Disparates en los libros de texto

David Rodríguez

Los libros de texto que caen en manos del alumnado español ya han sido objeto de polémica en más de una ocasión, pero el problema está lejos de ser resuelto. Quería destacar aquí una joya que aparece en el libro de “Economía de la Empresa” de segundo curso de Bachillerato, y que hace referencia a la primera característica que según la autoría del libro presentan las pequeñas y medianas empresas: “Poca formación empresarial. El empresario tiene pocos conocimientos técnicos, que frecuentemente ha adquirido en la gestión de la misma empresa. Al gestionarla, se mueve más por impulsos y ganas que por una formación académica adecuada”.

Más allá del mantenimiento del lenguaje sexista en pleno año 2023, las afirmaciones que se realizan son completamente disparatadas, ajenas a la realidad y totalmente prejuiciosas hacia las pequeñas y medianas empresas de nuestro país. Además, destilan un cierto clasismo simplista, ya que parecen reducir las pymes al tejido comercial de nuestros barrios, donde resulta que las personas que las gestionan no tienen la formación adecuada para atender a la clientela, como si las grandes multinacionales prestaran un magnífico servicio en este sentido. Sigue leyendo

El wokismo, un delirio legal

Arthur Mulligan

 

Con la aprobación de las últimas leyes del Ministerio de Igualdad el desembarco del movimiento woke se ha hecho más visible si cabe, emitiendo luz propia desde el BOE para despertarnos con su sueño dogmático, sueño ligero habría que decir, porque ya ha comenzado a causar problemas prácticos y amenazas en ciernes de predecibles consecuencias. Pero ¿qué es el movimiento woke? En su formulación más breve, es un movimiento con bases americanas que parece estar afectando a sistemas inicialmente libres como la educación universitaria, o el ámbito personal tanto de anónimos como de personalidades públicas por medio de la censura de opiniones y contenidos, limitando tanto la libertad de expresión como el flujo de ideas dentro de las democracias.

Sentó sus bases al otro lado del Atlántico y luego llegó a Europa; no importamos un debate específico de los Estados Unidos sino una moda ideológica que primero establece un paradigma cultural a partir del cual se tiende a silenciar las opiniones que consideramos inoportunas o inmorales. La novedad respecto a la cultura de cancelación tal y como la conocemos ahora es que se hace en nombre de una supuesta idea del bien, de alejar las voces discrepantes, silenciarlas y pasar una factura por errores que a lo mejor se cometieron en el pasado y que sobre todo tienen poco que ver con la intención de la persona cancelada. Evidentemente no es lo mismo cancelar a una persona por una agresión sexual, cosa que está ampliamente justificada y ante la que la ley actuaría, que cancelar por un comentario erróneo, mal interpretado o sacado de contexto. Sigue leyendo

¿En la costa a costa de quién?

Senyor G

Con mis rudimentarios conocimientos de economía, sé que medimos la riqueza de las naciones por una cosa llamada Producto Interior Bruto, que viene a ser lo que se compra y se vende en un país. Es la única manera de poner valor, darle precio. Pero claro todo es relativo, si mis padres o mis vecinos cuidan de mi hijo un par de horas no creo valor económico, en cambio si contrato a una persona o a una empresa una sola hora, ahí ya aumento el PIB pero mis necesidades son menos cubiertas. Aumenta el PIB a mi costa y el resto de beneficios no podemos valorarlos, ni falta que hace.

