LBNL
Alexis Tsipras fue nombrado Primer Ministro griego tras conseguir que la lista de Syriza que encabezó en las últimas elecciones generales griegas, una coalición de partidos de izquierda e izquierda extrema que, precisamente había forzado la convocatoria de elecciones anticipadas bloqueando la elección del Presidente del país en el Parlamento. Su premisa era que Grecia no podía seguir bajo el yugo austericida impuesto desde Bruselas y Frankfurt. La lucha contra la corrupción y el fraude fiscal tolerados por la derecha y la social democracia que hasta entonces habían gobernado Grecia, eran prioridades importantes de su programa, sólo por detrás de la puesta en práctica de un programa humanitario que aliviara el sufrimiento de millones de griegos afectados muy directamente por la política puesta al servicio de los acreedores europeos.
En cuanto tomó posesión, tomó algunas medidas que desafiaban a “la Troika” por contravenir las reformas pactadas con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, que en los años anteriores habían pasado a detentar prácticamente toda la ingente deuda pública griega por mor de un rescate parcial encubierto a la banca privada europea que se había visto pillada con demasiada deuda de un país al que los mercados le cerraron la puerta después de que se descubriera que sus gobernantes habían falseado la realidad de su déficit público.
Reabrió la televisión pública, volvió a contratar a algunos funcionarios despedidos en condiciones drásticas y legalmente dudosas y, en efecto, dispuso algunos fondos para asistencia social de urgencia. En paralelo, el nuevo Ministro de Finanzas, Varoufakis, empezó a negociar con “la Troika”, proponiendo toda una bateria de medidas alternativas a las que venían establecidas en el acuerdo para el segundo rescate de Grecia. Por si no lo recuerdan, el segundo sucedió – obviamente – a un primer rescate en el que las condiciones eran excesivamente onerosas (tipo de interés alto, cantidad limitada, plazo de devolución más corto…). Sólo sirvió para mantener a Grecia con vida pero sin poderle retirar la respiración asistida. A su término, los acreedores accedieron a imponer mejores condiciones y los acreedores privados fueron forzados a una quita importante a cambio de trasvasar sus créditos a las instituciones públicas europeas. Entre tanto el enfermo había empeorado y el segundo rescate tampoco sirvió para devolverle a la normalidad. No sólo por las condiciones del mismo. También, por supuesto, porque los gobernantes social-demócratas y de derechas que dirigieron el gobierno durante esos años, no fueron capaces – o no quisieron – poner en práctica ni la mitad de las reformas que habían aceptado, limitándose a aplicar las exigencias más inapelables – despidos, recortes de gasto público, etc – sobre las que los acreedores habían puesto el acento principal, pero haciendo poco o nada contra los males estructurales de la economía y de la sociedad griega ya mencionados y otros relacionados como la falta de competitividad o la debilidad institucional.
Tsipras sí iba a hacerlo. Con tanta contundencia como iba a oponerse a la tiranía acreedora. Pero no lo hizo. Varoufakis dice que todas las medidas que planteó a sus homólogos europeos fueron rechazadas con cajas destempladas, amenazándole con que serían interpretadas como “casus belli” y supondrían la interrupción del rescate, lo cual era posible dado que las transferencias a Grecia eran escalonadas y condicionadas a las reformas. Lo que no dice Varoufakis es que las mismas amenazas fueron proferidas contra las medidas sociales que Syriza sí aprobó, lo que no fue óbice para ponerlas en práctica. Lo que tampoco dice es que, durante los cinco meses transcurridos hasta que Grecia no recibió el último tramo y fue incapaz de cumplir con un pago al FMI, el gobierno de Tsipras no fue capaz de presentar un plan alternativo consolidado. Es decir, fue tanteando posibilidades con resultados negativos y haciendo poco o nada en la práctica: ni lo que le exigían los acreedores, ni lo que había prometido.
