En el 50 aniversario de la revolución cubana

Erika Fontalvo 

 

Ernesto Gutiérrez Tamargo, Secretario General de FECU: SOMOS UN PUEBLO QUE NO PIERDE LA ESPERANZA

 

Alrededor de 80.000 cubanos viven en España, el segundo exilio más representativo por su cuantí­a y trabajo tras el de Estados Unidos. A través de la Federación Española de Asociaciones Cubanas, FECU, se organizan para impulsar la transición del régimen a un sistema democrático.

 

Decí­a el poeta español Juan Ramón Jiménez que el gran amor del hombre es la libertad. Tras haberla perdido durante más de un año, el también poeta y periodista cubano Raúl Rivero Castañeda la valora hoy con infinita pasión. 

 

Rivero, llamado el poeta maldito de la Revolución, fue condenado en 2003 a 20 años de cárcel por realizar, según el gobierno de la isla, actividades subversivas, entre ellas, publicar en medios de prensa extranjeros crónicas que supuestamente atentaban contra la independencia e integridad territorial de Cuba. Luego de intensas presiones internacionales lideradas por España, Rivero, quien padecí­a graves problemas de salud, fue excarcelado en noviembre de 2004.

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¿El fin de las FARC?

Erika Fontalvo Galofre

 

 

 

 

Desconcertado e inquieto por las noticias que había escuchado, desde Colombia, sobre la muerte del máximo comandante de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, el sábado por la tarde un amigo me preguntó si este hecho podría suponer el fin de la guerrilla más antigua de América Latina.

 

Pensar con el deseo nunca está de más. Pero en este caso, la racionalidad histórica que ha motivado el accionar de esta guerrilla durante 60 años no admite discusión. “Sin lugar a dudas, no”, le contesté.

 

 

Las FARC, el autodenominado ejército del pueblo, se han estado preparando para la desaparición de su líder. Su ideología marxista-leninista, su ambición de llegar al poder por las armas y su decisión de doblegar al Estado colombiano, superan a un hombre. Esta guerrilla va más allá de una figura histórica y, a pesar de los golpes, y vaya sí los ha recibido este último año, es capaz de reinventarse y de posicionar a nuevos líderes con maquiavélica frialdad. El muerto al hoyo y el vivo al… poder.

 

Al principio, tras conocer la fragmentada versión inicial –no se sabía si había muerto en un bombardeo o por un infarto -, pensé que se trataba de una nueva especulación sobre la desaparición del legendario guerrillero, a quien lo habían matado y revivido tantas veces que él mismo se mofaba del asunto. Así que no habría sido la primera vez que mientras corrían los rumores sobre su fallecimiento, “Tirofijo” estaba muerto, pero de la risa, en algún lugar de la inhóspita selva colombiana.

 

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Sarkozy y los secuestrados colombianos

Erika Fontalvo

“Garantías de autonomía y márgenes de maniobra suficientes” pidieron, con insistencia, los gobiernos de Francia, Suiza y España al retomar su misión como facilitadores del acuerdo humanitario en Colombia, tras la petición formal del presidente Álvaro Uribe. No es casualidad que los tres países condicionen el éxito de su mandato a nuevas reglas de juego basadas en términos claros y redefinidos que les permitan actuar, con cierta libertad, dentro de los límites marcados por el gobierno colombiano. El portazo que dio Uribe a su gestión, en junio de 2007, los dejó “tocados”, especialmente a Suiza, un país que cuida al máximo su reconocida neutralidad. Entonces, molesto por lo que consideró “un irrespeto a la democracia colombiana”, el presidente decidió suspender de manera unilateral la facilitación que estos tres países venían desempeñando desde que, en noviembre de 2005, Uribe autorizara al Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, a conformar una Comisión Internacional para impulsar el acuerdo humanitario.

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Renacer de la muerte

Erika Fontalvo Galofre

A Consuelo González de Perdomo, una de las dos políticas liberadas por las FARC en Colombia, sus hijas tendrán que explicarle  por qué las Torres Gemelas de Nueva York ya no existen. Consuelo ni siquiera lo imagina. Fue secuestrada el 10 de septiembre de 2001 cuando recorría en su vehículo particular una zona rural del departamento del Huila, en el suroriente del país.

Esta ex diputada, secuestrada en ejercicio del cargo y reelecta para un siguiente período, podrá por fin visitar la tumba de su marido para llorar su muerte. Consuelo se quedó viuda en pleno cautiverio y se enteró, al parecer, por la radio a través de los mensajes de sus hijas, de su nueva e inesperada condición. Además, esta mujer que perdió los últimos años de su vida en las selvas colombianas, ni siquiera supo cuando nació su primera nieta, la pequeña María Victoria, la preciosa niña que terminó en los brazos del presidente Hugo Chávez. A sus 57 años, Consuelo tendrá que aprender a volver a vivir.