La semana pasada nos volvimos a encontrar con una nueva propuesta de un grupo de expertos de Foment del Treball Nacional o Fomento de Trabajo Nacional, para reabrir el tema de la ampliación del aeropuerto de El Prat. No sé si tenían hablado salir a la palestra aliados con las propuestas del PSC para cerrar el acuerdo presupuestario con ERC en la Generalitat de Catalunya o cada uno va con sus propuestas por su lado como los revolucionarios de Pancho Villa. En cualquier caso siguen como Paco Martínez Soria en Don Erre que Erre. Sigue leyendo

El dominó de las criptos

Carlos Hidalgo

Las criptomonedas ya no son lo que eran. Por si hay que recapitular acerca de lo que es una criptomoneda, recapitulemos. Una criptomoneda es una supuesta unidad de intercambio, basada en formar parte de una cadena de códigos cifrados increíblemente seguros. Cada eslabón de esta cadena, por usar una analogía más o menos cruda, es una de esas monedas. Estas monedas no se pueden crear o retirar del sistema, como en el caso de las monedas emitidas por los bancos centrales. Cada criptodivisa tiene un número límite de monedas, aunque se han creado sin llegar a ese límite, por lo que es posible “crear” más poniendo tu ordenador al servicio de esos sistemas de cifrado. Cuando tu ordenador termina de hacer esos increíblemente complejos cálculos (cuya dificultad es mayor cuantas más “monedas” haya en circulación), se supone que tienes una unidad de esas monedas. A este proceso se le denomina “minado” y ha llegado a consumir más energía que toda la Argentina, aparte de provocar una fiebre del “minado” que ha aumentado las emisiones de CO2 y ha ayudado a agravar la crisis de escasez de semiconductores en el mundo.

Cuando un Bitcoin (la criptomoneda más conocida de todas las existentes) se llegó a cotizar a 60.000 euros, muchas personas se lanzaron a crear “granjas” donde hileras de tarjetas gráficas consumían cantidades obscenas de electricidad con el propósito de dar a luz nuevos bitcoins. Sigue leyendo

La (in)competencia digital en las escuelas

David Rodríguez

Hace unos meses, la Conferencia Sectorial de Educación, que agrupa al ministerio y a los gobiernos autonómicos, aprobó la evaluación de la competencia digital de todo el profesorado. Se ha llegado al compromiso con la UE de que al menos un 80% de los docentes serán evaluados antes del curso 2024-2025. La idea tiene como objetivo la mejora de las destrezas digitales de los profesionales educativos, y el aprovechamiento de las mismas para un incremento de la calidad a la hora de impartir la docencia.

Como suele ser habitual por estos lares, el deseo del gobierno y de las autonomías choca de frente con la cruda realidad de muchas escuelas, que carecen de los recursos suficientes para hacer llegar la tecnología digital al conjunto del alumnado. De hecho, en ciertos lugares el uso de estos medios para el ejercicio cotidiano de la docencia tiene una calidad que deja mucho que desear, e incluso algo tan sencillo como mostrar al alumnado un sencillo contenido audiovisual se convierte en una odisea de dimensiones colosales. Sigue leyendo

Lecturas recientes sobre la pandemia, Ucrania, Europa y la crisis del neoliberalismo

Lluís Camprubí

Sobre estas cuatro cuestiones (y algunas de sus intersecciones) he ido apuntando cosas en las últimas columnas. En esta ocasión, para actualizar, me gustaría recomendar algunas lecturas recientes sobre ellas.

Sobre la pandemia, saludar la aparición de un consenso científico internacional sobre cómo acabar con la covid-19 como amenaza para la salud pública.  En este sentido, conviene no olvidar los riesgos de la minimización/normalización/conllevancia de la pandemia, nos recuerda Jessica Wildfire. Así mismo, saludar la aparición en prensa generalista de cada vez más tribunas alertando del riesgo del long covid/covid persistente para la salud pública, como esta de Gorka Orive. En clave actualización científica, importante este estudio que nos alerta del riesgo acumulativo de las reinfecciones para el long covid y la exacerbación de distintas patologías crónicas, así como la evidencia creciente del impacto del long covid en niños y adolescentes, población muchas veces ignorada al respecto. Finalmente, de interés la recopilación de fuentes que hace Adam Tooze para ilustrar la complejidad del reto (sanitario) que tiene por delante China. Sigue leyendo

Tranquilícese, caballero

Carlos Hidalgo

Estos días se ha comentado bastante en las redes un artículo de “The Economist” titulado: “Los españoles son demasiado gruñones con su política”. Y de subtítulo: “La verdad es que las cosas están marchando bastante bien”.