Cuando finalmente, con el plazo ya expirado, el gobierno de Tsipras presentó una propuesta alternativa, fue rechazada. Al Fondo Monetario se le atribuye el juicio de que la propuesta consistía en un 80% de generación de más ingresos a través de impuestos y un 20% de reducción de gasto mientras que el Fondo exigía justo la proporción contraria. Cierto es que las proyecciones de ingresos son mucho más inciertas que las reducciones de gasto contante y sonante, pero también que estas últimas habían venido siendo puestas en práctica durante los años anteriores, con resultados lamentables, tanto en términos sociales por el sufrimiento provocado, como por su efecto contractor sobre la actividad económica: de recorte en recorte hasta el equilibrio presupuestario perfecto, con ingresos y gastos igualados a cero…
Cuando un par de semanas más tarde Tsipras aceptó in extremis las bases para un tercer rescate, la exigencia del FMI se había quedado corta. Durante los cinco meses transcurridos, la economía griega había empeorado considerablemente en vista de la incertidumbre, y durante las semanas de “corralito” y tensión extrema que siguieron al default con el Fondo, el deterioro, sobre todo del sector financiero, fue exponencial. De forma que, cuando finalmente se llegó a un acuerdo, las necesidades del tercer rescate se habían incrementado en varias decenas de miles de millones de euros, fundamentalmente por la necesidad de rescatar a los cuatro principales bancos griegos, que si bien mantenían una posición relativamente saneada antes del default, son incapaces – como cualquier banco de cualquier parte – de poder devolver a sus clientes la totalidad de sus depósitos.
Si hubiera aceptado las condiciones que se le exigían antes del default, Grecia habría necesitado mucho menos dinero y cumplir con condiciones menos onerosas, por lo que su futuro sería menos negro. Tsipras dice que no era posible aceptar porque no había ninguna perspectiva de restructuración de la deuda. Pero no es cierto. Había la misma que bajo el acuerdo al que finalmente se llegó. Desde hace un par de años, el Eurogrupo había aceptado revisar la sostenibilidad de la deuda griega al término del segundo rescate, teniendo en cuenta la situación económica más saneada que se preveía y las reformas realizadas por Grecia. El compromiso sigue siendo el mismo. Tsipras no ha conseguido el compromiso para una fecha concreta ni tampoco la certeza de que la restructuración incluirá una quita y no sólo rebaja del tipo de interés, alargamiento de los plazos de devolución y periodos de carencia más largos. Al contrario. Su comportamiento errático y desconcertante para los usos negociadores de Bruselas, ha generado un grado de desconfianza y malestar en las opiniones públicas y élites políticas de los principales acreedores que, a día de hoy, hace implanteable una quita.
El Euro no es sólo un proyecto económico sino una de las piedras angulares del proyecto de integración europea. La crisis de 2008 ha sacado a la superficie las limitaciones de la Unión Monetaria tal y como se planteó pero es cierto también que, desde entonces, se ha venido poniendo en práctica una serie de medidas de profundización de la unión económica que remedian en parte las disfunciones del sistema. ¿Y qué de los eurobonos? cabe argüir. En efecto, en una unión económica verdadera, como las de los Estados-Nación, hay mecanismos de solidaridad financiera interna de los que la Eurozona carece y sin lo que es muy difícil capear las crisis de alguna de sus partes, especialmente si los que toman las decisiones lo hacen en función de un libreto rígidamente tasado – como el Banco Central exclusivamente fijado en la inflación de la zona en su conjunto – o principalmente de sus intereses nacionales – como los jefes de estado y de gobierno.
Merkel no mira lo suficiente por Europa y desde luego mucho menos que por Alemania. Pero Tsipras todavía menos. Tsipras ha estado a punto de provocar la quiebra de Grecia por negarse a aceptar lo que después aceptó con creces: ¿No quieres caldo? ¡Pues toma dos tazas! Si creía que la primera oferta era tan mala para su país como para no aceptarla, ¿por qué aceptó una mucho peor tras montar un referendum de urgencia que avalara su rechazo a la primera? La incomprensión que generó su comportamiento en Bruselas, llevó a pensar que lo que en realidad quería era provocar la expulsión de Grecia del euro. No había otra explicación lógica a su comportamiento. El Eurogrupo tenía claro que no cabía ceder. Por una parte, está dominado por neoliberales que creen fervientemente en que la austeridad es la única receta viable y, muy importante, justa para corregir los excesos del pasado. Son los que piensan que Grecia ha vivido por encima de sus posibilidades y no le queda otra que apretarse el cinturón. Además, claro está, ceder y aceptar un modelo alternativo, pone en cuestión el modelo imperante y, por ende, su posición política ante sus opiniones públicas. Rajoy está convencido de que la austeridad es lo único que funcion, y además no puede tolerar que a otro se le permita una política económica menos sacrificada que la que él ha venido imponiendo a su ciudadanía. Especialmente si llegara a funcionar, desnudando tanto su falta de arrojo para conseguir un mejor trato para España como su limitación intelectual.
