Obstáculo salvado

Millán Gómez

En tiempos de crisis, el Gobierno de turno tiene en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) una de sus principales pruebas de fuego, quizás la mayor. En un momento de clara debilidad del PSOE en las encuestas a pie de calle, Zapatero ha vuelto a sacar un as de la manga y ha labrado un pacto para sacar adelante los PGE. El apoyo de Coalición Canaria (CC) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha resultado decisivo. Ambas son dos formaciones sustancialmente diferentes al PSOE desde el punto de vista ideológico, lo cual dota de mayor complejidad al pacto. Las formaciones de izquierda han rechazado unirse en este frente al no aceptar la propuesta fiscal del Ejecutivo central. 

Los votos favorables del PSOE junto a PNV y CC suman 177, uno más de lo necesario. Los socialistas aprueban el examen pero por un margen justo, lo que significa que algo están haciendo mal si sólo consiguen sacar adelante las cuentas públicas con tan escasa diferencia. Debería hacerles reflexionar tanto el apoyo numérico como el desencanto de quienes deberían ser sus socios principales, es decir, las formaciones progresistas del arco parlamentario. De la misma forma que es cierto que para cualquier partido de la oposición no es plato de buen gusto sumarse a un partido como el PSOE con el desgaste gradual que está sufriendo eso no es óbice para no plantear iniciativas destinadas potencialmente a una mayoría más amplia.

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