A la deriva. Después de las elecciones en Euskadi y Galicia

Arthur Mulligan

En 2017 escribía en la sección de mármol de este blog el gran Guridi, fino conocedor de las entrañas del PSOE y cronista de su decadencia:

«Ayer pasó una cosa muy curiosa en un acto de Sánchez. En su intervención de 20 minutos, Sánchez se dirigió a la prensa para pedirles que se centren menos en los cruces de declaraciones de los candidatos y que se centrasen más en los proyectos. Cuando acabó el mitin, los periodistas acudieron a Sánchez para que les contase su proyecto. Pero Sánchez no quería contestar ninguna pregunta. Entonces, los periodistas le preguntaron que estaban haciendo precisamente lo que él les demandaba desde el estrado: “romper la barrera de la comunicación para hablar de proyectos”. Sánchez dijo “hacéis muy bien, venga gracias”. Este no es sino un ejemplo de lo que suele hacer Pedro Sánchez desde siempre: decir una cosa para hacer otra.»

Ahora mismo nuestro aciago Presidente recorre las cancillerías europeas en busca de comprensión y perdón por no haber trabajado un mínimo proyecto de posible salida a la crisis provocada por la COVID-19 y cuando todos los problemas se acumulan de manera dramática. Su socio de gobierno se parece a Juan Abadie, el personaje de Acción Mutante y hermano siamés de Alex, que muerto y embalsamado, continúa unido a su hermano inevitablemente en otro planeta, mientras Tezanos, otro personaje de ciencia ficción insiste en que está vivo. Sigue leyendo