El veneno de las redes

Carlos Hidalgo

Estos días aumenta la relación de amor-odio con nuestros teléfonos y ordenadores. Son la ventana para comunicarnos con el mundo fuera de nuestras casas. Nuestros familiares, seres queridos, amigos y conocidos están ahí, al otro lado de las pantallas. El aluvión de llamadas, videollamadas, mensajes instantáneos y publicaciones en muros diversos, se nos hacen necesarios y nos dan hartazgo a la vez. Pero también se nos está saturando con alarmismo, mentiras y odio. En un momento en el que dependemos muchísimo de recibir información del exterior, uno no sabe bien qué es lo que llega y a qué atenerse. Y esto con la información de fuentes fiables para empezar. Sigue leyendo