como el PNV podrían supeditar su apoyo a una menor intervención de sus respectivas administraciones autonómicas pero es previsible que el apoyo de Ciudadanos, del PP y hasta de Vox, permitan al Gobierno mantener el nuevo esquema decisional definido el pasado sábado. De tal forma que, a salvo que el Tribunal Constitucional diga lo contrario, Pedro Sánchez concentrará en sus manos más poder que ningún Presidente del Gobierno antes durante un plazo de momento imprevisible, con todos los demás poderes del Estado, excepto el Rey, supeditados a sus instrucciones en aras de la salud pública. No se busque un ápice de crítica en mis palabras porque no la hay. Me limito a constatar un hecho sin precedentes y a apuntar que su destino político quedará indeleblemente fijado a cómo gestione esta crisis extraordinaria. Algo así como le sucedió al hoy denostado Juan Carlos I tras su reacción ante el 23-F.
Cuando todo quede atrás nadie recordará que el Gobierno pudo y debió haber reaccionado antes. Por al menos cuatro razones. La primera, la memoria es muy corta. En segundo lugar, porque prácticamente todos los gobiernos del mundo están reaccionando tarde, con la excepción de algunos latinoamericanos que en todo caso han tenido más tiempo para ver pelar las barbas de sus vecinos. En tercer lugar, porque el éxito por superar la crisis epidemiológica será mucho más importante que los errores iniciales. Y por último, porque la gestión de la gravísima situación económica-social será lo más importante. También la política.
El Presidente del Gobierno y los cuatro ministros designados tienen un poder omnímodo para afrontar una crisis de extrema gravedad. De seguro, tratarán de administrarlo con tino y mesura pero a lo peor es necesario adoptar medidas severas, tanto frente a poderes locales insurrectos – léase Torra si persiste en su empeño – como frente a ciudadanos que se alcen frente al confinamiento generalizado. El Presidente del Gobierno hizo alusión el sábado a la disposición del ejército para intervenir, confirmada ayer por la Ministra, que anticipó el despliegue por toda la geografía nacional por lo que pueda pasar. En principio no será necesario porque todas las policías nacionales, autonómicas y locales deberían bastar para garantizar el orden público y el cumplimiento del confinamiento. El despliegue militar será por tanto sobre todo intimidatorio. Ojalá se quede en eso porque es bien sabido que el ejército no está entrenado para controlar el orden sino para someter cualquier amenaza.
Hay motivo para la esperanza viendo como está evolucionando el confinamiento en Italia, todavía más duro que en España porque las excepciones son todavía más regladas. Pero si como es deseable las cifras de infectados y fallecidos aminoran en los próximos días, puede que surjan voces rebeldes que requieran de una intervención más dura de lo que todos desearíamos.
En gran parte dependerá de las medidas económicas que el Gobierno adopte mañana martes. Porque no es lo mismo estar confinado en una casa amplia con acceso a jardín y con un salario garantizado que estarlo en un pequeño piso, con niños desesperados y habiendo sido despedido o habiendo perdido toda o gran parte de los ingresos familiares. Ayer mismo el Gobierno danés ofreció a las empresas privadas en dificultades cubrir el 75% de los salarios de sus plantillas a cambio de que eviten los despidos. Parece que en Italia han tomado medidas para suspender el pago de hipotecas. Estas medidas y el aplazamiento del IVA para las empresas y autónomos, o del IRPF, están muy bien pero sin ingresos serán millones de personas las que no puedan salir a comprar comida para sus familias. Especialmente si la situación se prolonga durante varias semanas. O meses.
Porque no está nada claro que, una vez pase el pico de la infección, podamos volver a la normalidad sin arriesgarnos a volver a caer en la misma situación. Es verdad que en China han capeado el temporal y están aflojando las medidas pero en absoluto han abandonado los controles ni son todas las empresas y en todos los lados las que han retomados sus actividades. Por no hablar del impacto de la crisis a nivel global, que por supuesto va a impactar – ya lo está haciendo – a la demanda de manera sustancial.
Es muy difícil prever dónde vamos a estar dentro de dos meses, incluso asumiendo que para entonces habremos superado la crisis epidemiológica. Pero es fácil tener la sensación de que habrá un antes y un después de esta pandemia. Ha habido otras antes, varias, y algunas muy graves. Pero el mundo era distinto, muy distinto, y el contagio – tanto el epidemiológico como el económico y social – fue mucho menor.