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Emmanuel, el «niño de las FARC»

Erika Fontalvo Galofre

Si alguien tenía dudas de la maquiavélica capacidad de las FARC para causar dolor, su última burla al anunciar que suspendía en el último momento la prometida liberación de tres de sus secuestrados, confirmó que su crueldad y cinismo no tiene limites. Su intransigente e inesperada decisión llenó de frustración a las familias de las víctimas, provocó desconcierto en los representantes de 6 gobiernos que participaban en la operación humanitaria como garantes y volvió a sumir a millones de colombianos en la desesperanza y desconsuelo. Seis días de sentimientos encontrados en los que la euforia dio paso a la incertidumbre y finalmente a la indignación. Interminables y agotadoras jornadas de gestiones a la espera de una señal que acabara con la inhumana tortura de años sin fin que ha mantenido a estos secuestrados separados de los suyos. En vez de verles aparecer vivos y libres, quienes seguíamos con ansiedad el proceso tuvimos que conformarnos, hora tras hora, con las imágenes de los aviones y helicópteros que les retornarían a la libertad y que nunca llegaron a alzar el vuelo definitivo. Rostros abatidos y manos impotentes en el aeropuerto de la ciudad colombiana de Villavicencio, sede del operativo que nunca se completó. Las FARC volvieron a burlarse de todos, incluido de aquél al que pretendían desagraviar, el presidente de Venezuela. Utilizado y engañado terminó Hugo Chávez, quien sería el gran protagonista del show mediático en que se había convertido la liberación, que incluso iba a ser filmada por el cineasta estadounidense Oliver Stone para hacer un documental. El mandatario venezolano, fiel a su incontinencia verbal, acusó al gobierno colombiano de “torpedear” la entrega faltando a su palabra de suspender las operaciones militares en el área señalada, creyendo a las FARC por encima de todo. Valientes amigos. Sigue leyendo

SuperSarko, salve usted el acuerdo humanitario

Erika Fontalvo Galofre

En un gesto sin precedentes en la historia de la V República Francesa, y de todas las anteriores, un presidente francés se dirigió, de tú a tú, al jefe de una organización armada ilegal, para más señas terrorista, con el único objetivo de apelar a sus sentimientos humanitarios.

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La bestia herida

Erika Fontalvo Galofre

En una jornada inédita que podría marcar el comienzo de un nuevo rumbo para su país, este domingo el presidente de Venezuela Hugo Chávez podría conocer el amargo sabor de la derrota en las urnas. Las encuestas, que en ocasiones anteriores le otorgaban abrumadoras ventajas, hoy no le son tan favorables y se habla de un empate técnico. En las calles de las principales ciudades la tensión es máxima, los ánimos están muy caldeados y los venezolanos desafían el poder del todopoderoso mandatario. Por eso, hoy más que nunca, la bestia está herida.

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Cuando Chávez se enamoró de mí…

Erika Fontalvo Galofre

Todo parece indicar que Hugo Chávez puso sus ojos en una mujer colombiana. Se trata de la presentadora de las noticias del Canal Caracol Erika Fontalvo. La periodista conoció a Chávez en un viaje que hizo a Venezuela cuando apenas empezaba a hacer campaña presidencial y al parecer desde entonces se fijó en ella. Pero cuando realmente dio el primer paso fue al poco tiempo de su posesión, durante una cumbre que Erika fue a cubrir. El mandatario venezolano le preguntó a su homólogo Andrés Pastrana quién era esa periodista. Desde entonces siempre que en el vecino país hay uno de esos eventos y se encuentran él la saluda muy afectuosamente y se muestra interesado en ella. Incluso, cuando ha habido temas difí­ciles que Chávez se muestra reacio a contestar, los periodistas venezolanos le piden a ella que haga las preguntas. «Qué más haría que contestarte a ti», dice el presidente y luego le responde. Y ahora que Chávez se separa de su esposa, Marisabel Rodriguez, seguramente podrá mirar más libremente.

Esta revelación que podría convertirme, de la noche a la mañana, en la nueva fuente de inspiración del seudo-programa familiar «Aquí­ hay Tomate», que me dedicarí­a horas y horas de concienzudos análisis y exhaustivas investigaciones, fue publicado en Semana, la revista de información general más importante de Colombia, el 22 de julio de 2002 (http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=64440).Un inofensivo comentario que, siendo fiel a la realidad, estuvo a punto de cambiar mi vida. No cabe duda, mi destino habrí­a sido otro si hubiera seguido esa senda bolivariana que apuntaba a convertirme, en pleno siglo XXI, en la versión mulata de Manuelita Sáenz, el gran amor del Libertador Simón Bolivar.