Creo que está claro que soy de los que piensan que el recorte de gasto público no es precisamente lo que mejor le viene a una economía en recesión, y que en todo caso el sufrimiento económico debe repartirse a partes iguales por todos los sectores de la población y no hacerlo recaer precisamente sobre los más desfavorecidos. Pero Tsipras no ha hecho ningún favor a la causa. Al contrario, su torpeza ha polarizado las opciones y lo ha hecho en beneficio de la política económica neoliberal, puesto que él mismo se ha bajado del burro en el último momento ante el desastre al que iba a llevar a Grecia.
Sin atreverme a juzgar, a mí no me gustó el giro que dio Zapatero en mayo de 2010 cuando aceptó virar en redondo e incumplir sus promesas anteriores de que iba a evitar que el pato de la crisis lo pagaran los menos ricos. No soy un experto pero creo que se podrían haber hecho muchas cosas y que los que estaban al mando pecaron de conformismo, aceptando de partida que las cosas había que seguir haciéndolas igual. Por ejemplo, a la prima de riesgo disparada, se podría haber reaccionado con la suspensión de las subastas de deuda pública, al menos por un tiempo en vista de que las reservas eran suficientes para atender los pagos. Quizás esta medida y otras similares no habrían funcionado pero me molesta que no fueran siquiera exploradas. De ahí que, en principio, estuviera a favor de los planteamientos heterodoxos de Varoufakis. De hecho, la noche del referendum, Varoufakis planteó algunas opciones verdaderamente heterodoxas que podrían haber permitido a Grecia evitar la quiebra y seguir en el euro sin aceptar los términos del rescate. Tsipras se negó, consiguió el apoyo de la oposición para negociar en Bruselas y se bajó los pantalones no ya hasta los tobillos sino hasta las suelas de los zapatos.
Dice que no cree en el pacto pero que no había más remedio. Lo mismo podría haber dicho tras aceptar la oferta anterior, ahorrándole a su pueblo todavía más sufrimiento. ¿Es rematadamente tonto? Seguramente no. Seguramente la única explicación es que, en verdad, es un populista de la peor especie, cuyo interés principal es únicamente su carrera política. Al poner a Grecia al borde del precipicio, se cargó de razones para ceder, con el apoyo de la oposición, y presentarse ante su opinión pública como alguien que al menos lo había intentado. Y seguramente le salga bien la jugada y cuando dentro de algunas semanas se cierre definitivamente el tercer rescate, convocará elecciones en vista del cisma interno de Syriza, y puede que las gane. Por lo menos, tendrá más opciones que si hubiera aceptado la primera oferta desdiciéndose de todas sus promesas anteriores sin siquiera intentarlo.
Será un error. Las demás opciones políticas griegas no son muy atractivas pero para mí está claro que Tsipras es un gobernante nefasto. Si por lo menos pudiera presentar una hoja de resultados mínimamente decente en cuanto a lucha contra la corrupción y el fraude fiscal… Pero nada, es capaz de legislar en 48 horas para facilitar el tercer rescate pero no hay noticias de su acción contra los males citados.
Rajoy tratará de aprovecharse, como también Pedro Sánchez y sobre todo Rivera: Pablo Iglesias hará lo mismo que Tsipras, provocar el caos y finalmente ceder a un mayor coste. Puede que tengan razón y Podemos supusiera una peor receta que la enfermedad que padecemos pero lo trágico es que por culpa de Tsipras, parezca que no hay alternativa económica al austericidio.
Buenos dias LBNL,caballeros callejeros y cabelleras al viento sin coletas y a lo loco.
Que dificil es hacer el amor en un Simca 1000,en un Simca 1000 que no ha pasado la ITV ,sin tubo de escape,sin las luces largas,ni cortas ni intermitentes,sin retrovisores,parabrisas ,con las ruedas, caducadas ,pinchadas,con el motor hecho unos zorros sin bateria ni gasolina.
Que dificil es hacer el amor en un Simca 1000,en un Simca 1000 ,pero que gusto os dió el referendum de De Tsripas Corazón…es decir una manolita mental de Varoufa King por eso nos dijo que «antes se cortaba un brazo que aceptar las condiciones de La Trinka»……ay yayay.
