Desestabilizando Venezuela

Carlos Hidalgo

El “dóberman” del régimen chavista, Diosdado Cabello, ha aparecido en todos los medios de su país, presumiendo de haber detenido a dos ciudadanos españoles, a los que acusa de ser agentes del CNI (el Centro Nacional de Inteligencia, uno de nuestros servicios secretos) que habrían estado planeando, junto con la parte más radical de la oposición y la CIA (por supuesto, siempre se tiene que mencionar a la CIA), iniciar un levantamiento armado con la intención de derrocar al actual gobierno venezolano.

Por supuesto, el Gobierno de España se ha apresurado a negar semejantes acusaciones y en este momento está tratando de identificar a los ciudadanos detenidos, de asegurarse de que efectivamente sean españoles y, además negando cualquier tipo de plan u operación de nuestros servicios de inteligencia para derrocar al gobierno liderado por Nicolás Maduro.

Desde la ignorancia y sin tener todos los datos, la tesis del gobierno venezolano me parece absolutamente disparatada y una pataleta porque el Gobierno de España, alineado con el resto de la Unión Europea, no reconoce los resultados de las pasadas elecciones venezolanas, o por lo menos no hasta que muestren las actas electorales, porque igualmente España ha dado asilo a Edmundo González, el exdiplomático candidato de la oposición y porque en el Congreso de los Diputados ha salido adelante una moción para instar al gobierno a reconocer a González como presidente electo de Venezuela, pese a que el Gobierno se niegue a hacerlo -de nuevo en línea con el resto de la UE- debido al gigantesco fiasco que supuso en su día reconocer como Presidente a Juan Guaidó.

Entiendo que debido a ello las relaciones entre ambos países estén muy tensas y que, por supuesto, desde Venezuela se vuelva a agitar el espantajo de España como país opresor, pese a que los países americanos se independizaron hace ya 200 años (con la excepción de Cuba y Puerto Rico, que lo harían más tarde). Aún así es un recurso que tiene cierta garra, como lo sería en nuestro caso el acusar de cualquier cosa a los franceses, con quienes siempre hemos mantenido una cordial antipatía, más por lo que nos parecemos que por nuestras auténticas diferencias.

En todo caso no veo razonable ni factible que el Reino de España destine el escaso capital humano de sus servicios secretos a intentar algo tan complicado como subvertir el orden de un país y provocar un golpe de Estado. Más bien parece que Cabello ha detenido a dos españoles al azar (turistas vascos, por lo que parece) para encubrir su propio autogolpe, en el que las actas electorales desaparecen y la Comisión Electoral nombra sin ninguna clase de dato verificable como ganador a Nicolás Maduro. Desde luego, lo del golpe patrocinado por España no sólo no cuadra con nuestros intereses en Venezuela (a nuestro país le conviene más una transición política consensuada y pacífica, como la que tuvimos nosotros mismos), ni con la actual política exterior del gobierno de Pedro Sánchez.

¿Es posible que los españoles detenidos pudieran estar implicados por su cuenta o por cuenta de otros en un intento de desestabilizar a la república bolivariana? Me parece bastante dudoso. De todas maneras, poco se puede sacar en claro del discurso que dio Cabello, lleno de divagaciones, incoherencias e insinuaciones, pero, como viene siendo habitual en Venezuela desde hace décadas, sin pruebas sólidas que apoyen sus argumentos.

Los servicios secretos españoles, de los cuales el CNI es ahora su agencia principal, pese a realizar un trabajo constante y a haber tenido un papel fundamental en mejorar la posición de España en el mundo (y en asegurarse internamente de que el golpismo desapareciera de nuestras fuerzas armadas), tampoco atraviesa ahora mismo uno de sus mejores momentos. Tras la etapa de cuasi-omnipotencia de la dirección de Félix Sanz Roldán, tanto Paz Esteban como Esperanza Casteleiro (su actual secretaria de Estado-Directora) han situado al CNI en lo que parece una etapa de transición y de modernización que no está exenta de dificultades, además de algún escándalo que otro, como el espionaje a altas personalidades del Estado a través del sistema Pegasus o la infiltración de la CIA en el Centro, que se saldó con la detención de dos de sus agentes, uno de ellos histórico y de alto rango.

Así que podemos esperar que Venezuela, a través de Cabello, siga encadenando acusaciones, cada vez más disparatadas, contra nuestro país. Y solo nos queda cruzar los dedos para nuestros servicios exteriores (diplomáticos y de inteligencia) consigan proteger a nuestros ciudadanos mientras el chavismo entra la última fase de todas las dictaduras: el surrealismo.

 

3 comentarios en “Desestabilizando Venezuela

  1. Los chulos no entienden de diplomacia.

    Los chulos se alimentan con sus propios excrementos ,cuanta más mierda,más chulos se sienten.

    Pero…¿quienes son los chulos?.

  2. Pichi, es el chulo que castiga
    del Portillo a Venezuela,
    y es que no hay una chicuela
    que no quiera ser amiga
    de un seguro servidor.
    ¡Pichi!
    Pero yo que me administro,
    cuando alguna se me cuela,
    como no suelte la tela,
    dos morrás la suministro;
    que atizándoles candela
    yo soy un flagelador.
    Pichi
    es el chulo que castiga
    del Portillo a Venezuela,
    Es que no hay una chicuela
    que no quiera ser amiga
    porque es un flagelador.
    ¡Pichi!!
    No reparo en sacrificios:
    las educo y estructuro
    y las saco luego un duro
    pa gastármelo en mis vicios,
    y quedar como un señor.
    Anda, y que te ondulen
    con la ‘permanén’,
    y pa suavizarte, que te den ‘col-crém’.
    Se lo pués pedir a un pollito bien,
    que lo que es a mí, no ha nacido quién.
    Anda, y que te ondulen, con la ‘permanén’,
    y si te sofocas, ¡tómalo con seltz!
    Eres, Pichi, para mí
    de lo que no cabe más,
    y yo sé de algunas por ahí
    que van desesperás, detrás de ti.
    ¡Pero, a mí, no!
    Porque de nén!
    ¡Bueno soy yo!
    Anda, y que te ondulen, con la ‘permanén’,
    y pa suavizarte, que te den ‘col-crém’.
    Se lo pués pedir, a un pollito bien.
    Que lo que es a mí, no ha nacido quién.
    Anda, y que te ondulen
    con la ‘permanén’,
    y si te sofocas
    ¡tómalo con seltz!
    (versión actualizada por M.A.R para la más chula que un ocho)

  3. Los dos bilbaínos detenidos en Venezuela son más inocentes que Jim Wormold, representante en Cuba, y vendedor de aspiradoras abandonado por su esposa que vende imaginarios secretos al espionaje británico en “ Nuestro hombre en La Habana ” de Graham Green .
    El despliegue de armamento mostrado es propio del siniestro Torrente del Helicoide .

    Nuestro ministro de AA. EE no tuvo tantos miramientos para el reconocimientos de Palestina a pesar de la falta de consenso en la UE.

    Y tiene razón M. Robles : Maduro y su gente , ( ayudado por el sinvergüenza , entre otros , de Monedero ) han hecho de Venezuela una dictadura con la inestimable colaboración de la destartalada Cuba , al igual que Nicaragua.
    En fin , nada que no sepamos desde hace ya algún tiempo.

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