Reglas para la recta final de la campaña

LBNL

La primera es fundamental: mantener el marco de debate que más te favorezca. Es muy tentador entrar al trapo sobre ETA subrayando que lleva años desaparecida – en combate, sí, que Bildu es una coalición en la que hay muchos que se opusieron a ETA – no me refiero a Sortu por más que haya jugado un papel positivo al final, que fue en parte gracias a las iniciativas de un gobierno socialista cuando a ETA se le acabó el oxígeno político sin el cual dejaba de tener razón de ser, etc. Muy tentador pero errado por más que los excesos, mentiras y desvergüenza retórica del PP indignen y puedan resultarles contra producentes. No. El manual dicta que hay que centrarse en lo positivo antes que rebatir lo negativo y sacar medidas adelante con el apoyo de Bildu puede entenderse y ser neutral pero positivo no es.

Centrarse en lo positivo resulta más fácil cuando uno tiene mucho que ofrecer en la cuenta de resultados. Y lo hay. La inflación baja y es la más baja de Europa. El paro baja y la afiliación a la Seguridad Social está en niveles récord pre pandemia, en parte por la reforma laboral, que ha tenido un efecto muy tangible en millones de trabajadores que han dejado atrás la precariedad laboral. La situación política en Cataluña y el País Vasco está normalizada y la convivencia es armoniosa: del Procés no se acuerda nadie y no hay ni manifestaciones masivas ni quemas de contenedores o cortes de carreteras cada semana. Por no hablar de la kale borroka que parecía perenne. El papel de España en la escena internacional y en la Unión Europea en particular, es considerable y sigue creciendo, en parte porque por primera vez el Presidente del Gobierno habla inglés fluido, al punto que figura en todas las quinielas para puestos internacionales (Presidente del Consejo Europeo, Secretario General de la OTAN…) pese a haber demostrado que quiere seguir en el Gobierno. El Gobierno está consiguiendo que los fondos europeos extraordinarios por el COVID lleguen con más rapidez que a ningún otro país de la UE. Y Bruselas aprueba las cuentas que el Gobierno le presenta, incluida la reforma de las pensiones, porque se hacen bien los deberes y los números cuadran. De todo esto – y bastantes más cosas como la ley de la vivienda – es de lo que hay hablar, sin cesar, porque es cierto y es positivo. No conviene ser triunfalistas porque los problemas existen y afectan a muchos pero si tener en mente el “ladran, luego cabalgamos”. Sigue leyendo