Las manolitas mentales solo satisfacen a Torrenteros,acaban en un plis plas….y luego es peor ,porque se os queda la cara de solteros para toda la vida…..jeje.
Vi en el engaño del gobernante griego,un suicidio colectivo….y por eso siempre me pregunto que habria hecho Ziluminatius en la misma situación que De Tsripas Corazón y no logro entrar en ese mundo paralelo…quizás es que las posibilidades de que eso se pudiera extrapolar ,son tan escasas que los paralelismos son imposibles,primero porque Ziluminatius no ganó las elecciones con demagogia y segundo porque en el planeta Tierra escasean los Hombres Buenos
Pareciera que De Tsripas Corazón ha actuado como un kamikaze en la carretera ,contraviniendo todas las reglas de circulación,acabando estrellandose contra el muro de Berlin.
Pero para algunos parece ser que han visto a Superman intentando acabar con la Troikanita.
Por eso me pregunto si ,los que ven en Pablito Churchix al salvador de los indignados ,son capaces ,a estas alturas de la pelicula ,de poner en duda que lo que hizo Ziluminatius ,fue lo correcto.
En mayo de 2010 se procedió a un recorte del gasto público social por valor de unos 15.000 millones de euros. Entre las partidas recortadas se aplicó una reducción media del 5% del sueldo de los funcionarios. Del 0,75 al 7%, en salarios del los altos cargos se les reducía un 10% el salario y a los miembros del gobierno un 15%. Otra de las medidas anunciadas fue la eliminación del cheque-bebé y la congelación de las pensiones (excepto las pensiones mínimas y no contributivas, que suponían más de un 35 % de las pensiones).
Ya saben ustedes lo que dijo Montorontontero,pero Ziluminatius evitó con ello un rescate anunciado,con estas medidas no hizo sangre y permitió a nuestra nave planear con una cierta seguridad.
Ziluminatius no se ensañó con nadie,no los insultó,no los engañó,actuó con verdadero sentido de estado.
Puede que el error mas grave de Ziluminatius ,fuera no decirles a los terricolas españoles que ser europeo es muy duro,o mejor dicho muy euro….ejem.
Ante mi doy fe.
AC/DC
firmado …..JAJAJA….que nervios.
Off Topicazo
Según Holly Junker As ,con La lista de Boda Plebiscitaria con Arthur More &More “Se trata de marcarle goles al gobierno”,por eso era evidente que a Guardy Holakeases tenian que alinearlo (o «alienarlo» para los que leen entre lineas…ejem)
Uno que disfruta con el sistema de juego del Barça y que ganó una porra gracias a Ziluminatius ,tiene pesadillas donde ve al Barça secuestrado por los independentistas con la escusa de ser «Mas que un Club»…..se despierta mas sudoroso por esa fluctuación mental que por el caloret kease.
Lo extraño ,de mi pesadilla recurrente,es que los que sufre el sindrome de Estocolmo son los secuestradores independentistas.
Es una pescadilla que se muerde la cola con forma de simbolo infinito…..muy raroraro,¿verdad?.
Por todo esto me pregunto:
¿Quien está dispuesto a pagar el rescate del Barça?
¿Quien está dispuesto a financiarme la clonacion en masa de Ziluminatius para invadir el Camp Nou».
¿Pratxi me financiará las clases de ingenieria genetica invasiva?
Si no tienen una respuesta,no digan luego que no les avisé….ejem.
Gracias LBNL
Amistad nooooooo, el Psoe no hizo bien, no. Para ser un buen hombre de estado, y del partido socialista, podían haber cambiado y/o corregido muchas políticas económicas, que hoy día nos siguen machacando.
Muy de acuerdo con su visión general y en especial con el previsible desastre con Podemos en el poder.
Vale Sarah lo que tu digas ….pero vayamos al grano.
¿Estas dispuesta a pagar el rescate del Barça?
¿Estas preparada para financiarme la clonacion en masa de Ziluminatius para invadir el Camp Nou y ser mi lugarteniente?.
¿Crees que Pratxi me financiará las clases de ingenieria genetica invasiva?
Contestame ahora o invitame a in helado de frambuesa con cacahuetes y pistachos….jeje.
Me mola coincidir con Krugman, también admitiendo que el gobierno griego, particularmente Tsipragaitas, fue irresponsable