Almudena

Alfons Salmerón

Como a tantas otras miles de personas, la noticia de la muerte de Almudena Grandes me causó un gran impacto. No sabía de su enfermedad, quizás por eso, cuando apareció la notificación en mi teléfono móvil, no daba crédito a lo que estaba leyendo. La muerte siempre nos sorprende a traición, incluso en aquellos casos en los que ha anunciado su visita previamente.

Sobra decir que nunca conocí a Almudena en persona y, sin embargo, el dolor por su pérdida me atraviesa como si de alguien muy cercano se tratara. Me ocurrió lo mismo con Luis Eduardo Aute, por ejemplo. De hecho, todavía me resisto a no volver a escuchar su voz susurrante y lúcida en aquella última gira que jamás llegó a mi ciudad. De alguna manera, tendré que olvidarte. Sigue leyendo