Magallanes
 Después de varios meses de discrepancias entre los paÃses miembros de la eurozona y del Presidente del BCE sobre la aprobación del 2º Plan de Rescate de Grecia, finalmente se llegó a un acuerdo por el  que todos cedieron una parte importante de su anterior intransigencia. La discrepancia fundamental era entre la Canciller alemana Ãngela Merkel y el Presidente del BCE Trichet. Merkel consideraba que los bancos privados europeos acreedores de Grecia tenÃan que arrimar el hombro y participar en el rescate. Es decir, tenÃan que condonar parte de dicha deuda, bien en forma de alargar el periodo de devolución, bien reduciendo el tipo de interés que estaban aplicando, o ambas cosas a la vez. Trichet se oponÃa radicalmente, en parte porque el BCE ha tenido que comprar mucha deuda griega en años anteriores y, por tanto, al BCE le tocaba también alargar el periodo de refinanciación y, en parte, porque las agencias de ratings han dejado muy claro que aumentarÃan la prima de riesgo de Grecia al máximo.