Tres apuntes breves sobre las derivadas militar, de sanciones, y de seguridad colectiva de la invasión rusa a Ucrania

Lluis Camprubí

Como posicionamiento general y punto de partida sobre la invasión rusa y su guerra de agresión sobre Ucrania comparto el comunicado de Catalunya en Comú emitido el pasado 24 de febrero. Esta agresión militar a gran escala en Europa nos pide repensar viejas certezas e inercias mentales, en particular sobre las cuestiones de apoyo militar, de las sanciones y la seguridad colectiva.

Es un ataque que está provocando cambios a una velocidad de vértigo, también en la UE en el ámbito militar como relata esta crónica y poniendo sobre la mesa aquella necesidad aplazada de ponernos a construir la pata de la de defensa para una UE geopolítica. Siendo obvio que no ponemos exponernos a una confrontación directa militar con Rusia (porqué es más que posible que de guerra convencional se pasara a guerra nuclear) sí que debemos hacer todos los esfuerzos para que Ucrania pueda disponer de las armas que necesite para defenderse y resistir. Si el gobierno y el pueblo ucraniano están dispuestos a seguir con su defensa militar y resistencia armada a la invasión (es su decisión) es nuestra obligación ética y política apoyarles, también con el material militar (y acompañamiento en inteligencia y apoyo cibernético) que nos soliciten. Esto, con una guerra de agresión tan unilateral y con una responsabilidad tan clara, no debería requerir demasiado debate al respecto. Sigue leyendo