Puede que también tenga su lado positivo y la crisis nos enseñe a diferenciar lo esencial de lo accesorio, nos facilite limitar algunos de los efectos perversos de la globalización, como por ejemplo la deslocalización salvaje o las emisiones que aceleran el cambio climático, que han registrado una bajada mucha mayor en las últimas semanas de lo que cualquier tratado internacional habría podido soñar. Soñar es libre y cabe también imaginar que la crisis castre definitivamente el liberalismo militante que pretende hacernos creer que el libre mercado y la iniciativa privada son la solución para todo. El Estado puede no ser el mejor gestor económico y el intervencionismo público debe ser acotado en aras de la creatividad, pero tras esta crisis será sencillo defender la necesidad de pagar impuestos para costear una sanidad pública sólida y capaz.
Superaremos esta crisis. Sin duda. La cuestión es a qué precio. Ojalá que con la menor cantidad de muertos posible y al menor plazo posible. Pero va a ser duro, especialmente para los peor preparados para afrontarla. El Gobierno debe actuar con urgencia para mitigar su sufrimiento, mañana y en las semanas posteriores. Si actúo tarde, si debió prohibir, o por lo menos no animar a asistir a las manifestaciones del 8M, si no debía haber autorizado el funcionamiento de las peluquerías, o no retractarse ayer… todo eso es secundario y pasto de relleno para los programas televisivos.
Lo que de verdad importa es que el Gobierno sea capaz de gestionar el orden público con moderación pero con firmeza, las posibles rebeldías indepes con firmeza pero con la mayor moderación posible, insuflar liquidez y apoyo a quienes más lo necesitan y transmitir la sensación de que tiene la situación bajo control, interviniendo rápidamente allá donde haga falta.
Cuando finalmente había conseguido ser investido Presidente del Gobierno en condiciones, a Pedro Sánchez le ha estallado la madre de todas las crisis. Muchos le acusan de simple, electoralista y carecer de principios. Da igual. Después de la crisis será un heróe nacional hasta para los más escépticos – como ya se está erigiendo a nivel local el Alcalde de Madrid – o habrá demostrado sus mayores insuficiencias. Por el bien de todos ojalá sea lo primero. Su elección de los ministros de Sanidad, Interior y Defensa es un buen augurio.
P.S.: Para desengrasar:
1 – Llevamos tres días y mi mujer me ha dicho que mañana me largue a la calle, que la multa la paga ella.
2 – Al segundo día mi mujer y yo hemos estado hablando un rato y resulta que es muy simpática.
¿ Sánchez un héroe nacional ? Ya puede disculpar el articulista pero resulta una idea desalentadora, tanto como vincular su continuidad a la superación de la crisis sanitaria , en la que si confiamos. Y nuestra confianza no puede basarse ni en este tarugo inconsistente ni en el innombrable partido de la pareja ausente. No olvidamos la falta de previsión , la estupidez manifiesta del especialista irresponsable , la inacción para organizar acopio de material estratégico , la enorme pérdida de energía en un proyecto de ley – necesario como tantos otros – pero cuya urgencia palidecía ante el inminente estallido del virus.
Además llegaba agotado por la mala gestión de las protestas de los agricultores , el enorme error de una mesa para negociar informalmente con el catalanismo hostil , reaccionario e insolidario como hemos podido comprobar este fin de semana y la permanente ansiedad por meter baza en asuntos que no competen a los insustanciales podemitas.
No, no da igual. No será ningún héroe y saldremos adelante , no gracias a él , sino a pesar de Pedro Sánchez Castejón.
Es muy difícil en estos momentos vislumbrar algo positivo en esta crisis porque hay conciudadanos luchando por su vida con la ayuda de profesionales desbordados ; los valores de solidaridad presentes son anteriores a la llegada de Pedro y nada le deben a esta nulidad , que ha tenido que habilitar a Marlaska y Robles ( principalmente ) para unificar un mando creíble.
En cualquier caso no hay tiempo que perder – y eso incluye huir de frases vacías del tipo « haremos lo que haya que hacer » – y el Martes el gobierno habilite una batería de medidas económicas realistas y detalladas , incluyendo una propuesta que defienda la coordinación de esfuerzos en la UE.
