Echar horas

Carlos Hidalgo

En mi breve pero feliz etapa en El País Negocios, me dejaron escribir sobre un tema que nunca me ha dejado de llamar la atención. Los llamados “precarios de cuello blanco”. Los chicos y chicas que, recién licenciados, son carne de cañón de las grandes auditoras, los grandes bufetes y en general cualquier empresa que se precia de su influencia. Ya sabéis, esas empresas que lo mismo te hacen la investigación “forensic” del BBVA para ver si Villarejo espió para ellos (sí), te deciden si Bankia debió salir a Bolsa (dijeron que sí, pero era que no), que te redactan los proyectos para conseguir fondos europeos.

El caso es que parece que mucho de ese prestigioso trabajo se cimienta en jornadas de 80 horas semanales y en sueldos de 24.000 euros anuales a “juniors”. Permitiréis que no me sienta muy tranquilo al saber si el que una empresa haga un ERE o no, o si nos van a llegar 1.000 millones de Bruselas depende del trabajo de un veinteañero que ha dormido tres horas en tres días y que se alimenta a base de cafeína y sándwiches de máquina. Sigue leyendo