 
La verdad, no habrí­a sido un mal negocio: Caracas no es Madrid pero también tiene lo suyo y yo, en vez de ser una inmigrante a la que «hay que aniquilar», a juicio de cualquier aprendiz de fascista autóctono, serí­a la Primera Dama más joven de la región. Vamos, la Letizia venezolana, bueno colombiana, que para el caso da igual porque venimos del mismo padre, de Simón, que no de Colón, que eso quede claro. Oye, visto lo visto suena muy atractivo!
 
Por un lado, tendrí
a residencia garantizada en el Palacio de Miraflores en pleno centro de Caracas. Que es un buen vividero; yo lo conozco y está muy bien. Habrí­a que cambiar un par de cositas de la decoración pero eso no me preocuparse porque plata es lo que hay y como a Hugo Rafael le gusta botarla en cualquier tonterí­a distinta a resolver la profunda crisis de inequidad e injusticia social que mantiene en la pobreza a millones de venezolanos, ¡pues yo encantada! Así­ las cosas, no tendrí­a que pensar, como lo hago ahora, dónde carajo voy a vivir el próximo año o los siguientes ante la falta de oportunidades laborales que aquí­ padezco, uy, se me escapó. Ese tema, el de la vivienda, perdón que me disperso mucho, estarí­a más que resuelto con el talante democrático que caracteriza a Chávez: a partir del 2 de diciembre podríamos quedarnos de manera indefinida gracias a esa adorable reforma constitucional que será votada ese dí­a y que le permitirí­a ser reelegido para siempre. Tan majo…

Trabajo tendría en lo que quisiera, que para eso en los Últimos áños, Venezuela ha sido modelo de pluralismo informativo y de libertad de expresión en todo lo relacionado con medios de comunicación en América Latina. Serí­a dueña y señora de Telesur, de la Televisora Venezolana Social, el ente que surgió tras el aberrante cierre de Radio Caracas Televisión, o podrí­a convertirme en la presentadora oficial de los interminables espacios dominicales mejor conocidos como Aló Presidente.

Ganaría el salario que me corresponderí­a por mis capacidades personales, o no. Al fin y al cabo, estarí­a, como miles de personas en Venezuela, enchufada por mi cercaní­a con Hugo Rafael y bastaría con que apoyara ese embeleco de revolución bolivariana para ganar indulgencias y ascender en la escala social, económica y polí­tica de un paí­s donde las autoridades desprecian y hasta persiguen la opinión contraria. Amordazar al opositor en vez de debatir, que mejor así­, que no hay tiempo para ocuparse de esos que no tienen la grandeza de entender el liderazgo histórico del coronel golpista.

Claro que con esa oposición tan coherente en Venezuela … ¡Que Dios nos coja confesados! En fin, yo de qué me preocupo, estando en la cúspide del poder, ¿por qué ocuparme de los problemas de desempleo, inseguridad y hasta hambre fí­sica de la mayorí­a?
 
Yo, vestida con modelitos de color rojo, el de la revolución, para hacer juego con  el monocromático vestuario de Hugo Rafael, y claro, ataviada con boina para mayor sex appeal, acumularía millas sin fin viajando en el puente aéreo Caracas – La Habana por lo menos una vez al mes. Castro serí­a el faro, luz y guía de la pareja y el Che Guevara, inspirador oficial del romance. Juntos diseñaríamos estrategias para fortalecer la democracia de nuestros pueblos y generaríamos espacios de participación ciudadana para que los ciudadanos puedan votar con libertad en pleno ejercicio de sus derechos políticos sobre la base de un socialismo revolucionario único en el mundo. Es decir, poco más o menos como lo que hoy se hace. Seríamos invencibles y ni siquiera el diablo de Bush podrí­a contra nosotros, contra el capitalismo ni un paso atrás… ¡Patria, socialismo o muerte!
 
Por las noches, y recreando la elegancia y el glamour de Letizia, acompañarí­a al gobernante a las cenas con esos reconocidos defensores del estado de derecho con los que suele reunirse Hugo Rafael, entre ellos el presidente de Irán, í­ntimo, íntimo de la familia. Para no ofender la sensibilidad democrática y libertaria del comensal, me cubriría la melena con un casto pañuelo, eso sí­, por supuesto de color rojo. ¿Qué más se puede pedir?.
 