Y es que, a los españoles, como buenos latinos, nos gusta el drama y echar pestes de nuestro país. Pero tenemos más motivos para estar orgullosos de nosotros mismos además de la selección de fútbol o de los tenistas que coloquemos en la clasificación ATP.

España era un país del llamado “Segundo Mundo” a finales de los años 70. La esclerosis institucional y la mediocre economía eran más propias de la Polonia de Jaruselzsky que de un país desarrollado. Durante la transición, los españoles, conscientes de cómo éramos, nos pusimos las pilas e hicimos un esfuerzo de país por poder sentarnos en la mesa de los mayores en Europa. Sigue leyendo

Reformas o barbarie

Juanjo Cáceres

Según datos del Ministerio de Trabajo, en los nueve primeros meses del año se han realizado 5.250.437 contratos indefinidos, lo que representa una variación positiva de 3.792.357 respecto a 2021 o, en cifras relativas, un incremento del 260%. Del mismo modo, los 8.921.567 contratos temporales registrados en el mismo periodo, representan una reducción respecto al ejercicio anterior del 27,65% o, lo que es lo mismo, en casi 3,5 millones de contratos temporales nuevos.

El hecho de que en 2021 se dejasen notar con mucha más fuerza los efectos de la pandemia sobre la contratación o el que la reforma laboral haya convertido en una categoría relevante a los fijos discontinuos, no desdibuja el cambio profundo que ha sufrido la estructura del trabajo en España tras esa reforma, cuyas cifras seguirán impactándonos durante lo que resta de año, dados sus potentes efectos sobre el mercado laboral. Tampoco lo hace el freno a la contratación que se ha observado en el históricamente peor trimestre para el empleo, en la medida en que el paro se ha situado en cifras en porcentajes que oscilan entre un 9 y un 12% inferiores respecto al mismo mes del año 2021. Sigue leyendo

Dogmas de fe

Carlos Hidalgo

Esta semana hemos asistido a un inédito desplome de la libra esterlina al poco de anunciar Liz Truss, Primera Ministra del Reino Unido, su “mini presupuesto”, consistente en una bajada radical de los impuestos. Tan radical, que los presupuestos no han sido considerados viables por los mercados y éstos han apostado en contra de la moneda británica con éxito.

Para empeorar las cosas, se ha sabido que el ministro de Economía británico, Kwasi Kwarteng, tuvo una reunión previa con los mayores poderes financieros de la City, en los que habló de sus planes presupuestarios antes de hacerlos públicos, lo que fue recibido con murmullos de aprobación y exhortaciones a recortar más impuestos aún. En cuanto acabó la reunión, esos mismos banqueros se lanzaron a apostar en contra de su propia moneda y a vender deuda pública británica, empeorando aún más la situación del Reino Unido ante los mercados. Sigue leyendo

La disparatada subida de los tipos de interés

David Rodríguez

El Banco Central Europeo acaba de acordar la mayor subida de tipos de interés de su historia, con el objetivo de contener la inflación, y basando su decisión en las teorías monetaristas que se han demostrado más que fracasadas. Por un lado, los precios no están subiendo por un exceso de dinero en circulación, por lo que un encarecimiento del precio del mismo no tendrá el efecto deseado sobre la inflación. Además, esta medida reducirá el consumo y encarecerá todo tipo de préstamos a empresas y particulares, con el consiguiente efecto recesivo y de mayor concentración de la riqueza en manos del capital especulativo.

Pero las contradicciones en las políticas de los países occidentales son manifiestas cuando se observa que los gobiernos están tratando de incrementar el gasto público con inyecciones multimillonarias de recursos, ya sea a través de los fondos europeos o de los planes acordados por los ejecutivos británico, alemán o estadounidense. Por consiguiente, mientras el BCE intenta contener la demanda, los gobiernos occidentales plantean su expansión, en uno de los mayores disparates de incoherencia económica que podemos haber observado en los últimos tiempos. Sigue leyendo