Es difícil ser en estos momentos más miserable que Torra, Puigdemont o Clara Ponseti. A qué están esperando los catalanes de bien para mandarlos al basurero de la historia? No puedo imaginar que exista un catalán que aplauda a estas tres maquinas de odiar. El silencio es complicidad de esta locura.
Vaya valor que le echa LBNL a veces a la hora de darle un repaso a todo, bien en general pero que claro, dejan cosas colgando, o a veces cosas en mi opinión ahorrables.
Al lío:
Si no fuera por los «insustanciales podemitas » entre las que se encuentra la Ministra de Trabajo (por cierto que si a LBNL le aparece un ministerio insustancial, le insto a que reconsidere YA) en este momento tendriamos sobre la mesa un plan de intervencion ante el COVID que mas iba a parecer un decreto omnibus «de liberalizacion» que otra cosa. Como será el asunto que hasta en los cenáculos (digitales, eso si) mas apegados a lo social liberal dicen que N Calviño se está equivocando. La ministra no cree en estas «barbaridades» de dar ayudas a las empresas o que se paguen salarios por no trabajar o , en resumidas cuentas, toda la parte social y laboral , intervencionista dura, del plan de estímulo. Esto es así, y pueden creerme o no, allá cada cual.
Simplemente le pasa lo que le pasa a mucha gente, tras generaciones de estar entrenada en un marco mental determinado y condicionada por ese marco, le es imposible tener la flexibilidad suficiente. La gente pidiendo helicopteros monetarios y ella todavía en Europa el otro dia alienada con los países del norte superavitarios y hablando de incentivos indeseados. A parte del disparate ue esto supone en estas circunstancias, que encima venga de una ministra de un gobierno socialista creo que no es algo para estar orgulloso. Desde luego, no es insustancial, eso lo reconozco
Las circunstancias adversas y sobrevenidas de esta crisis abrumadora nos han pillado a todos no solo a contrapié, sino que están permitiendo que se vean las virtudes y las mataduras de cada cual. Vaya, el hueso y la calidad. Quien es inteligente y quien no (Casado lleva la palma en esto), quien lúcido, quien competente (por ejemplo el ministro de sanidad) quien es malévolo (aqui hay varios sabores , me quedo con VOX y su «debieron suspendernos nuestro propio mitin, dimita»)
Y en este momento hay que dar MIL GRACIAS por tener a gente cuajada de Podemos como por ejemplo, la citada ministra y puede que alguna mas (tampoco digo todos) en el gobierno. Lo voy a poner otra vez: MIL GRACIAS. Aunque sea de casualidad, o por carambola.
Imaginense este panorama con Rivera y Arrimadas o Garicano por ahí como parece el deseo que muchos no han aceptado soltar. Solo imaginenlo un rato.
¿Ya?.. Suficiente.
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Glorioso todo el comentario Mulligaliano, -en su linea habitual- con cotas muy destacables. Personalmente yo hoy destaco el espectacular final «propuesta que defienda la coordinación de esfuerzos en la UE», despues de hablar por ahi de «frases vacías»…..
Personalmente creo que Samchez tiene más probabilidades (por pocas que sean) de ser considerado un heroe nacional que un comentario de Mulligan de ser considerado inteligente o lúcido o relevante. Hay muestra suficiente para ello. Otras cosas les cuadran más.
Coincido plenamente con Polonio en sus juicios sobre Puigdemont, Ponsati y Torra. Ya habían dado muchas muestras de lo que son, pero en una situación de emergencia nacional como la que estamos viviendo es cuando de verdad se ve claramente quiénes son GENTUZA. Y estos lo son.
Que Iglesias y sus ministros son insustanciales y que nadie les ha votado para estar en un gobierno es una ley de hierro. Destaca el hecho de que defienda a su mujer , incapaz ( lo dicen todos Laertes ) de elaborar una ley mal redactada y confusa como es ella: insustancial .
Terminamos antes preguntando ¿ qué han hecho bien ?
Y por supuesto , cualquier comentario mío tiene más dosis inteligentes que heroísmo la figura del tarugo y sus evangelistas, expulsados de mala manera cuando el PSOE era un partido vivo , sin figurines infiltrados.
