Otoño de locos

LBNL

No hay peor enemigo para el drama provinciano que la tragedia global,  así que Puigdemont y los suyos deben estar de los nervios con la última prueba nuclear norcoreana y la posible reacción bélica de Trump. Los indepes se fueron de vacaciones pensando que lo tenían todo preparado para dominar la escena mediática desde el primer día de vuelta de verano y zas, una banda de capullos radicalizados regó Las Ramblas de sangre y “el procés” quedó arrumbado durante un par de semanas. Maniobraron a toda prisa y consiguieron convertir la manifa contra el odio yihadista en una protesta “estelada” contra el Estado, cuyas instituciones habían venido a mostrar solidaridad con las víctimas y la ciudad golpeada. La ignominia ha dominado también sus últimos pasos en el Parlament, organizando un golpe de estado interno en toda regla, amenazando con avanzar hacia la independencia a golpe de decreto y negándose a tramitar las propuestas de llevar a cabo el referendum para evitar su impugnación legal. Y justo esta semana, cuando se supone que el miércoles va a empezar el desafío total, viene el loco coreano con su cuarto ensayo nuclear en su cuenta personal (un par más en la cuenta de su padre) y vuelve a desviar el foco. Seguro que alguno habrá googleado frenéticamente a ver si cabía establecer algún vínculo entre Felipe VI y Corea del Norte…

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