Eso sí­, sacaríamos a España y a ese pesao del Rey de nuestra lista de amigos porque atreverse a mandar a callar a quien es tan comedido para expresarse, es todo un despropósito. Qué grave error cometió el señor mataosos al enfrentar al líder mesiánico más inquebrantable de los tiempos modernos: está garantizado que no habrá poder humano que calle al dolido Hugo Rafael, que se marchó de Chile con el rabo entre las patas, perdón, quise decir piernas, y más  envenenado que nunca, llevado de los mil demonios.
 
Ahora esta respirando por la herida, ataca y seguirá rabiando por tiempo indefinido porque lo suyo es eso, cuestionar lo incuestionable, amenazar y, sin temblarle la mano rayar una vez más en la ilegalidad para salirse con la suya y, por qué no, por ejemplo, revisar los contratos de las empresas españolas. Que este clavo se lo saca de la profundidad más oscura de su alma, yo lo conozco y les garantizo que esto no se queda así­.
 
Ese hombre vengativo y rencoroso, ese ser que no tiene escrúpulos y no conoce lí­mites a la hora de hacer su voluntad y de convertir en verdad única y absoluta la mentira más grande, es el que me hací­a ojitos hace tantos años. Ha cambiado, pero no para bien. Hugo Rafael se ha convertido en un individuo cada vez más poderoso con todo el peligro que eso supone. Nadie podrí­a aventurarse a señalar el final de su era, tal vez el 2021, como él mismo ha anunciado, y lo que es peor, no creo que exista el analista capaz de establecer las nefastas consecuencias que su interminable gobierno, aun democrático duélale a quien le duela, dejará en la estructura social, polí­tica y económica de su paí­s.
 
Tras cansarme de ir a Venezuela entre 1999 y 2005, fui testigo de la fractura, a mi juicio irrecuperable, de la sociedad de esa nación. Vaticino lo peor y creo que me estoy quedando corta. Queda bastante y no hay que perder la capacidad de asombro. Chávez, el mismo que yo seducí­a con mis preguntas en ruedas de prensa, es uno de esos sujetos que tienen la increí­ble cualidad, talento o aptitud, llámenlo como quieran, de reinventarse una y otra vez sin temor a repetir sus mismos errores y a profundizarlos hasta dejarlos sin reversa.

Hoy vivo en un paí­s en el que no me siento, del todo, adaptada ni acogida, no tengo trabajo estable ni futuro garantizado, pero estoy convencida de que mi trayectoria como Manuelita Sáez hubiera estado condenada al fracaso. El poder para mí­ nunca ha resultado atractivo.
 
Lo único que lamento de esa fallida etapa de mi vida fue mi incapacidad para ayudar a las familias de muchos secuestrados colombianos que pensaban que a través de mi supuesta cercaní­a con Chávez habí­a una posibilidad de convencerle de que mediara ante las FARC a favor de sus seres queridos. Hoy, cuando Hugo Rafael es facilitador autorizado de ese proceso, aún no me siento convencida de sus posibilidades de llevarlo a feliz término. No tengo tan claros los vínculos que le atribuyen con las FARC, pero esa es otra historia.

¡Saca al inmigrante que hay en tí!

Erika Fontalvo Galofre

¿Quién es el valiente que se atreve a reconocer que España y el resto de Europa se acercan peligrosamente a la xenofobia como una forma de cuestionar y hasta rechazar la presencia de inmigrantes en su territorio ?

Apuesto que nadie se atreve a poner el dedo en la llaga y a reconocer que los Sergi Xavier M.M. no son tan pocos como imaginan los “españoles de bien”. Esos hombres y mujeres que creen que es suficiente con exclamar un “pobrecita” al ver las imágenes de la infame paliza que el cretino en cuestión le dio a una indefensa menor ecuatoriana en un vagón del metro de Barcelona.

Ahora resulta que el execrable incidente resulta vilmente matizado por el agresor al señalar que lo cometió en estado de beodez: «No sé lo que pasó, iba borracho y punto. Ni me acuerdo casi de lo que pasó. Cuando tú vas borracho, depende cómo vayas, no sabes lo que haces. Se me ha ido la olla pero mucho. Nunca había tenido un comportamiento similar, ni racista ni nada”, puntualizó no sin antes insultar a los periodistas que se agolpaban en su casa en la Colonia Güell de Santa Coloma de Cervelló.

Su salida fue tan facilista que rayó en la ignominia, hasta alguno habrá sentido consideración por este miserable que se levantó de la silla y tras mirar que no había nadie que pudiera defender a la menor, arremetió contra ella agrediéndola sin razón. Ah perdón, cierto que hay un motivo, por lo menos a juicio de este degenerado: la joven es inmigrante, su piel no es tan clara, su pelo no es tan rubio como el suyo, no habla como él, no nació en su país o quizás sí, pero su apariencia dice lo contrario.

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