Oiga Mulligan, ¿usted no puede ponerse por una vez en el papel de emergencia nacional que nos está tocando vivir? Eso exige cierta altura de miras.
No creo que sea el momento de profundizar en la gestión política de esta crisis. Al menos mientras sigamos contando muertos diariamente. Todos tenemos nuestra opinión sobre lo que se ha hecho bien o mal y seguramente coincidiremos en quienes han dicho barbaridades o se han mostrado como indeseables. En lo positivo me gusto el discurso de Sánchez del día 14. Creo que es el mejor discurso que le oído desde que es presidente. Me gusta que la crisis este comandada por ministros socialistas. Y creo que desde el sábado pocas pegas se pueden poner a este gobierno. Necesitamos que acierten por el bien de todos. A quienes si debemos apartar es a los insolidarios y a la gentuza ( como bien califica PMQNQ). Por lo demás creo que estamos viviendo un momento histórico pero todavía no somos conscientes. Cuídense.
A mi no me gustó tanto el discurso del sábado. No enfatizó la gravedad de los cambios constitucionales y la imperiosa necesidad de acometerlos, en bien de todos. Pero da completamente igual lo que me pareciera. Lo importante son las decisiones y los actos, y sus resultados.
Verán mi papel en la emergencia nacional es el que estoy cumpliendo : recluido en mi casa , no molestando a nadie , ofreciendo mi colaboración a vecinos del inmueble , procurando mantener la calma , realizar un ejercicio moderado , tomar el aperitivo con mis amigos y familiares unidos a través de FaceTime , leer a clásicos de la literatura y el pensamiento , ver un par de películas después de cenar y excitarme un poco con las noticias ( incluidas las de este foro , naturalmente ) y no propagar bulos tóxicos.
Por ejemplo , me molesta que Iglesias pueda reclamar de las FF.AA. actuaciones para el mando operativo de protección de las personas sin hogar …..
Y ¿ por qué ? Porque no me fío nada de nada de este personaje. Es miembro de un gobierno estresado , un gobierno que nos ha mentido mucho y un gobierno inestable. A pesar de todo ello necesitamos que los ministros con dos dedos de frente tengan éxito en su importante misión. Y no veo que más puedo hacer que cumplir y recomendar cumplir las instrucciones del gobierno. ¿ Pero pensar en sus jefes de fila como héroes ?
Aprecio los comentarios de Laertes, pero en este caso me parece que hace una crítica muy injusta de la Ministra N. Calviño. Para empezar en el espacio político de la socialdemocracia caben muchas posturas. Uno de los méritos de P, Sanchez es haber hecho un mix bastante amplio para cubrir bastante bien todo ese arco político. Como dice Laertes a todos nos gustaría que para intentar la recesión que va a provocar el covid19, m ultiples helicopteros lanzaran billetes de euros a lo loco para crear un demanda que no puede cubrirse facilmente. Supongo que la Calviño tiene sus fundadas razones para pensar que no puede abvrirse la mano en tanta cuantía. A lo mejor le falta valentía, pero no creo que actúe por las razones egoistas de los insolidarios paises nórdicos. En todo caso quizas actúe por razones que su experiencia como alto cargo de la CE le permite conocer muy bien los límites que impiden a la UE o a la zona euro actuar como quisieran personas de la izquierda y extrema izquierda. Dragui conocía tambien esos límites, pero sabiamente dejó deteriorarse las primas de riesgo de los paises miembros hasta estar cerca del precipicio. entonces dijo lo de » I will do whatever it takes » to save the Euro. Bien, la frase sola no hubiera sostenido la zona euro si no fuera porque Dragui decidió traspasar los límites clásicos de un Banco Central, comprando deuda de las empresas privadas de toda la zona euro en cantidades muy añplias. Asi consiguió saltarse la rigidéz de los paises nórdicos. Sobre todo, evitó la esteril lucha entre los que quieren ampliar a lo bestia el déficdit público y los que quieren evitar la inevitable destrucción de una economía mixta. Ejem,plo de lo segundo: Argentina.
Macron ha puesto el Liston muy alto. Veremos mañana lo que hace Sánchez. Por cierto, nuestra entrañable banca piensa tener algún gesto con los españoles o solo se acuerda de ellos cuando hay que salvarle el negocio?